Columnistas // 2019-07-07
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PANORAMA POLÍTICO
Odio
La letal combinación de frío, pobreza y muerte dejó al desnudo, no sólo la tragedia social que provoca el macrismo, sino también los niveles de degradación política y humana en los que caen algunos de sus miembros. Christine Lagarde deja el FMI mientras el Presidente Macri defiende el Acuerdo con la Unión Europea. El peronismo mendocino recibe a Alberto Fernández.

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 El prejuicio y el odio hacia los pobres es un rasgo estructural que hace a la misma identidad de un sector del  macrismo. Los portadores de esta enfermedad política y social, que culpa al marginado de ser el responsable de su propia tragedia, “son pobres porque quieren”,  no solo carecen de la mínima empatía hacia los pobres sino que también se oponen a que otros se solidaricen con el indigente. Esta agresividad quedó expuesta en toda su magnitud esta semana cuando, debido a la letal combinación de frío y pobreza, murió  de hipotermia un hombre a pocas cuadras de la Casa Rosada. Ante la ausencia del Estado, distintas organizaciones sociales y deportivas se movilizaron para brindar comida y abrigo a personas en situación de calle en la ciudad de Buenos Aires. Según el gobierno porteño son 1141 las personas que viven a la intemperie  pero que según el Censo Popular de Personas en Situación de Calle, elaborado por la Presidencia de la Auditoría General de la Ciudad, el Ministerio Público de la Defensa porteño y organizaciones sociales, la cifra era ya de 7.251 en el mes abril siendo 900, niños y niñas. Pero paradójicamente este trabajo humanitario, que deja expuesto los terribles estragos del modelo económico del oficialismo, fue objeto de una lamentable andanada  de críticas y ataques en la redes por parte de voceros y defensores del gobierno. Juan Carr, un conocido emprendedor social y titular de la Red Solidaria, fue una de los blancos del oficialismo. El otro fue el Club Atlético River Plate, institución que acogió a más de cien personas en la que se consideró la noche más fría del año. El diputado ultraoficialista Fernando Iglesias, un cínico y provocador profesional, concluyó que el frío es kirchneirsta  y defenestró los gestos solidarios de Juan Carr y de River Plate por ayudar a las personas en situación de calle, por considerarlo una "opereta kirchnerista" para perjudicar al gobierno. Luego aconsejó que se “Lleven el circo que armaron a La Matanza, Avellaneda y Lomas, o a Chaco y Formosa, donde se necesita.” El odio del macrismo contra quienes se atrevieron a dar un plato de comida caliente, abrigo y refugio los expresó también el cómico Juan Acosta quien tuiteó “A ver juan carr y compañía el frio existe desde q nació el mundo MM hizo mucho en ciudad por ese tema nadie nunca lo dice, si utilizas la política para eso sos un perverso...”   Y como el oficialismo sabe recompensar a sus defensores viene premiando indirectamente al diputado Fernando Iglesias. Solo en el 2018 este legislador ocupó el primer lugar del podio en viajes al exterior: pasó 45 días fuera del país viaticando y participando de seminarios y conferencias en Nueva York, Montevideo, Roma, Madrid, Viena y Bruselas. Mientras que al actor Juan Acosta, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires lo premiará como Personalidad Destacada de la Cultura. Cinco personas han muerto de frío e hipotermia este año en argentina. Pero mientras que una parte de la sociedad destila un odio enfermizo contra los más débiles, humildes y desamparados  se multiplican los gestos de sensibilidad y solidaridad para que las víctimas del ajuste y la pobreza no se sigan multiplicando las calles del país.

 

FMI y acuerdo Mercosur – Unión Europea.El Presidente Macri ha perdido a su más importante  aliada electoral. Christine Lagarde, jefa del Fondo Monetario Internacional, dejó ese organismo para pasar a presidir el Banco Central Europeo (BCE). Salvo un improbable veto del  Parlamento Europeo, la abogada francesa tiene asegurado el nuevo cargo por lo próximos ocho años. Si bien no logró que los argentinos “terminen enamorados de Lagarde” como pidió en su momento  Mauricio Macri, si logró que el país batiera el triste record de ser el país más endeudado del planeta con ese organismo. Arriesgando su propio futuro político Lagarde puso todo su empeño por colocar un respirador artificial, de 57.000 millones de dólares, a la moribunda economía nacional,  para estirar su agonía al menos hasta octubre donde el candidato del FMI se juega su reelección. David Lipton, el actual vice del FMI representante de Estados Unidos, pasó a ser el titular del organismo y ya anunció otro desembolso de 5.400 millones de dólares. “La implementación firme de los compromisos y políticas de las autoridades en el marco del programa económico respaldado por el FMI de las autoridades será crucial para seguir avanzando”, dice  el comunicado del Fondo para que no queden dudas cuáles son las preferencias electorales del FMI y su mandante, el gobierno de los Estados Unidos. Lo importante hoy es mantener pisado al dólar y que explote después de octubre. Con una PASO nacional de por medio, se verá si esa fantasía puede sostenerse.

