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- Quería preguntarle por el acuerdo con el Fondo, pero antes tengo que ir al baño.
- Tengo que consultar.
- ¿Qué cosa?
- Si puede o no puede.
- No me diga que no está autorizado a hablar del FMI.
- No es por eso. Es por lo otro.
- ¿Por lo otro?
- ¿Va a hacer lo primero o lo segundo?
- ¿Cómo?
- ¿Parado o sentado?
- ¿Perdón?
- ¿Papel o bidet? ¿Tolla o carilina? ¿Fósforo o desodorante de ambiente?
- Me quiere decir qué le pasa…
- Ya le dije: tengo que consultar.
- Pero sólo quiero ir al baño.
- Precisamente.
- Mire, hace quince años que estoy acreditado en la Casa de Gobierno y nunca tuve que pedir permiso para ir al baño.
- Por más que haga una escena de niño-populista no lo van a dejar pasar.
- ¿Me puede soltar el brazo?
- SI se queda quieto, sí.
- Cómo me voy a quedar quieto si me estoy meando.
- Agarrando un megáfono y gritando contra Israel no va a conseguir nada.
- Yo no tengo ningún megáfono ni grito contra nadie, lo único que quiero es ir al baño.
- Uy, mi Dios. Es más pedigüeño que Caputo y Dujovne juntos.
- Todo lo que usted quiera, pero no aguanto más.
- Eso no lo habilita a la intolerancia, a la destrucción del que piensa distinto, a la falta de respeto por la autoridad…
- Yo no le falto el respeto a nadie, lo único que quiero es que me suelte el brazo y me deje ir.
- ¿Y cómo piensa pasar el retén?
- ¿Qué retén?
- El del Ejército ¿No lo vio?
- ¿Qué hacen esos soldados en la puerta del baño?
- Cuidan a los argentinos, ¿qué otra cosa van a hacer?
- ¿En el baño?
- Sí, en el baño. Y no me venga con los derechos humanos que se va a hacer encima.
- Si quiere lo discutimos después, pero ahora déjeme ir.
- Como quiera, pero le advierto que si no lleva la papeleta con mi firma pueden abrir fuego.
- ¿Está loco? ¿Cómo que me van a disparar?
- En eso tiene razón. Ayer pusimos cuatro granaderos pero Pato no quiso saber nada.
- ¿Por?
- Dice que con esos sables se nos van a mear en la cara. Perdón si lo hago acordar.
- Pero…
- ¿Sabe qué pasa? Damos muy tercermundistas ¿vio? El mundo nos está mirando y no podemos dar a atraso justo ahora, usted me entiende.
- Lo único que entiendo es que no voy a seguir esperando.
- Si usted quiere violar la ley, es cosa suya.
- Gracias. Ya vuelvo.
- Pero antes le tengo que firmar la autorización.
- Bien. Hágalo. Me está empezando a doler.
- No puedo.
- ¿Qué es lo que no puede?
- Firmar. Se lo dije desde el principio: me tienen que autorizar.
- Pero me estoy haciendo encima.
- Y bueno, es parte del crecimiento.
- ¿Mearse es parte del crecimiento?
- Depende. Si lava la ropa a mano, sí. Ahora, si va a volver al pasado y a usar el lavarropas por cualquier cosa va seguir siendo un niño-populista.
- Es un disparate.
- No me haga una escena que el mundo nos está mirando.
- Yo no veo a nadie acá además de usted y yo.
- Y los soldados.
- Si, y los soldados.
- Bueno.
- ¿Bueno qué?
- Lo que le dije, el mundo nos está mirando.
- ¿Está insinuando que además de militarizar la entrada al baño también pusieron a espiar al Ejército?
- ¿Cómo le gusta el amarillismo, eh?
- Es usted el que lo acaba de decir.
- No me empiece con el melodrama de nuevo, ¿quiere? Lo que le acabo de decir es que firmamos un acuerdo con el mundo civilizado y lo vamos a cumplir.
- ¿El acuerdo incluye pedir permiso para ir al baño?
- Y dale con el periodismo militante. Titule como quiera.
- No se trata de poner un título, sino del derecho a no hacerme encima.
- Ay el derecho de no hacerme encima, el derecho de no hacerme encima. El mundo funciona de otra manera mi amigo.
- ¿Cómo?
- Cumpliendo las normas.
- ¿Y entonces?
- Entonces tengo que pedir autorización.
- Bien, pídala que no aguanto más, por favor.
- Va a tardar un poco.
- Pero yo no puedo esperar más.
- Eso dicen todos y mire cómo dejaron el país.
- ¿Se puede apurar el trámite?
- ¿Me quiere coimear? Mire que acá se acabó la marroquinería.
- ¿La marroquinería?
- Claro, las valijas de Antonini Wilson, los bolsos de López, las carteras de Cristina…
- Me deja ir al baño o me hago acá mismo.
- El piquete y la extorsión también se acabaron, le comento. Y no hace falta que mueva así las rodillas.
- Es que no puedo más.
- Aguante, que el futuro es nuestro.
- ¿En serio no puede apurar el trámite?
- Lo voy a intentar.
- ¿Qué tiene que hacer?
- Muy fácil. Yo pido autorización a la Jefatura de Gabinete, la Jefatura de Gabinete a la Presidencia, la Presidencia al Directorio Ejecutivo del FMI, el Directorio Ejecutivo del FMI a Lagarde, Lagarde a Trump y Trump al Pato Donald. Qué lindo es formar parte del mundo, ¿se da cuenta?
- …
- Espere ¿Qué hace? Mire que eso no es una planta, es Bergman disfrazado de árbol.
- Listo. Ahora puedo esperar su autorización.
- Así nunca vamos a salir adelante.