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- Mauricio está embaladísimo.
- ¿Le parece? El lunes parecía cabizbajo …
- Era para despistar.
- ¿A quién?
- A los rivales.
- No entiendo.
- Para nosotros es la final del mundo, métaselo en la cabeza.
- Espero un momento: ¿de qué me está hablando?
- De la Cumbre del G20, de qué le voy a hablar, de la final de la Libertadores…
- Después de lo que pasó en la cancha de River…
- ¿Qué? ¿Al final se jugó? ¿No me diga que perdimos?
- Me está cargando.
- Es que estamos tan metidos en vigilar a los rusos, a los chinos, a los coreanos que no miro ni la tele… Nunca hubo tantos comunistas juntos en la Argentina, créame, solo falta Ho Chi Minh.
- No sé, por qué nombra a los coreanos si el que viene es el presidente de Corea del Sur, no el de Corea del Norte.
- No se olvide que son coreanos.
- ¿Y?
- Son todos iguales. Dice que viene uno y te mandan al otro.
- Es absurdo.
- Absurdo es subestimarlo ¿No vio todas las banderas rojas que hubo sábado y domingo en Buenos Aires?
- ¿Lo dice por los hinchas de River? ¿En serio que no va a decirme una palabra sobre lo que pasó?
- No me diga que se jugó con visitantes como quería Mauricio…
- Hubiese sido una tragedia.
- El día que le hagan caso este país sale del fondo de la tabla, acuérdese lo que le digo.
- Siga haciéndose el desentendido…
- Le juro por la memoria de don Álvaro Alzogaray, que Adam Smith y Ronald Reagan lo tengan en la gloria, que puse el partido para grabar y me fui a dormir.
- ¿Se va a dormir a las cinco de la tarde?
- Es que con el G20 tenemos los horarios cambiados.
- Pero la reunión se hace acá, no en Japón.
- ¿Y eso qué tiene que ver? Nosotros nos acomodamos a los horarios de ellos, ¿está en contra de eso también?, mama mía…
- No estoy en contra de nada, solo le digo que acá las cinco de la tarde siguen siendo las cinco de la tarde.
- ¿No diga? Con razón fuimos a recibir a Piñera a la tres de la mañana y no había nadie en Ezeiza. Menos mal que a Trump lo enganchamos justo.
- ¿Trump ya está en la Argentina?
- Estaba.
- ¿Cómo que estaba?
- La CIA le dijo que había gases, palazos, balas de goma y miles de personas corriendo por avenida del Libertador y pegó la vuelta.
- ¿Y ahora? Debe ser un golpe muy duro para el presidente.
- Tranqui, nadie se va a dar cuenta.
- ¿De qué?
- De que se queda el falso Trump.
- No me diga que van a poner un doble.
- Todavía no sabemos.
- Y claro, alguien siempre se puede dar cuenta.
- Eso es lo menos. El tema es que el tipo no se quiere quedar.
- ¿Cómo que no se quiere quedar?
- Dice que prefiere seguir tirándose de trenes a 200 kilómetros por hora y a hacer equilibrio en los precipicios del Cañón del Colorado para las películas de Hollywood que caminar por Buenos Aires.
- ¿Pero no le dejan parte de la seguridad norteamericana?
- Y el auto que resiste ataques químicos que iba a usar el verdadero Trump.
- ¿Y entonces?
- Nada, le tiene miedo al gas pimenta el muy cobarde. Pero si se quieren bajar que se bajen, una amenaza de bomba menos. El verdadero problema son los chinos.
- ¿También se quieren ir?
- Y llevarse el scanner que permite detectar choches-bomba que íbamos a usar para la final de la Libertadores, malditos vietnamitas…
- Son chinos, no vietnamitas.
- ¿Y usted como se da cuenta, a ver, dígame, ya que se las sabe todas?
- Es que Vietnam no participa de la Cumbre.
- Entonces los podemos invitar así tenemos un chino para la foto. Yo sabía que alguna vez el periodismo militante iba a proponer algo constructivo.
- Eso sería un fraude.
- Un fraude sería que también se vayan la Merkel y Macrón.
- Eso directamente sería un desastre…
- Pero no se preocupe, ya aplicamos nuestro plan de contingencia.
- ¿Y?
- Éxito total. Venga, abráceme, que con Mauricio hasta el Primer Mundo no paramos.
- Espere, no se ponga tan eufórico ¿Qué plan es ese?
- El plan dignidad.
- ¿Y en qué consiste?
- Muy sencillo: El que se quiera ir que se vaya.
- ¿Está seguro de que funciona?
- A las mil maravillas. Les ofrecimos llevarlos a Aeroparque y todo.
- No diga…
- Por supuesto, y además les dijimos que íbamos a trasladarlos en el micro de Boca custodiados por Rodríguez Larreta y Bullrich, que van a escoltarlos en monopatín desde la bicisenda.
- …
- No sabe lo bien que anduvo. Ya avisaron que se quedan a pasar las fiestas en la Argentina.