A menos de diez días de haberse anunciado  la firma del acuerdo Mercosur – Unión Europea  ahora Mauricio Macri, aprovechando el Día de la PyME,  comunicó que se está trabajando en un acuerdo similar con los Estados Unidos.  “El canciller me dijo que estamos hablando con Brasil para tener un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Al mundo le interesa relacionarse con nosotros" reveló sin mucho conocimiento.

Sin embargo, y fuera de toda cuestión ideológica, es necesario que la sociedad argentina conozca y debata los contendidos de esos acuerdos. No alcanza el llanto de un canciller o algunas frases grandilocuentes.  En principio los acuerdos no deberían tener solo por objeto hacer más baratos los productos importados y facilitar los negocios de algunos sectores altamente concentrados del agro y la industria. La reducción de alrededor  de 4.550 millones de dólares en aranceles a las importaciones con la Unión Europea insinúa esa posibilidad. Sin ingresos no hay consumo, en consecuencia, tal como lo venimos señalando en estas editoriales, es necesario que este tipo de tratado sea congruente con una ampliación del mercado interno y un proceso de industrialización que pueda sostenerlo.  Eliminar los aranceles externos sin una mejora sustancial de competitividad de las empresas nacionales profundizará el industricidio y precarizará aún el ya declinante mercado laboral. El mismo gobierno reconoce este riesgo ya que salió a anunciar que la Unión Europea "dará un fondo de compensación para que las pymes del Mercosur lleven a cabo un proceso de readecuación (…)Tenemos que empezar ya a trabajar para que las pymes se adapten y logren mejores de competitividad" señaló el Ministro Dante Sica. Tampoco habrá posibilidades de competir  si el Estado no invierte en nueva infraestructura para la producción y pone límites a la voracidad de la empresa de servicios públicos vinculados a la energía y los combustibles. Tampoco habrá condiciones para competir sin transformaciones en el sistema tributario y financiero, sin mercado interno y donde predomina el endeudamiento y la economía rentística. Abrir aún más el mercado interno a los gigantes europeos o norteamericanos en estas condiciones, es exponerse una avalancha importadora que terminará con los últimos vestigios de la industria nacional para volver a un modelo agroexportador y extractivista.  

 

Alberto Fernández en Mendoza. La campaña nacional llegó a Mendoza, y el primer candidato que arribó a la provincia fue Alberto Fernández, el precandidato a presidente del Frente De Todos que tiene a Cristina Fernández como precandidata a vicepresidenta.

En la provincia la campaña  ha disminuido en intensidad porque tanto para Rodolfo Suárez como para Anabel Fernández Sagasti, el resultado de la elección nacional el 11 de agosto será casi determinante para el resultado de las elecciones generales para la gobernación el próximo 29 de septiembre.

La realidad es que según las últimas encuestas, Cristina Kirchner está en intención de voto 7 puntos arriba de Mauricio Macri, la misma diferencia  de puntos que obtuvo el peronismo frente a Cambia Mendoza en las PASO locales. Una encuesta de Santiago Alé del mes de junio en el Gran Mendoza, San Martín y San Rafael, mostró que el 80.64% de los mendocinos rechaza la gestión de Macri y un 70% considera que no ganaría la próxima elección. En tanto, Cristina Fernández lidera en las encuestas con un 26,35% de intención de votos, y Mauricio Macri con el 19,96%. En tanto Roberto Lavagna mediría un 6,38%.

