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-Un poquito para acá.
- …
- No, no, ahí no. Acá.
- Pero…
- Póngase flojito que yo lo llevo.
- No entiendo…
- Ahora hable.
- Si deja de moverme…
- Un poco más alto.
- ¿Más qué?
- Para adentro no, que parece Dujovne explicando cuándo va a bajar la inflación.
- Me quiere decir qué está haciendo.
- Ahí se escucha mejor. Ahí va.
- No me diga que está grabando nuestra charla.
- Usted relájese y goce de la nueva Argentina.
- Pensé que solo grababan las conversaciones telefónicas.
- ¿Y eso qué gracia tiene?
- Ninguna. Es una violación a la intimidad y un acto…
- Ya, ya, no empiece con la verborragia populista que me duele la cabeza.
- Es una falta de…
- Le dije que me duele la cabeza.
- ¿Y qué quiere que haga?
- Que hable más bajo, me retumba todo.
- Entonces apague el micrófono.
- No se ponga paranoico que esto no es Black Mirror.
- Se le parece bastante.
- Usted diga lo que quiera, pero la gente quiere saber.
- ¿Qué cosa quiere saber?
- Todo. Qué piensa la ex presidenta, qué come la ex presidenta, a qué hora se acuesta la ex presidenta, a quien putea la ex presidenta…
- ¿No es mejor preguntárselo?
- Usted sí que es aburrido, eh.
- No se trata de ser aburrido …
- Ya, ya, ya. No empiece de nuevo ¿sí? Y no se preocupe, que con lo denso que se pone duerme, usted duerme hasta a la CIA.
- ¿A quién?
- Corten, corten, corten… Este es un plomazo.
- …
- Le digo una sola cosa: la revolución de la alegría es una sola vez en la vida. No la deje pasar.
- A mí, no me provoca ninguna alegría que me estén escuchando.
- A Mauricio sí. Y no sabe cómo se divierte. Se pasa más horas con las grabaciones que jugando al paddle.
- Pero eso es ilegal.
- Por las pieles de María Julia, que denso que vino hoy…
- …
- No se amargue. Yo antes era parecido a usted.
- ¿Y qué le pasó?
- Empecé a mirar a mi alrededor, a aprender de aquellos hombres y mujeres que hacen que la vida sea una carcajada permanente.
- ¿Por ejemplo?
- Bergman, Bullrich (Esteban, claro), el propio Mauricio…
- Bue…
- Todos tenemos algo que nos hace reír, por eso escuchamos a todos, sin discriminar a nadie.
- Dicho así, suena temerario.
- Mauricio es el primer presidente del mundo que escucha a todo el mundo. No se lo olvide. Los yonis son un poroto de soja al lado nuestro.
- ¿A de todo el mundo?
- A todo el mundo.
- ¿No solo a la ex presidenta?
- Eso es para la gilada, para alimentar a las fieras, como dice el gran Durán Durán.
- Me cuesta creer que lo puedan hacer en Estados Unidos, por ejemplo.
- Argentina es una potencia mi amigo, despiértese. No vio que el otro día Mauricio lo llamó a Trump.
- Si, por los aranceles al acero y al aluminio.
- Esa fue la excusa, si sigue leyendo Clarín nunca va a entender nada.
- ¿Entonces?
- Lo estábamos grabando.
- ¿Qué pueden sacar de una charla como esa?
- De todo.
- ¿Por ejemplo?
- Piropos, chiste verdes y secretos de Estado a sus secretarias.
- Me parece que están jugando con fuego.
- Algo del fuego dijo, pero eso fue al final de la charla, cuando se avivó.
- ¿No le dije?
- Tranquilo, brother. Mauricio también sabe ponerse malo.
- ¿Por?
- Le dijo que si quería hablar por las malas les íbamos a mandar a las quinientas mil mujeres que marcharon acá el 8M.
- Pero precisamente las mujeres no quieren que las manden…
- No se olvide que Mauricio es el primer presidente feminista que tenemos.
- Me parece que en la marcha decían otra cosa…
- No se olvide que le gusta disfrazarse de Fredy Mercuri.
- Eso no tiene nada que ver.
- No se olvide que tiene un gabinete lleno de mujeres rutilantes: la Bullrich, la Stanley, la Tuñez…
- Se está yendo por las ramas ¿Qué pasó con Trump?
- Arrugó enseguida. Dijo que estaba todo bien, que para qué estaban los amigos, que iba a hacer de cuenta que no había pasado nada.
- ¿Tanto miedo tiene a las mujeres?
- Parece que sí, porque al final comentó que como no iba a atacar Corea del Norte todos los misiles nucleares iban a apuntar para acá.
- Pero eso es horroroso.
- Depende.
- ¿Depende de qué?
- Mientras no apunte para donde vamos a hacer el timbreo por la reelección no hay problema.
- ¿Quién puede pensar en el timbreo, en la reelección, cuando la primera potencia mundial nos amenaza con un arsenal nuclear?
- Nosotros, obvio. Siempre vamos un paso adelante.
- Es espantoso que la máxima autoridad del país…
- ¿Me disculpa? La seguimos el miércoles. Me tengo que ir a preparar la próxima llamada.
- Espero que no sea a China.
- Quédese tranquilo. Vamos a llamar a Lagarde, las mujeres también merecen su oportunidad.
- ¿A la directora del FMI?
- La misma.
- Pero si el viernes se reúne acá con el presidente.
- No insista, la igualdad de género es un principio irrenunciable para nosotros.
- Mire que si se enoja vamos a sufrir más que con los misiles de Trump.
- Calma radicales, calma. Que tenemos todo controlado.