_

Las calamidades no dejan de asolar a Mendoza y la Argentina. Además de las catástrofes naturales como las inundaciones y el hantavirus, la población debe soportar diariamente las políticas de hambre y resignación que le proponen dirigentes que están más preocupados por asegurar su futuro capital político, que en solucionar las penurias de la población.
El gobernador Cornejo sigue haciendo oídos sordos al reclamo de miles de mendocinos a quienes les impuso el Mendotran, un sistema de transporte absurdo que expulsa pasajeros mientras incrementa la tarifa. Para la mayoría de los usuarios queda claro que, el objetivo más importante del nuevo sistema, es aumentar la recaudación para beneficio exclusivo de los empresarios que impusieron esta modalidad. Tal como ya se ha señalado en otras editoriales, no existe detrás de este cambio, a pesar de la propaganda oficial, ninguna nueva política de transporte público de pasajero. Después de casi veinte días de implementado el sistema las quejas de los usuarios se siguen multiplicando por miles. En el impenetrable e incomprensible laberinto de nuevos recorridos, el tiempo promedio de traslado al igual que los trasbordos, se han duplicado mientras las frecuencias se han reducido notoriamente. Las nuevas trazas dejaron sin servicio a barriadas enteras del área metropolitana, usuarios que ahora deben recorrer a pie distancias muchas veces desmedidas, para pagar un boleto confiscatorio y que no les asegura que lo llevará al destino previsto. Mientras los damnificados ya realizaron la quinta marcha para expresar su rechazo, el gobierno apuesta al desgaste y a la resignación de los usuarios. Para los más díscolos, está la policía y el nuevo Código Contravencional.
También el gobernador mendocino viajó a Villa La Angostura para reunirse con el Presidente de la Nación. Su presencia en el country Cumelén ratifica la subordinación de la UCR a la conducción política de Mauricio Macri y su disposición a satisfacer las directivas presidenciales a cambio de obtener alguna pequeña porción de poder en la mesa de Cambiemos. Y el deseo, y la necesidad del Presidente, es que los distritos gobernados por la alianza oficialista, unifiquen sus elecciones con las nacionales, para así apuntalar las chances de un nuevo mandato de Mauricio Macri. Las necesidades del gobernador Cornejo son aún más acuciantes ya que, al no poder ser reelegido gobernador por razones constitucionales, se ve obligado a aceptar condiciones aún menos atractivas para su futuro político. De posible integrante de la fórmula presidencial, sus decaídas credenciales sólo parecen alcanzarle hoy para una módica candidatura a diputado nacional. El gobernador tiene aún pendiente la definición de su precandidato al sillón de San Martín. Ninguno de sus predilectos coincide con las preferencias de lo mendocinos. Mientras, Omar de Marchi, sigue trajinando la provincia convencido de que ha llegado su hora. El desenlace dependerá de si el gobernador acompaña al Presidente unificando los comicios o decide “dejarlo solo”.
El peronismo mendocino, por su lado, sigue protegiendo una de sus conquistas más preciadas: la unidad. La presencia, esta semana, del presidenciable Sergio Massa en la provincia, mostró que ese logro político también es valorado y respetado por todos los dirigentes nacionales que visitan Mendoza. El líder del Frente Renovador, si bien se reunió con dirigentes de otras expresiones políticas, tuvo fructíferos encuentros con el peronismo más tradicional, representados en las figuras de los intendentes Jorge Giménez de San Martín, Martín Aveiro de Tunuyán y Matías Stevanatto, delfín de los hermanos Bermejo en Maipú para sucederlos en la intendencia de ese departamento. El silencio de la dirigencia kirchnerista local, puede ser interpretado como un gesto de apertura frente al escenario electoral que se avecina.
También trascendió que Guillermo Carmona, en su rol de presidente del Partido Justicialista de Mendoza, mantuvo contacto con uno de los principales operadores del massismo. El diálogo, facilitado por ser ambos diputados nacionales, transitó la obligada agenda política y electoral del 2019. No es una novedad que Sergio Massa está embarcado en un armado nacional con el objetivo de darle competitividad a su candidatura y mayor fortaleza política a su espacio. Tampoco es materia de discusión, que el peronismo mendocino trabaja en la conformación de un amplio frente político y electoral, al cual intenta sumar todas aquellas expresiones opositoras al macri-cornejismo. Los tiempos políticos que se avecinan revelarán la eficacia de estos acercamientos y la arquitectura definitiva que adoptarán estos armados políticos. Mientras, la unidad del peronismo mendocino, sigue mostrando su fortaleza y los beneficios políticos de esta estrategia.
