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La sorpresa es un factor clave en la lucha política. Y Cristina Fernández de Kirchner acaba de dar una magnifica lección de lo que significa romper la parálisis política opositora y avanzar hacia la construcción de un gran espacio de unidad. El anuncio de la fórmula Alberto Fernández como candidato a presidente y Cristina Fernández de Kirchner como su vicepresidenta, para competir por las PASO el próximo 11 de agosto, es un golpe de timón que reconfigura la totalidad del escenario político nacional. Pero no solo fue una movida inesperada, sorpresiva. Fue sobre todo un gesto de grandeza; de inmensa generosidad y liderazgo de quien sacrifica sus propias y legítimas aspiraciones para favorecer la recuperación de un gobierno que vuelva a poner al bienestar de cada argentino como centro de sus decisiones y sus afanes. “Nunca me desvelaron los cargos políticos, ni tampoco fueron mi principal motivación. Tal vez porque pertenezco a una generación que no buscaba un lugar en las listas sino en la historia. Pero los cargos son una herramienta para llevar adelante los ideales y convicciones” afirmó en el video que hizo pública esta determinación. “Dejo de lado ambiciones personales y asumo el desafío con esto que creo que es lo mejor para nuestro pueblo” agregó en otra parte de la publicación.
En principio, para una enorme mayoría de argentinos esta decisión representa un signo de esperanza, una posibilidad cierta de poner fin a uno de los gobiernos que se ha transformado en fuente de dramas sociales, angustias familiares, desolación económica; en un verdadero pesadilla de pobreza, desigualdad e hipocresía. Pero también, en línea con lo que había planteado en la Feria del Libro, Cristina es consciente de que no se trata solo de un desafío electoral. Lo que se pondrá en juego es la capacidad de construir poder para gobernar un país en llamas. “Estos son tiempos dramáticos” reconoció la expresidenta. “Esta fórmula es la que mejor expresa lo que los argentinos necesitamos para convocar a los distintos sectores. No sólo para ganar las elecciones sino para gobernar” agregó, reconociendo que “La coalición que gobierne deberá ser mucho más amplia que la que gane las elecciones”. Más difícil aún será el objetivo de lograr un nuevo contrato social que genere las bases de un nuevo orden. Los poderes fácticos, concentrados, que se han beneficiado escandalosamente del modelo macrista, seguramente activarán todo su poderío para defender sus privilegios y la idea de un país para pocos.
También para Mauricio Macri y su gabinete la jugada resultó desconcertante. Al ya debilitado Presidente se lo vio confundido y solo atinó a repetir frases gastadas e indirectas vacías. Dijo en una conferencia ante los llamados “Defensores del Cambio”, y anticipando su temor a una derrota, que “volver al pasado sería autodestruirnos” e insistió, a pesar de las groseras evidencias en contra, que el país va en el “rumbo correcto”. También las usinas del macrismo se activaron para atacar a los integrantes de la flamante fórmula presidencial. Hasta el gobernador Cornejo de Mendoza, que está en trance de traicionar a su socio Mauricio Macri porque ya no sirve a sus objetivos políticos, opinó que “Es una nueva trampa de Cristina; Cámpora al gobierno, Perón al poder. (…) Si bien Alberto Fernández tiene su personalidad, es obvio que el poder político es de Cristina”, argumentó. “Lo que está en el fondo es si los argentinos queremos vivir en un sistema democrático con instituciones sólidas y una economía sana”, agregó hablando de un país que tiene 14 millones de pobres, el record del país más endeudado de la región, la tercera economía con la inflación más alta del mundo, el 50% de la maquinaria industrial sin producir y un Poder Judicial que baila al ritmo de los aprietes del gobierno. Seguramente, parte de la frustración del Presidente Macri tiene que ver con la foto de campaña que más le interesa, que es la de Cristina ante un tribunal este martes 21 de mayo. Si bien la exmandataria se va a presentar ante la justicia, luego de que el Ministro Garavano, la diputada Carrió, Laura Alonso y otro ejercito de funcionarios macristas apretaran groseramente a la Corte Suprema que había dispuesto posponer el juicio oral contra la actual senadora, los efectos de esta operación política no serán los esperados. El único recurso con el cual el gobierno contaba para hacer campaña tiende a diluirse y deja cada vez más expuesto al Presidente Macri, de cuya candidatura a la reelección hay más dudas que certezas. La estrategia de polarización que dibujaba el oficialismo se diluyó. Cristina ha vuelto a golpearlo políticamente y esta vez será difícil que se recupere.
Así como Mauricio Macri luce desairado ante la jugada política de Cristina, también el Peronismo Federal de Massa, Schiaretti, Lavagna y Urtubey se ha quedado sin argumentos de peso para sostener posiciones disidentes. Este peronismo, que tiene previsto reunirse esta semana en la Córdoba del recientemente ratificado gobernador Juan Schiaretti, deberá definir si se suma al frente patriótico que propone el justicialismo y la nueva fórmula presidencial, o serán parte del desencantado armado radical y macrista. La precandidatura de Alberto Fernández a la presidencia y la cercanía de este con Sergio Massa abre la posibilidad de que el líder del Frente Renovador se sume a una interna amplia, compitiendo desde adentro, con la fórmula Fernández - Fernández. Como queda a la vista, la política es dinámica y todas las posibilidades están abiertas.
