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- Mauricio tiene un plan.
- ¿Otro más?
- No se haga el gracioso.
- ¿Pero no tenía uno en el 2015?
- Claro.
- ¿Y ahora tiene otro?
- ¿Usted qué prefiere?
- ¿Le parece importante eso?
- Muy importante.
- Pero un presidente tiene que tener un plan.
- Y lo tiene. ¿Qué le estoy diciendo?
- Me está preguntando qué prefiero yo.
- ¿Y?
- Que dicho así, parece que adapta el plan según quien lo escucha.
- Exacto.
- Pero eso no es tener un plan.
- Ah bueno! Ahora el señor sabe de planes! Si es tan fácil, por qué no se postula para presidente y listo.
- Usted fue el que dijo que el presidente tenía un plan.
- Exacto.
- Y después me dio a elegir a mí.
- Correcto.
- Y eso no es tener un plan. Ni nuevo ni viejo.
- ¿Ah no? ¿Qué es?
- Eso es decir lo que el otro quiere escuchar.
- Y ahí lo tiene: eso es un plan.
- De alguna manera sí, pero…
- ¡Por fin me da la razón una vez en la vida! Como dijo el filósofo: los periodistas militantes no son buenos ni malos, son incorregibles.
- Eso lo dijo Borges, y no sobre los periodistas.
- En su caso aplica lo mismo, créame.
- ¿Y cuál es el plan, entonces?
- ¿Cuál? ¿El nuevo o el viejo?
- El nuevo. ¿De que serviría que me hable del viejo?
- Para entender el nuevo.
- Si es así, cuénteme los dos.
- Imposible.
- ¿Pero no me dijo que el presidente tenía un plan?
- Por supuesto.
- Y ahora resulta que no me lo puede contar.
- Yo no dije eso.
- Dijo que no podía contarme los dos.
- Eso es otra cosa.
- Está bien, me rindo. Cuénteme el que usted quiera y listo.
- Ya se lo dije: no se trata de que yo recite un plan como hacía el gobierno anterior, de lo que se trata es de que usted me diga qué plan quiere.
- Pero eso no sería un plan.
- ¿Ah no? ¿Qué es? ¿Las veinte verdades peronistas? Dios me libre y me guarde…
- ¿Por qué se santigua?
- Porque eso sería no tener un plan, y si algo tiene Mauricio es eso.
- ¿Qué cosa?
- Un plan. De qué estamos hablando, ¿de los planes sociales?
- Bueno, eso sería tener un plan. O mejor dicho, las políticas sociales pueden ser parte de un plan.
- ¿Qué hora es?
- Las diez y media. ¿Por?
- No sabía que la hora del populismo empezaba tan temprano.
- Hace una hora que está dando vueltas y no me dice nada.
- ¿Y qué quiere que le diga?
- Lo del plan. Usted dijo que el presidente tenía un plan. Yo soy periodista y quiero saber cuál es ese plan, porque es de interés para mis lectores.
- ¿Se da cuenta lo pesado que es, no?
- Yo solo quiero…
- Y denso.
- … que me diga…
- ¿Me puede repetir la pregunta? Pero más corta.
- ¿Cuál es el plan del presidente?
- El que todos los argentinos de bien conocen.
- ¿Cuál es?
- Ese.
- ¿Cuál?
- El que acabo de decirle.
- Sigue sin decirme nada.
- Eso es lo que usted cree.
- No solo es lo que creo. Es lo que escucho desde que empezamos a hablar.
- ¿Se da cuenta?
- ¿De qué?
- De que el plan es el que usted quiere escuchar.
- Eso lo dijo usted.
- Por supuesto. Nosotros a los argentinos les decimos siempre la verdad. Y a los periodistas también.
- ¿Los periodistas no son argentinos?
- Depende.
- ¿Depende de qué?
- Depende de dónde hayan nacido.
- Usted quiere volverme loco.
- Se lo dije desde el principio: Mauricio tiene un plan.