Por otra parte, y a menos de un año de concluir su mandato, el Presidente Macri es un náufrago político que, aunque persista en su arrogancia de niño rico y poderoso estadista, no es más que un mandatario débil y fracasado que hundió a millones de argentinos en la pobreza y la desesperación. Sin embargo, en lo que resultó premonitorio y acertado fue cuando, en plena campaña electoral, afirmó que “La inflación es la demostración de tú incapacidad para gobernar”, “La inflación se produce por culpa de un gobierno que administra mal”. El índice del 47,6% que registró el 2018, la más alta desde 1991, es el fiel reflejo de esa ineptitud que él mismo señalaba. Aunque los índices inflacionarios nacionales son uno de los más altos del mundo, la gestión de Alfredo Cornejo no quiso desentonar con su mentor político y cerró el año con una inflación acumulada del 53,7%. Según voceros oficialistas, esta notoria diferencia, sería resultado del uso de metodologías diferentes y no, por ejemplo, del brutal aumento del 63% del boleto de micros. Sin embargo, esta peste de ajuste e inflación va dejando a su paso una multitud de víctimas: jubilados que perdieron el 20% de su poder adquisitivo; asalariados que perdieron en promedio más del 17% de sus ingresos; inquilinos que dejan casi el 50% de sus ingresos en el alquiler de sus viviendas; tomadores de los créditos hipotecarios UVAs que son condenados al pago de tasas usurarias; 13,6 millones de pobres que son la muestra dolorosa y trágica de la miseria.
A este cataclismo económico se sumó la aparición, en el noroeste de Chubut, de un brote de hantavirus, una enfermedad viral producida por el ratón de cola larga. Ya son 14 las personas muertas por la enfermedad, 11 de las cuales son de Chubut; una de la provincia de Buenos Aires y las dos restantes de Entre Ríos y Salta. Si bien esta enfermedad aparece todos los años nunca un brote ha sido tan letal como este año. A ello se suma la falta de prevención, la pésima infraestructura hospitalaria y escasa atención médica existente. Tan irrelevante es la salud para el Presidente Macri que eliminó por decreto el Ministerio de Salud y lo transformó en una Secretaría. El ahora responsable de esa Secretaría, Adolfo Rubinstein, anoticiado del brote en la zona de Epuyén, solo atinó a decir que “Si usted me pregunta si iría a vacacionar, y no. Es un pueblo que está con medidas muy fuertes". La reacción del gobernador de Chubut, Mariano Arcioni fueron de indignación y reproche: “Hubo manifestaciones inapropiadas del Dr. Rubinstein al recomendar que la gente no venga a Epuyén y alrededores, sin tener la información que hay que tener. Estas cuestiones repercuten porque no hay que crear una psicosis sino que hay que trabajar sobre la prevención”, declaró. El gobierno nacional ha decidido dejar a la gente librada a su propia suerte y se ha transformado en un espectador de todas las pestes que arrasan el país.
“Tendremos que acostumbrarnos a que esto (las inundaciones) va a pasar en distintas zonas, en distintos lugares del país”, dijo el Presidente Macri, sin consideración alguna por el desamparo que viven 3500 personas, que continúan fuera de sus hogares, por las inundaciones que afectan a Chaco, Santiago del Estero, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, provincia de Buenos Aires y Córdoba. Frente al desdén presidencial hasta sus socios de CONINAGRO, piqueteros VIP en la época de la Resolución 125, reaccionaron encolerizados. “Hoy tenemos un nuevo desafío ante el cual no hay que acostumbrarse, sino que hay que buscar las herramientas que existen para rápidamente solucionarlos y volver a la producción como lo hemos hecho en otras oportunidades. Este es el criterio que nosotros creemos que hay que aplicar y no la resignación”, declaró Carlos Iannizzotto, presidente de esa entidad.
Argentina está siendo azotada por el neoliberalismo. Mientras subsista esta peste, seguirán siendo aplastado, bajo su insensible voracidad, todo sueño de igualdad, solidaridad y justicia social.