A nivel nacional una encuesta de Gustavo Córdoba y Asociados también de junio, muestra una tendencia de acercamiento en intención de votos entre Mauricio Macri y Cristina Kirchner. La imagen negativa y positiva del Presidente en las últimas semanas se acercó, y pasó a tener un 50,3% de imagen negativa y un 40,4% de imagen positiva. Mientras tanto, Cristina tiene un 39,1% de imagen positiva y un 52,4% de imagen negativa, y Alberto Fernández un 42,6% de imagen positiva y un 37,7% de imagen negativa.  Según la encuesta, la fórmula Macri-Pichetto tenía en el mes de junio un 32,9% de intención de voto, y Alberto Fernández-Cristina el 40,5% de intención.

Es en este marco, donde las fórmulas definidas a presidente y vicepresidente comienzan a acercarse en intención de votos, que Alberto Fernández visitó la provincia, luego de haber logrado durante la semana la foto con la mayoría de los intendentes de la provincia de Buenos Aires y con 15 gobernadores provinciales.

El precandidato llegó también para mostrar su  apoyo a la fórmula del peronismo mendocino para la gobernación que encabeza Anabel Fernández Sagasti junto a Jorge Tanús. Luego de una conferencia de prensa,   visitó en el departamento de Las Heras, la Compañía Recuperadora de Papeles, y luego se reunió con empresarios del Parque Industrial de Palmira para concluir la jornada  en un acto en el Centro de Congresos y Exposiciones de San Martín, donde estuvo presente toda la dirigencia y militancia peronista.

Luego de una interna ajustada, el peronismo se encolumnó  tras la candidatura de Sagasti. Alberto Fernández destacó el proceso este unidad que atravesó el peronismo durante los últimos meses: “El año pasado un acto como este era imposible”, afirmó. Duro con Cornejo y con Macri, también se mostró preocupado por la situación económica del país, y afirmó que no sabe cuáles serán las primeras medidas que deberá tomar a nivel económico por el nivel de crisis que dejará el macrismo, la que sólo será conocida totalmente cuando asuma el nuevo gobierno. Además, criticó el centralismo con el que el Presidente y su gobierno han decidido gestionar las finanzas públicas del país: “Soy un porteño quejoso del centralismo que Buenos Aires ha promovido todo este tiempo, y en esa ciudad que es la más opulenta de Argentina, con un PBI igual al de Bélgica, sabemos que hay 7 mil personas que deambulan en la calle. Algunas se mueren de frío a cinco cuadras de la casa de gobierno. Eso representa lo que pasa en otras provincias donde las dificultades son más grandes, porque esta Argentina central ha dejado abandonados a varios sectores de argentinos y hay un gobierno insensible que está más preocupado por los éxitos en Wall Street, que no son muchos, antes que el bienestar de la población. Tenemos al frente del gobierno a gente que se olvidó que intereses debía representar”.

Fernández también fue crítico con Alfredo Cornejo, a quien conoce  desde las épocas de la Concertación: “Hubiera sido bueno que no se endeude tanto para equilibrar las cuentas, y se endeude un poco más para promover la industria, la vitivinicultura, Vaca Muerta; que tiene una riqueza potencial enorme.” Además, criticó el endeudamiento en dólares que ha generado el gobierno provincial con el objetivo de “ordenar las cuentas” y lo igualó con las políticas económicas de Macri y su lógica: “Lo lamento, porque acompañando a Macri está condenando a Mendoza y yo creo que él lo sabe.”

Además, manifestó su confianza en que si Anabel Fernández Sagasti es gobernadora  podrá “dar vuelta la página” con los recursos disponibles para que Mendoza crezca, porque los 3 mil millones de pesos de déficit fiscal que tiene año tras año Mendoza “se pagan promoviendo la economía y no tomando deuda. Esos recursos tienen que salir de la economía. Si la economía crece, la provincia tendrá recursos económicos para cubrir esa deuda” afirmó.

Con un discurso mesurado, sin estridencia,  Alberto Fernández busca representar a los sectores medios de la sociedad frustrados por las crisis económicas y  la gestión macrista pero que solo están dispuestos a brindar su apoyo electoral a quien garantice, no solo capacidad de gestión,  sino también bajos niveles de conflictividad política. Superar la grieta, sin verdades absolutas, abriéndose al diálogo con el que piensa distinto son valores que sostiene con naturalidad el candidato del Frente de Todos.  La consigna para el resto de la dirigencia peronista fue también salir a ocupar ese espacio vacante y persuadir a ese elector independiente, sin el cual es difícil construir un triunfo electoral.


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