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- ¿Qué le pasa? Se lo ve ansioso.
- No es para menos.
- ¿Se puede quedar quieto?
- Imposible. Si hoy quiere hablar conmigo, tiene que caminar.
- Es lo que estoy haciendo desde que llegué.
- Bueno, siga entonces. El que se esfuerza alcanza sus sueños, mire a PitChetto sino.
- A Pichetto querrá decir.
- Eso era antes: un tano más. Ahora es PitChetto.
- ¿Puede parar un minuto?
- Ya le dije que no.
- Por lo menos dé una vuelta más larga. Me estoy mareando.
- Es que se me acaba el tiempo.
- ¿Para qué?
- Para organizar la cena de bienvenida al futuro vicepresidente de la Nación.
- Desborda optimismo por lo que veo ¿Muchos invitados?
- Mauricio, Marquitos, Lilita, un servidor… Todos los peronistas que estamos en el gobierno.
- ¿Peronistas?
- ¿Me está cargando? Mire que hoy no me sobra el tiempo, ¿eh?
- Jamás pensé que el presidente, el jefe de gabinete, usted…
- Como decía el General: peronistas somos todos.
- Esa frase de Perón se refería a…
- ¿Qué Perón?
- Fue usted el que nombró al General.
- Al General Alais. El que viene a calmar a los radicales.
- Están muy enojados, ¿no?
- Naaaa que ver! ¿No vio que ahora dicen que todo fue idea de ellos?
- Lo dijo Sanz.
- El único problema es con los cantitos para la campaña.
- ¿No quieren cantar la marcha peronista?
- Yo sabía que era pícaro, pero no un hijo de…
- ¡No vuelva con eso por favor!
- Entonces no me provoque. Con la marchita no hay ningún problema.
- ¿Entonces?
- Eso de que “el que no salta / es un radical” les cuesta un poco.
- Es humillante.
- Saltar, saltan, lo que pasa es que no tan alto. Pero no sabe como les salen los saltitos! Ni que lo estuvieran haciendo desde el 2001.
- Mejor cuénteme lo de la cena para recibir a Pichetto.
- PitChetto. Pronuncie bien, que si no volvemos al Tercer Mundo.
- Como usted prefiera ¿Ahora me cuenta?
- ¿Qué quiere saber? Ya se lo dije todo. Los peronistas que estamos en el gobierno vamos a recibir al hijo pródigo.
- ¿Y dónde va a ser?
- Eso es lo que me tiene preocupado. Estoy entre un fitito, el cuartito del fondo de la casa de mis padres o el ascensor del Senado.
- ¿No le quedará grande?
- ¿Usted no será comunista como Kicillof, no?
- Es una pregunta macartista.
- ¿Boliviano?
- Eso es discriminatorio.
- ¿Indocumentado, gay, abortista, extranjero?
- Parece que hoy no tiene filtro.
- Nosotros a los argentinos le decimos siempre la verdad. Y ahora más que nunca.
- ¿Eso que quiere decir?
- Quiere decir que con PitChetto los argentinos nos liberamos, decimos lo que tenemos que decir, sacamos lo mejor del ser nacional. Al pan, pan; y al tiro, tiro.
- ¿Tiro?
- Sí, tiro. Tiro, bala, cañón, metralleta, bomba atómica. Se acabó eso de tener un vicepresidente blando.
- ¿Lo dice por Michetti?
- ¿Qué Michetti?
- Gabriela.
- ¿Qué Gabriela?
- La vicepresidenta.
- ¿Tenemos vicepresidenta todavía?
- Sí.
- ¿Y es mujer?
- Sí, ¿qué va a ser?
- ¡Qué barbaridad! La cantidad de cosas que hicimos mal.
- ¿Y ahora a dónde va?
- A reservar el ascensor. A ver si PitChetto se arrepiente y perdemos esta oportunidad histórica.