Quienes están asustados y sin rumbo son los dirigentes radicales a nivel nacional. Así como anclaron primero en el kirchnerismo y luego en el macrismo, ahora están pensando en negociar un acuerdo con el Peronismo Federal. Cada vez más convencidos de que Mauricio Macri es sinónimo de una próxima derrota electoral, se han juntado para conspirar en su contra y bajarlo de su candidatura. Aunque el Jefe de Gabinete Marcos Peña declaró que “A un presidente no se lo somete a una interna”, Alfredo Cornejo dijo sin ningún cuidado por su socio, que "No se descarta que Macri no sea el candidato". A pocos días de reunirse la Convención Nacional de la UCR, órgano que deberá definir si ratifica su continuidad en Cambiemos, una porción cada vez más importante de dirigentes radicales creen que, para permanecer en la alianza, esta coalición debe abrirse a nuevas expresiones políticas. Concretamente están pensando en el llamado peronismo federal. Hasta el momento, no hay declaraciones concretas de Lavagna, Pichetto o Urtubey respecto a la propuesta de Cornejo para que se integren al frente Cambiemos en las elecciones presidenciales. Es poco probable que esto vaya a suceder luego del lanzamiento de la fórmula Fernández - Fernández, pero el gobernador de Mendoza, en su desesperación por despegarse del macrismo y lograr una concertación que le permita al partido centenario obtener lugares de poder, continuó afirmando que no cree que el Presidente sea capaz de generar el poder político necesario para gobernar un país sumido en tan profunda crisis económica y social.
En tanto, el grupo que comanda Ricardo Alfonsín y Federico Storani, insisten en la propuesta de acordar solo con el socialismo y el Gen de Margarita Stolbizer. Rogelio Frigerio, no tuvo tampoco reparos en inmolar al Presidente: "Macri va a hacer lo mejor para la Argentina y eso incluye cualquier cosa, aunque no es usual que dentro de un espacio le hagan una interna al Presidente". En la Casa Rosada, siguen sosteniendo la presidencia de Macri, con una posible fórmula de vice radical como una “devolución de favores”, y la candidatura de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires.
Más allá de las estrategias que adopte el radicalismo queda por ver si, para esa fracción del peronismo alternativo que objetaba la postulación de Cristina Fernández, está aún vigente el principio de que primero la patria, luego el movimiento y después los hombres. Si es así, tal como lo señaló Cristina, “es hora de hacerlo realidad”.
Un domingo peronista en La Pampa. En el día de hoy, los candidatos de Mauricio Macri sufrirán la novena derrota consecutiva en el país. En esa provincia el diputado nacional radical Daniel Kroneberger que le ganó las PASO al precandidato del PRO, Carlos Javier “Colo” Mac Allister, sufrirá una dura derrota frente al peronista Sergio Ziliotto, candidato de una fuerza política que viene ganando las elecciones provinciales desde el año 1983. A pesar de que el candidato de Cambiemos anuncie que «Se vienen aires de cambio en La Pampa», la elección de hoy, y en consecuencia la gobernación de la provincia, quedará en manos del postulante del Frente Justicialista Pampeano (Frejupa), el vernista Sergio Ziliotto, que mantendrá la hegemonía del Partido Justicialista en ese bastión electoral. También la ciudad de Santa Rosa, capital de la provincia que hoy gobierna Leandro Altolaguirre de la alianza UCR-Cambiemos, volverá a ser recuperado por el peronismo de la mano del camporista Luciano "Copete" di Nápoli. Otro domingo negro para Cambiemos.
El gobierno sigue entregando Malvinas. Esta semana la Secretaría de Energía que conduce Gustavo Lopetegui dio a conocer las ganadoras de las concesiones para exploración de petróleo off shore en mar argentino, y previsiblemente las petroleras inglesas se quedaron con la Cuenca de Malvinas.
Dos de esas empresas violaron ya la ley 26.659 de hidrocarburos al y trabajar para el gobierno ilegítimo de las islas. Además, la empresa Tullow también operó ilegalmente siete áreas del sur de las Islas en el 2001. El Concurso otorgó nueve áreas a repartirse entre ExxonMobil, Qatar Petroleum, Pluspetrol, Wintershall, YPF, Total, ENI, Tecpetrol, Mitsui, Equinor y Tullow. La licitación no planteó excepciones respecto al origen de las compañías concursantes, y mucho menos se prohibió la participación de firmas que ya operan ilegalmente al norte de las islas. El Observatorio de la Energía, Tecnología e Infraestructura para el Desarrollo, advirtieron que una de las tres cuencas incluidas en el concurso, la Cuenca Malvinas Oeste, al estar colindante a las Islas Malvinas, se constituía automáticamente en una zona de alta trascendencia geopolítica y de seguridad nacional para la cual la normativa dictada no tomaba ninguna precaución en ese sentido.
La entrega de soberanía en el macrismo comenzó con la firma del acuerdo Foradori-Duncan que protege derechos de explotación ictícola y petrolera en favor del Reino Unido y se renuncia al reclamo de soberanía sobre los archipiélagos y aguas circundantes. Por ahora, la gobernadora de Tierra del Fuego presentó una acción de amparo para dejar sin efecto la adjudicación de estas áreas, porque además se realizaron sin una evaluación del impacto ambiental hecho que ha generado un Pedido de Informes por parte del Diputado Nacional Guillermo Carmona.
Así como el Ministro Oscar Aguad culpa descaradamente a los submarinistas del ARA San Juan de ser los responsables de la tragedia en las que murieron 44 compatriotas, también el gobierno de Mauricio Macri viene cediendo soberanía en Malvinas, una causa por la que se inmolaron 650 combatientes argentinos. Trágicas y humillantes paradojas de la historia nacional.