Columnistas // 2018-10-14
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PANORAMA POLÍTICO
Intrigantes
El Presidente Macri está perdiendo el control político de la alianza que lo sostiene en el poder. La crisis es aprovechada por sus socios para evitar costos y ganar protagonismo. Mientras, en el frente opositor, se demoran las definiciones y el armado político y electoral.


Fuego amigo. Aunque la intriga y la deslealtad son formas deshonestas y degradantes de comportamiento político, el deterioro de la imagen del presidente Macri producto de la profunda recesión económica y la preocupante situación social, aceleran las disputas al interior de la alianza de gobierno para salvar alguna cuota de poder en medio de la crisis. Si estas maniobras quedaran reducidas sólo al círculo de los actores políticos o empresariales y afectasen exclusivamente sus intereses, estas no tendrían mayor interés público. Pero si esa ambición personal o corporativa excede ciertos límites, sus efectos pueden ser destructivos para el conjunto de la sociedad como son algunos de los hechos que acontecieron estos últimos días. A juzgar por la crónica periodística, la diputada Elisa Avelina Carrió ocupó nuevamente el centro de la escena política. Es conocido que el escándalo y la polémica han sido la marca registrada de la legisladora opo-oficialista para llamar la atención de la opinión pública. Con un estilo donde mezcla ambición, inteligencia y escasos escrúpulos con brotes místicos y metafísica de peluquería, ha logrado sobrevivir políticamente, desde su paso como funcionaria de la dictadura hasta llegar a auto designarse “defensora de la República”. Si bien cuesta distinguir en qué circunstancias la chaqueña sostiene a la república y en cuáles solo se trata de vedetismo, egoísmo, intereses personales o partidarios, esta semana sus desplantes verbales contra su socio, el presidente Macri, alcanzaron peligrosos ribetes institucionales. El conflicto, o al menos la excusa que utilizó Carrió, se desató cuando el Ministro Germán Garavano afirmó que “nunca puede ser bueno que un ex presidente esté detenido”, al referirse a las causas judiciales que existen contra Cristina Fernández de Kirchner. “Estos dichos de Garavano son una vergüenza para la República y la división de poderes. Si esto es así, es pasible de juicio político”, amenazó la diputada. Sin embargo el Presidente respaldó a su ministro, y Carrió viendo fracasar su intento de cambiar al funcionario, profundizó la embestida: “Perdí la confianza en el Presidente”, agregando más tarde que Mauricio Macri “Sabe que elige o cae”. Si bien la gravedad de la amenaza, que puso en tela de juicio la autoridad del Presidente, debería horrorizar a las huestes del oficialismo, tan sensibles frente a la oposición cuando se trata de proteger la figura del mandatario, todo terminó cuando Elisa Carrió afirmó que “lo que dije está mañana fue una broma, no condiciono ni disputo autoridad”.

Si todo este acting político y mediático para “cargarse” un ministro fue solo una “broma”, es evidente que todo vale al interior de la alianza de gobierno para sacar ventajas políticas, incluyendo desautorizar o removerle funcionarios al Presidente. Pero en ese tipo de conductas no hay improvisación ni menos aún inocencia. En medio de un país paralizado económicamente y viviendo literalmente “de prestado” con dinero del FMI, es evidente que el último recurso discursivo que aún le genera algo de rédito a la alianza Cambiemos, es el de ser dudosos campeones de la ética y la anticorrupción. Es por ello que Elisa Carrió, consciente de la incidencia que tiene el poder político sobre la justicia, no tolera fisuras en este aspecto. "Cristina Kirchner va a estar presa; hay pruebas de sobra" declaró en su momento, dejando bien en claro que no se trata de una cuestión de justicia sino del último recurso al que apelará el oficialismo si, como resulta evidente, ve amenazada su continuidad en el poder el próximo año. Pero las consecuencias de abrir esa caja de Pandora para llegar con chances electorales al 2019, son tan imprevisibles como el mismo futuro de la alianza Cambiemos.

Unidad. “Vinieron los sarracenos y nos molieron a palos, que Dios ayuda a los malos cuando son más que los buenos” dice un viejo proverbio español que se habría originado en la Batalla de Guadalete, cuando el muy cristiano Don Rodrigo fue derrotado por los musulmanes, allá por el 711. La sencilla sabiduría contenida en este dicho popular podría orientar a sectores de la oposición, en especial a los referentes y organizaciones con mayor poder de movilización dentro del peronismo para que abandonen, en muchos casos, su rol testimonial y se den a la compleja pero urgente tarea de construir un sólido frente programático y electoral. En este sentido, si bien resulta evidente que la fragmentación de las fuerzas opositoras es uno de los grandes recursos con los que cuenta el oficialismo y sus aliados para llegar con posibilidades a las elecciones de próximo año, también es cierto que sólo favorecen a los planes del macrismo aquellos que, siendo parte del movimiento nacional, retacean esfuerzos o esgrimen falsas excusas para demorar u obstaculizar el camino que lleva a la unidad del movimiento. Vocación de poder para construir; voluntad de acordar, en particular con los distintos; inteligencia para negociar, sabiendo que siempre será necesario resignar pretensiones, es parte de la fórmula. No hay espacio para iluminados ni menos aún para vanguardias intrigantes y testimoniales. Es la hora de consolidar un proceso de unidad que, con la mayor humildad y generosidad, abandone la autocrítica y la nostalgia y se movilice en busca del poder perdido. Se trata nada menos que de detener la destrucción del país y luego trabajar en su reconstrucción. Ese es el desafío y el momento es ahora.