Condena y persecución. La semana pasada se confirmó la condena a Milagro Sala que cumple tres años de presa política. La lucha incansable de los Comités para su liberación, más el apoyo de organismos de derechos humanos y organizaciones políticas ha sido fundamental para su sostenimiento psíquico, pero también físico. Semanas atrás Milagro pudo volver a su casa gracias a la presión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En diciembre el Tribunal Criminal número 2 de Jujuy la absolvió por unanimidad en la causa “Balacera de Azopardo”, donde se la acusaba de tentativa de homicidio calificado por precio porque supuestamente había mandado a matar al dirigente social Alberto Cardozo en un hecho ocurrido en 2007, aunque según su abogada, quedó demostrado que “torturaron y presionaron” imputados para que declaren contra la líder de la Tupac.
La semana pasada la condenaron a 13 años de prisión. El tribunal la encontró culpable de asociación ilícita, extorsión y defraudación al Estado. Sus abogados,sostuvieron que existe “orfandad” de pruebas y anticiparon que apelarán la sentencia.
El tribunal estuvo integrado por tres mujeres. Su presidenta, María Alejandra Tolaba, fue designada como juez por el Poder Ejecutivo de Jujuy a pesar de que había sido reprobada dos veces en distintos concursos judiciales. Ya no hay dudas de que el tribunal fue armado por Gerardo Morales para condenar a Milagro y deshacerse de una de las principales líderes políticas de la provincia.
La operación Lavagna. Mientras el macrismo lidia con la caída de su imagen y una situación económica irremediable, las campañas de los posibles presidenciables sigue su curso con alguna lentitud, cuando faltan seis meses para la presentación de lista de la primarias.
Agustín Rossi fue el primero en lanzarse, y viene recorriendo el país hace un año. El segundo en lanzarse fue Felipe Solá que se alejó del massismo y retomó viejas alianzas y vínculos políticos. Los intendentes del conurbano bonaerense están jugando un rol fundamental, al abrirse a recibir a ambos candidatos en diferentes actos políticos. También visitaron Mendoza, en ambos casos todo el arco político del peronismo los acompañó, y en el caso de Agustín Rossi se sumaron organizaciones y partidos no peronistas.
En enero se activó nuevamente la alianza Urtubey - Pichetto - Massa, que mantuvieron algunas reuniones a fines del año pasado y ahora se abroquelan sobre la posible candidatura de Lavagna. Los tres se muestran cautos en sus discursos, quizá uno de los más arriesgados es Pichetto quien manifestó la semana pasada en una entrevista a Infobae que sin dudas su límite para integrar una lista de unidad es Cristina y el kirchnerismo en general, a pesar de que conoce las limitaciones electorales de esa decisión.
Durante la semana pasada las operaciones mediáticas para comenzar a situar a Lavagna como un posible candidato se hicieron evidentes. Fue funcionario de Alfonsín, Duhalde y Néstor Kirchner, pero es más recordado por su rol durante el gobierno de Duhalde luego de las salidas presidenciales después de la crisis del 2001. Según las encuestas que hicieron rápidamente algunas consultoras, es un candidato desconocido por las generaciones que tienen menos de 35 años, porque desde su salida del gobierno de Kirchner no protagonizó políticamente, hasta que su nombre volvió a escucharse cuando comenzó a formar parte del equipo político de Massa.
La estrategia del trío que componen Urtubey, Pichetto y Massa es buscar una salida al problema del candidato. Ninguno de los tres hoy mide en las encuestas, quizá el que tiene más posibilidades es Massa, pero saben que en una polarización Macri - Cristina, el juego está en acaparar la gran franja del medio que llega hoy a un 35% de la población.
La pregunta es, si aún están con tiempo para armar un candidato que sea electoralmente potable en tan poco tiempo, y sin recorrer el país, mientras los intendentes del conurbano ya muestran la tendencia de acompañar un frente político con Cristina adentro, al igual que lo ha manifestado el presidente del PJ a nivel nacional Gioja.
La otra pregunta es, si bien la polarización sólo sirve al macrismo, en una situación de crisis como la que atravesamos, es posible que los votos castigo y la desesperación porque Macri no pueda ser presidente de vuelta sea un factor fundamental. En todo caso, hubiera sido mucho más oportuno armar un tercer candidato electoralmente potable en 2015, para evitar las pestes que nos azotaron después.