¿Qué hace vestido así?

- Ya lo dijo Mauricio: estamos atravesando una tormenta.

- Pero es necesario el pilotín, el paraguas, las botas de payaso…

- En la Argentina se acabó la improvisación, amigo. Tenemos el mejor equipo de los últimos cincuenta y dos años, no se olvide.

- ¿No eran cincuenta?

- Es que la etapa del populismo-gradualista del primer Mauricio no la contamos.

- ¿Puede cerrar el paraguas? Casi me saca un ojo.

- Imposible.

- Le recuerdo que estamos bajo techo…

- El mundo cambió, querido. Ahora llueve también adentro.

- ¿Usted dice porque nos está entrando agua por todos lados?

- No se haga el chistoso que el último gran capo-cómico que tuvimos en la Argentina fue la doctora Carrió y ya no está entre nosotros.

- No me diga que…

- Nooo. Dios la proteja, que sin ella no denunciamos más a nadie. Lo que quiero decir es que momentáneamente está fuera de servicio.

- ¿Y eso?

- La doctora es como los gatos, le tiene terror al agua. Pero que se queden tranquilos los argentinos, en cuanto amaine el temporal la tenemos de nuevo entre nosotros. Y en versión mejorada, se lo aseguro.

- ¿Cuál versión sería esa?

- Denunciando la corrupción, la pobreza, la mortalidad infantil, el apriete a los jueces y a los gobernadores, la censura y la inflación, pero no la nuestra, la de los otros ¿Entiende?

- Volviendo a lo nuestro. No creo que un paraguas tan chiquito ayude mucho.

- Ah bueno, apareció el hippie con Osde. Si quiere un paraguas con piel de cocodrilo allá usted. Nosotros somos un gobierno austero.

- Pero apenas le cubre la cabeza. Es un paraguas de circo. Y el pilotín es una bolsa de consorcio pintada con aerosol amarillo…

- ¿Quiere que le diga la verdad? Juliana mandó a diseñar a Paris un kit bien top. Botas, paraguas, pilotos, todo muy pro, pero por Cristina se frenó todo…

- ¿Por la ex presidenta?

- No, Lagarde. Se le plantó a Mauricio durante la cena del otro día y le dijo que el FMI no iba a permitir, bajo ningún concepto, que un país bananero como este se lleve los mejores diseños dejándolos a ellos, los inventores de la moda, sin nada.

- Parece que se enojó.

- Es una mujer de carácter fuerte.

- ¿Y el presidente que dijo?

- Se puso furioso.

- Que momento.

- No se imagina. Yo pensé que se nos caía el acuerdo y más que tormenta se nos venía un tsunami.

- ¿Usted estaba ahí?

- Por supuesto.

- Pero en las fotos del encuentro se los ve cenando solos…

- ¿Vio el mozo que se agacha a limpiarle el zapato a Cristina?

- No.

- Bueno, ese era yo. La gente ya sale con la bolsita cuando saca al perro.

- En fin ¿Me va a contar qué respondió el presidente?

- Estuvo durísimo.

- Eso ya me lo dijo, lo que quiero saber es qué le contesto exactamente.

- Si, Cristina.

- ¿Y eso es durísimo?

- Es que se lo dijo en un dialecto del sur de Italia.

- ¿Y eso qué tiene que ver?

- Qué ella no entendió nada y se puso furiosa. Agarró el teléfono y gritó: frenen la guita.

- ¿Lo dijo en inglés?

- No, en francés. En inglés dijo: a estos no le damos un choto.

- Se puso grosera.

- Nahhh que ver. Cristina es una dama. No le damos un chotoó quiere decir “evaluemos el programa de facilidades extendidas”.

- Cómo sea, tuvieron que improvisar.

- Tranquilo, le traje un kit anti tormenta para usted.

- Paso, gracias.

- Pero no de este. Sino del que nos va a proveer el Ejército.

- ¿El Ejército?

- Ya lo dijo Mauricio. Las Fuerzas Armadas tienen que colaborar en la seguridad interior.

- Eso es espantoso. Nos remite a los peores momentos del país.

- A usted nada le viene bien, ¿eh?

- No se trata de si me viene bien a mí o no, de lo que…

- Ya, ya, ya… Ahórrese la diatriba populista que se me acabó el tiempo. Tengo que revisar la lista de pasajeros.

- ¿La lista de pasajeros?

- Si, la lista de pasajeros. Si estamos en medio de una tormenta, la Argentina es un barco ¿Me sigue?

- Maso.

- Y si la Argentina es un barco…

- No me diga que somos el Titanic…

- Usted sí que tiene malicia, ¿eh? Somos un crucero que navega por los azules turquesa del Caribe, ¿le gusta?

- Es poco creíble.

- ¿Me deja terminar?

- Por supuesto.

- Si somos un crucero que navega por el Caribe tenemos una lista de pasajeros ¿Vamos bien?

- No entiendo a dónde quiere llegar.

- A que hay muchos que dicen que están en la lista y jamás se subieron al barco.

- ¿No le habrán dado la lista de aportantes truchos?

- ¿Sabe que sí? Tiene razón. No, no me diga nada que necesito cambiar la lista antes que nos tape el agua. Hasta la próxima.