Cornejo se queda sin causa contra la Tupac, y se fragilizan las alianzas legislativas. Mano dura, transparencia, eficiencia, orden, son los principales puntales de los discursos y acciones de gobierno de Alfredo Cornejo. Tal es así que para asegurarlo se encargó de tener una Corte Suprema adicta a sus decisiones, y entre otras medidas políticas desacertadas, tomó la decisión de perseguir hasta el cansancio a Nélida Rojas y su familia, la referente mendocina de la Tupac Amaru.

Cornejo siguió el pésimo ejemplo de su par Gerardo Morales en Jujuy, que no sólo promovió la privación ilegítima de la libertad a una diputada del Parlasur, sino que además desmanteló y destruyó toda la obra social de la Tupac Amaru durante años. En Mendoza el papelón jurídico de la causa de Nélida Rojas es igual de patético que en el caso de Milagro, sumando a esto una fiscal irresponsable que se ha tomado de manera personal el objetivo de dejar presa a Nelly y su familia. Sin embargo, los argumentos que sostenían las causas por coacción, asociación ilícita o fraude a la administración pública se van cayendo. La 8va Cámara del Crimen ya afirmó que no hubo asociación ilícita, y el Tribunal de Cuentas de Mendoza en un fallo del pasado tres de octubre y luego de una investigación profunda desde el 2015 al 2017 de las obras de la Tupac sobreseyó a funcionarios cuestionados, y afirmó que no hubo irregularidades respecto al dinero que otorgaba la administración pública. Es decir, descartó que la Tupac se quedara con el dinero proveniente de la Nación y que pasaba por el IPV y municipios para la construcción de viviendas bajo la figura de cooperativas de trabajo.

El rédito político que pretendía sacar Cornejo con esta persecución judicial ya no le rinde lo mismo que cuando comenzó la causa. Los argumentos caen uno tras otro, y en una situación de crisis económica como ésta ya a pocos le interesan los pormenores de un pasado cercano que está más lejano que nunca.

En tanto en la legislatura provincial el oficialismo logró aprobar el Código Procesal Laboral y el régimen del empleado público que establece una oficina de investigación y sumarios para disciplinar a los empleados. Los aliados en la legislatura no trastabillaron en el voto, pero sí debieron incorporar las modificaciones de Guillermo Pereyra del Frente Renovador y de Marcos Niven del PD, porque amenazaron en votar en contra. El que quedó ofendido fue Pablo Priore, sus pedidos no fueron escuchados por el oficialismo y quedaron fuera del proyecto que obtuvo media sanción. Cornejo le hace a los integrantes de Cambia Mendoza lo mismo que Macri al radicalismo a nivel nacional: Entrega muy poco a cambio de mucho y los aliados tensionan con lo que pueden, sin despegarse para no desaparecer políticamente.

Las mujeres se encuentran y fortalecen en Trelew. Este fin de semana comenzó el 33° Encuentro Nacional de Mujeres. Sin dudas el debate de este año ha sido el debate en torno a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, y la discusión de la Educación Sexual Integral, a la cual se oponen los mismos sectores que se oponían al aborto legal, seguro y gratuito.

Sin embargo, hay aún situaciones de urgencia que atraviesan las mujeres y que no reciben respuesta estatal, por eso piden la ley de emergencia en Violencia de Género. Aún en Argentina sigue muriendo una mujer cada 30 horas.

A este encuentro, y desde hace tres años se sumaron las trabajadoras sexuales y las mujeres trans. “Las trans, travas, no binaries, lesbianas y bisexuales queremos amar y desear sin ser discriminadas, juzgadas ni estigmatizadas y que nuestros besos revolucionen las plazas, las casas y las camas”, afirman en el documento que armaron en el encuentro.

Sin dudas, tal como lo interpretan las miles de mujeres que se encontraron en Chubut, el movimiento organizado de mujeres y los feminismos conforman el factor social y político con más potencia transformadora en toda América Latina. Ahora, las mujeres deberán consolidar estrategias conjuntas que profundicen la deconstrucción, y que impidan la subordinación de este movimiento a ideas fundamentalistas, dogmáticas o simplemente, machistas.

  


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