_
Empecemos a desandar el camino. Ambos dicen que vienen de respectivos naufragios, en los cuales el gas era 300% más barato, la capacidad adquisitiva del salario notoriamente mayor y la inflación, con o sin INDEC, más o menos la misma. Ah, también el dólar valía 9 pesos y había cepo.
Pero falta algo para completar el cuadro, el contexto: el déficit fiscal es el origen de todos los males, hace falta achicar el gasto, los empleados públicos ganan mucho y trabajan poco, las inversiones externas son la base del crecimiento y vendrán en tropel si no hay conflictividad social (o fuerzas públicas que lo repriman). No se habla más de “achicar el estado para agrandar el país”, nos quedamos con un eslogan más en clave autoayuda: “estado inteligente” y que no se meta tanto o, como prefiere definirlo nuestro comprovinciano de corta estatura, “eficientizar el sistema”. Un modelo que le da más bola al marketing que al agregado de valor de los bienes y servicios. Resumiendo, neoliberalismo por donde se lo mire, remozado pero no tanto.
Este es el cambio de paradigma sobre el que se asienta el discurso y las penalidades de unos cuantos. Como se ve, no es producto de la inercia sino de decisiones políticas perfectamente entendibles en este sintético contexto.
Cornejo no se cansa de decir que la provincia no tiene herramientas de política económica, pero no cuestiona ninguna de las que toma el gobierno Nacional. Habla de hacer obra pública con el ahorro de gasto, pero solo tiene en carpeta, digamos “portfolio” que queda mejor, una agenda municipalizada de arreglos de calles y otras vías que ya estaban en obras (que conoce bien como ex intendente), que no es que no lo necesiten, pero para lo que Mendoza espera, hace falta una mirada mucho más elevada. El fondo de la soja que iba directo a los municipios para obra pública, pasó a engrosar las billeteras de los portadores de Hi Lux en la Zona Núcleo y alrededores. El proyecto hidroeléctrico Los Blancos cuenta con banque nacional pero hasta ahora no pasó de un floreo para los medios y unas cuantas zapateadas de nuestra vecina La Pampa que auguran un camino arduo para esta mega obra.
No para cargar las tintas pero sí para acordarnos, pasamos a mencionar algunas decisiones de política (sí, política) económica que demuestran que el cambio no es sólo alegría
-Eliminación de la devolución del 5 por ciento del IVA de compras con tarjetas de débito, que favorecía el consumo popular y aumentaba un poquito el ingreso popular.
-Eliminación del Plan Ahora 12 y 18 (ahora en revisión pero mucho más chiquito), reemplazado por “Precios Transparentes” y “Para Pocos”, un fiasco que enmascara el hecho de que el costo financiero lo paga sólo el consumidor. Los Bancos siempre ganan.
-Desaparición de facto del programa Precios Cuidados, que no es ni publicitado por el gobierno ni exhibido por los supermercados.
-Paritarias condicionadas por topes autoimpuestos con proyecciones de inflación ridículas. Igual formato en Mendoza. Si no se disciplinan, decreto y chau. En 2016 promedio los salarios perdieron de 6 a 8 por ciento reales.
-Fuerte reendeudamiento del estado nacional y provincial en dólares a tasas más altas que de países no tan “bendecidos” como Argentina. Total, el BID nos ama.
-Implementación sistemática de tarifazos de hasta tres dígitos! a los servicios públicos esenciales: gas, agua y energía eléctrica. Perdón, se dice sinceramiento. Ídem en Mendoza.
-El intento solapado y abortado de aumento de jubilaciones por debajo de la inflación, gambeteando la ley.
-Relanzamiento del Procrear sólo para clase media, al que pocos salarios califican para ingresar, con la lógica de la famosa circular 1050 de la Dictadura: indexación de los créditos por inflación. Eso sí con tasa “subsidiada” (que asquete!).
-Eliminación o disminución unilateral de aranceles a las importaciones, especialmente en el rubro textil y calzado.
-Venta de tierras premium de propiedad nacional en el Valle de Uco para “reactivar el mercado inmobiliario” (ah, usted dice que no?).
Una rápida y selectiva vista de los resultados permite ver cuál es la dirección del cambio: aumento de la pobreza y la indigencia, sostenido incremento de las tasas de desempleo y subempleo, caída de las ventas (en unidades) tanto en supermercados como en negocios minoristas, en Cuyo agreguemos el efecto Chile para complicar un poco más el cuadro. Esto y mucho más seguramente influirán en la contundencia que se avizora para el Paro Nacional del jueves 6 de abril.
Una última semejanza entre el amarillo y el morado que confirma nuestra presunción inicial,es que Macri y Cornejo son lo mismo: aplican como única receta de campaña el antagonismo amigo-enemigo definitorio de lo político a lo Karl Schmitt pero, eso sí, reelaborado en clave más digerible estilo Durán Barba. Ergo, el enemigo y culpable de todos los males es el Kirchnerismo señores, a nivel nacional y aquí en Mendoza también, aunque nunca haya gobernado. Pequeño detalle!.