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- Usted ponga las manos así…
- …
- No, no, así no. Así.
- …
- No, no, no… Mi Dios, lo que es el derroche populista.
- ¿Qué estaría derrochando?
- Energía.
- Cómo podría…
- Mientras sigue discutiendo seguimos gastando.
- ¿Qué cosa?
- Calor, energía, aire, tiempo. Todo.
- Pero…
- No me interrumpa. Está temblando, le va a dar una neumonía y nos va a terminar saliendo más caro.
- Con el frío que hace acá estoy congelado.
- Entonces haga lo que le digo y no discuta más. Las manos van así, en forma de cuenco.
- ¿Así?
- Exacto. Ahora abra un poco la boca y acérquela a las manos, con los labios hacia afuera.
- …
- Más cerca que sino no funciona.
- …
- Ahí me gusta más. Saque los labios hacia fuera. Así, como si le fuera a dar un piquito a Lagarde.
- …
- Vamos hombre que no le va a pasar nada. Nosotros lo hacemos todos los días y acá estamos.
- Tengo el frío metido en los huesos ¿Mientras me explica no puede encender un ratito la calefacción?
- ¿Está loco? El FMI es implacable con los traidores.
- Estoy temblando.
- Y bueno el Estado no se puede hacer cargo de todo. Está grande para poder ocuparse de sus cosas.
- Pero…
- Si sigue hablando es peor. Acerque un poco más la boca a las manos y dispare de una vez.
- ¿Disparar? ¿A quién? ¿A dónde?
- Exhale. Exhale. Exhale.
- …
- No tan fuerte. Con gradualismo. Así. Así. Así.
- …
- ¿Espectacular no?
- ¿Qué cosa?
- No me va a decir que el calor no le recorrió todo el cuerpo. Tiene otro color. Hasta me parece ver una gota de sudor cayéndole por el cuello.
- Tengo más frío que antes.
- Repita el procedimiento desde el paso 1. El método de Mauricio es infalible, créame.
- Pero apenas siento alivio en las palmas de las manos.
- ¿Y qué pretende?
- No tener frío. Eso pretendo.
- Métaselo en la cabeza, no podemos ir por la vida satisfaciendo los caprichos de todo el mundo. Que universidad para los pobres, que la luz, que el gas, que las vacaciones. Así no hay economía que aguante ni fondo buitre que nos preste.
- Yo no tengo ningún capricho. Lo único que pretendo es que encienda la estufa.
- Eso ni pensarlo.
- ¿Por?
- Porque en la Argentina se acabó la joda, querido.
- A usted le parece que…
- ¿Usted cree que es fácil? ¿Piensa que tenemos la barita mágica y que Mauricio hace PUM y…?
- No repita lo de la barita mágica que no fue muy feliz.
- ¿Y lo de la señal de la cruz?
- Tampoco.
- ¿Y la lamparita LED?
- Menos.
- ¿Y lo de María Eugenia diciendo que las universidades no son para los pobres?
- Brutal.
- Cómo creció María Eugenia, ¿vio? Al principio era medio socialista, pero ahora nos hizo emocionar a todos.
- Hizo enojar a mucha gente que votó a Cambiemos.
- Y bueno, vamos a seguir vetando entonces.
- ¿Qué es lo que van a vetar?
- Todo.
- ¿Cómo van a hacer para vetar mi decisión de prender la estufa?
- Cuando vea la factura se va a dar cuenta.
- Pero la gente va a prender la estufa igual.
- No sea alarmista. Ya lo dijo la doctora Carrió: paramos el golpe institucional.
- ¿Qué golpe?
- El que quería imponer un régimen comunita-maoista-kirchnerista-iraní.
- ¿Y eso?
- No se haga el desentendido. Usted sabe que detrás de esa locura de prender la estufa cuando se le canta, tomar el colectivo todos los días y reventar el changuito del supermercado se esconden los enemigos de la democracia.
- Está un poco paranoico.
- El pueblo nos ama, pero siempre hay un enemigo que se esconde entre la gente de bien.
- Me rectifico: no está un poco, está totalmente paranoico.
- Usted haga todo el amarillismo que quiera, la gente de bien está con Mauricio.
- No se trata de estar…
- Hasta le hicieron una canción, ¿sabía? Mauricio lloró de emoción.
- ¿Qué canción?
- Ahí va el Capitán Veto / por el espacio / con su nave de fibra hecha en Washington / ayer CEO /hoy amo entre los amos del ahorro.
- Pero es un mal plagio del tema de Spinetta.
- No le permito.
- ¿Me va a decir que no es el tema de Spinetta?
- No, en eso tiene razón. Pero que el plagio es malo destila odio populista.
- ¿Va a prender la estufa o no?
- No.
- Entonces me voy. No puedo trabajar en estas condiciones.
- Si quiere calor váyase a vivir a Cuba, allá hace calor todo el año.
- No me parece una respuesta adecuada.
- Tiene razón. Discúlpeme. Si la gente sigue derrochando los dólares en el Caribe, cómo vamos a pagarle al FMI.