Columnistas // 2018-09-19
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Lilita


 

- Qué hace con esa sierra ¿No es peligroso?

- Se acabó el gradualismo bolchevique ¿Todavía no se dio cuenta?

- Si, pero esto es demasiado.

- Siempre es poco cuando de cortar se trata.

- Creo que se le está yendo la mano.

- ¿Le parece?

- Primero quiso cortarme un brazo con un hacha, después ahogarme con una escafandra y ahora...

- No se preocupe. No gasta nada. Es Made in Taiwan y funciona a energía solar. Mire.

- No hace falta que la encienda...

- Venga. No se aleje. Queremos cerrar la grieta...

- Una sierra divide, separa, corta, pero no une.

- Uy mamita. No le alcanzó con la filosofía que ahora empieza a guitarrear con la psicología. Este país no tiene futuro...

- Pero...

- No insista. Ya se lo dije: Freud ha muerto.

- ¿No era Dios el que había muerto?

- Si, también. Y Freud, Lacan y Jung. Todos muertos y enterrados.

- ¿Y?

- No sabe la guita que ahorraríamos los argentinos si los psicólogos lo asumieran de una buena vez.

- ¿Por?

- Por lo que cobran la sesión. La gente ya no llega a fin de mes, querido, despabilase.

- Yo diría que no llega a fin de mes porque no dejan de subir los alimentos, el transporte, los servicios...

- Ah bueno, si el señor quiere darse el lujo de tirar la plata por la alcantarilla del inconsciente es problema suyo, pero después no se queje.

- No se trata de eso. Se trata de la salud pública.

- ¿Qué? No me diga que volvió el Ministerio de Salud...

- No.

- Uff, que alivio. La tentación populista es tan grande que no podemos confiar ni en Dujovne...

- ¿Dujovne es populista?

- ¿Va al psicólogo?

- ¿Y eso que tiene que ver?

- Si va al psicólogo es populista. Tan sencillo como el filo de esta sierra eléctrica.

- No se acerque que me puede lastimar.

- Mírelo de este modo. La vida es simple. Es un derroche de recursos pasarse todo el día buscándole la quinta pata al Superyó.

- Al gato.

- ¿Qué, a Freud también le decían gato?

- No. No sé, qué importa eso...

- Tiene razón. Lo que importa es que con el complejo de Edipo nos dejó al borde del colapso.

- ¿Por?

- Setenta años de subsidios, asignaciones, planes por no cortar el cordón umbilical con el Estado, y todo justificado en la maternidad, la niñez y no sé cuántas cosas más...

- No son “cosas…”

- Si usted cuando se levanta mira por la ventana y repite: “Sí se puede, Sí se puede, Sí se puede...”, todo junto y sin respirar, no necesitaría ir al psicólogo.

- Está diciendo una barbaridad.

- Y si repite el procedimiento antes de almorzar y al irse a dormir le aseguro que en poco tiempo sería un hombre del libre mercado: sin culpas, sin deudas, sin escrúpulos...

- Bueno, los escrúpulos son necesarios...

- Para eso tenemos esta sierra.

- ¿Para qué?

- Con Lilita, Dujovne...

- ¿Con qué Lilita?

- Con la sierra, de qué estamos hablando...

- ¿Le puso Lilita a la sierra?

- ¿No le dije?

- No.

- Asociación libre. Se me acaba de ocurrir.

- ¿Y con que lo relaciona?

- Corta, divide, hace astillas hasta del mismo palo ¿Se le ocurre un nombre mejor?

- No. Está bien. Siga.

- ¿Se da cuenta que el psicoanálisis no lo lleva a ningún lado? Le decía. Con Lilita cortamos el presupuesto, la planta de los ministerios, las tarifas, los subsidios... Ya la mira con otros ojos, ¿eh?...

- A usted es a quien miro. Cuando habla de la sierra tiene la mirada extraviada...

- Eso le pasa por ir a terapia. Tanto darle vuelta a las cosas que al final le tiene miedo a la verdad.

- A la verdad no, a usted con esa sierra en la mano.

- Venga, tóquela, que Lilita cecea pero no muerde...

- Pero puede hacer mucho daño...

- Como dijo el poeta: Si no me pongo loco, no hay ningún peligro.

- ...

- ¿Le doy una primicia?

- Por favor.

- Lilita se suma al timbreo.

- ¿Van visitar a los vecinos con una sierra eléctrica?

- Impresionante, ¿verdad?

- Delirante.

- Y dale con el psicoanálisis, y dale con el psicoanálisis. Acá no hay delirios ni trastornos ni neurosis ni nada. Lo único que hay acá son gastos y hay que cortarlos, hacerlos añicos, exterminarlos...

- Ya, ya, ya... Con el escritorio no...

- ¿Se da cuenta? Antes el escritorio era para usted solo. Ahora que son dos...

- Pero así es un pedazo de madera rota, no sirve para nada...

- Así es el mundo, viejo. Dos medio-escritorio para dos periodistas. O mejor, dos medio-escritorio para que usted pueda trabajar como dos periodistas. Ni el deseo le daría tanto.

- Pretende explotarme...

- Eso era antes.

- ¿Y ahora?

- Ahora solo nos queda cortar, cortar y cortar ¿Me alcanza la notebook?  


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