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- ¿Qué hace?
- Venga, toque…
- ¿Me suelta la mano, por favor?
- No se asuste que somos el gobierno del toca-toca.
- No me asusto, solo quiero que me suelte.
- Si no toca nunca se va a dar cuenta de que esto es real.
- Puedo tocar por mis propios medios.
- Eso puede inducirlo al error.
- ¿Qué cosa?
- Tocar por sus propios medios. Tiene que tocar con nosotros.
- Me está haciendo mal.
- Millones de argentinos están tocando en este mismo momento.
- ¿Y?
- En todos los canales de televisión, en las redes sociales, en los grupos de Wathsapp, hay gente tocando.
- Pero yo no. Mire como me dejó la mano…
- Yo toco, tú tocas, Mauricio toca, nosotros tocamos... Hasta en las escuelas se enseña el toca-toca. Los argentinos somos imparables en el toqueteo.
- Puedo darme cuenta de las cosas sin tocar, no se preocupe.
- Así no va a poder escribir sobre algo real, va a seguir con las fantasías del populismo. Venga, toque…
- Ya le dije que no.
- Cuando usted toca la ruta la hace real, cuando toca un dólar lo hace real, cuando toca un paquete de fideos lo hace real. Con el toca-toca en nuestro segundo gobierno llegamos a la Pobreza Cero.
- ¿Y por qué no empezaron antes?
- Por los rusos.
- ¿Qué rusos?
- Los rusos. Los únicos que hay. Quieren dominar el mundo.
- Con todo respeto, suena un tanto delirante.
- ¿Usted no será corresponsal del Pravda soviético, no?
- No. Y ese Pravda no existe más, hace mucho.
- Pero existe otro.
- Sí.
- ¿Se da cuenta? Los rusos vienen por todo.
- Es solo un diario…
- ¿Y cuántas fotos de Mauricio publicaron?
- No tengo idea, pero supongo que ninguna.
- ¿No lo ve? Quieren destruirnos.
- A usted la campaña lo tiene un poco paranoico.
- ¿Paranoico? Sus agentes están más activos que nunca.
- ¿Por ejemplo?
- Ulises Bueno.
- ¿El hermano de Rodrigo? ¿El del cuarteto?
- El mismo.
- ¿Y de donde sacó eso?
- Lo vimos todos en Córdoba. Manda mensajes subliminales a través de sus letras para perjudicarnos.
- Es una locura.
- Ya lo creo. Y además están el ruso Rabina, el ruso Abramovich, el ruso Fernández…
- ¿Qué Fernández?
- El de la contra.
- ¿Cómo va a ser ruso si se llama Fernández?
- Ese es su nombre de guerra. El documento real dice Fernandovich.
- ¿Quién le dijo?
- Tenemos amigos en el mundo libre que nos ayudan, no vaya a creer.
- Suena a una película de los años ‘50.
- Y además tiene un perro.
- Yo también tengo un perro.
- Ya nos vamos a ocupar de usted también.
- ¿Qué dice?
- Que Fernández-Fernandovich tiene un perro que sale por televisión y se llama Laika.
- Se llama Dylan.
- ¿No le digo? Otro comunista.
- Es absurdo.
- Si usted quiere negar la realidad es problema suyo. ¿O se olvidó de qué cuadro es Fernández-Fernandovich?
- De Argentinos Juniors.
- ¿Y de qué color es la camiseta de Argentinos Juniors?
- Roja.
- Si yo le digo que es carnaval, usted toque-toque el pomo. Que los rusos saltan solos.
- Mire que la campaña sucia se puede volver en contra.
- Ya lo creo. Por eso nosotros a los argentinos les decimos siempre la verdad.
- Discúlpeme, pero con todo lo que me acaba de decir no parece que eso sea así.
- ¿Usted es argentino?
- Por supuesto.
- ¿No tendrá un abuelo nacido en Moscú, o en San Petersburgo o en Omsk?
- No. ¿Y si así fuera qué tiene que ver?
- Que los argentinos juntos somos imparables.
- ¿Y?
- Que si no es argentino, no aplica ¿Por qué siempre tendré que explicarle todo?