Columnistas // 2018-02-07
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Condenados al éxito
Este país no tiene arreglo


Qué colorete, mi amigo. Ya lo estaba extrañando.

- Me vinieron bien las vacaciones.

- Con ese color Caribe, no estuvo en Mar Chiquita.

- No lo entiendo.

- Parece que con la revolución de la alegría no le va tan mal como escribe.

- Empezó el año picante.

- ¿Qué quiere que le diga? El señor hace periodismo militante pero veranea en Aruba.

- Yo no veraneo en Aruba.

- Bueno, en Cuba, es lo mismo. Hippie con Osde.

- Tampoco. Y hago periodismo. A secas.

- Como sea. No puede negar que la marea del cambio lo arrastró a playas paradisíacas.

- Me fui dos semanas a la costa, a Las Grutas.

- Ah bueno, el señor veranea en el país y se queja. El populismo es un lamento permanente, no hay nada que le venga bien.

- Yo no me estoy quejando.

- Se puso nervioso cuando le hablé de Aruba. Típica escena del argentino niño-populista. No tolera la frustración.

- No me puse nervioso ni estoy frustrado por nada.

- Entonces admita que se fue a Las grutas y listo.

- Y si fui yo quien se lo dijo.

- Pero lo dijo así.

- ¿Así como?

- Así, con los hombros caídos, turbado, como si le diera vergüenza.

- ¿Cómo me va a dar vergüenza?

- Eso parece.

- ¿Y como esperaba que se lo dijese?

- Así.

- ¿Así cómo?

- Así. Mentón arriba, sonrisa ancha a lo Rodríguez Larreta, mirada soñadora a lo Mauricio.

- Pero a mí no entrena Duran Barba.

- Uhhh, que chicanero que volvió, mi Dios. Vamos a tener un año difícil.

- Ya lo creo.

- ¿No ve lo que le digo? Recién llega de darse la gran vida en la playa, de estar tirado al borde la piscina con un mozo sirviéndole Daiquiri y el señor se queja.

- No estuve en un all inclusive. Me fui en carpa.

- ¿En qué?

- En carpa. A un camping.

- Con razón sentía mal olor ¿No se pudo bañar?

- Por supuesto que sí. Todos los días.

- Uf, que alivio. Usted sabe que a Mauricio no le gustan los olores fuertes.

- Me imagino. Todavía me acuerdo cuando el año pasado hizo las reuniones de gabinete en el baño.

- Ni me lo recuerde. Ahí empezó todo.

- ¿Qué cosa?

- Lo de la sirvienta de Triaca.

- ¿En serio?

- Se lo juro por la hermana K de Patricia Bullrich.

- ¿Patricia Bullrich tiene una hermana kirchnerista?

- No.

- ¿Entonces?

- Nosotros decimos siempre la verdad…

- Ya, ya, ya… Lo que no entiendo es que tiene que ver algo que pasó hace seis meses con los insultos de Triaca.

- Es que usted sabe como son estos, le das la mano y se toman en codo.

- Sigo sin entender.

- El gordo la trajo a limpiar el baño de Casa Rosada y la tipa empezó con los reclamos.

- A lo mejor quería que le paguen por ese trabajo también.

- Eso hubiera sido fácil.

- ¿Le hubieran pagado?

- No, la hubiéramos despedido directamente.

- ….

- La muy zorra decía que no podía llevar en la cartera la escobilla con que limpiaba el inodoro y todas esas cosas que le enseñó Perón.

- ¿Qué tiene que ver Perón con todo esto?

- Les dio el pescado pero no les enseñó a pescar. Eso tiene que ver.

- Pero si Sandra…

- Sandra: haceme un favor, andate a la con…

- Espere, espere ¿Qué le pasa?

- No me la nombre que me pongo loco.

- ¿Y a usted que le hizo?

- Como se nota que estaba dándose la gran vida frente al mar mientras la democracia estaba en peligro.

- ¿No está exagerando?

- Casi cae el gobierno, créame.

- No lo creo. Pero al margen de eso es inaceptable que un ministro…

- ¿Inaceptable? Inaceptable es el estrés que le causó a Mauricio. Tuvo que refugiarse en Villa La Angostura del bajón que tenía.

- Pensé que se había ido de vacaciones.

- Pamplinas, Eso fue para la gilada, para que no cunda el pánico.

- Entonces hubo una crisis en serio.

- ¿Y qué le dije? Pero no se preocupe, ya pasó. Ahora se toma un buen descanso y recuperamos al Mauricio el siempre.

- ¿No me diga que el presidente se toma de nuevo vacaciones?

- ¿Y qué pretende, que le dé un paro, una hemiplejia, un ACV? ¿Qué pretende, la destrucción total, que Michetti sea presidente? ¿Eso es lo que quiere?

- Cálmese, no se ponga así.

- ¿Y cómo quiere que me ponga? Con gente como usted este país no tiene arreglo.

- Si usted lo dice…

- Un país donde no se puede mandar a la concha de su madre a la que hace la limpieza no tiene futuro, créame.

- Sigue exagerando.

- ¿Exagerando? Acaso tiene futuro un país donde la Sociedad Rural no te pueda regalar 500 lucas porque sos un buen tipo o donde la policía no pueda cagar a balazos a un chorro o donde no se pueda aumentar la nafta y el colectivo todos los meses ¿Le parece podemos tener futuro así?

- Y no, así no.

- Entonces está de acuerdo conmigo.

- No. Haciendo todo lo que a usted le parece bien es que no tenemos futuro. Eso es lo que creo.

- Uhh, me parece que usted no fue a Las Grutas, fue a Cristilandia, que es como Disney pero con billetes que tienen la cara de Lázaro Báez.

- Solo le estaba dando mi opinión.

- Menos mal que gobernamos nosotros y no ustedes, mamita. Y ahora me disculpa, tengo que ir a sacarme sangre.

- ¿Le pasó algo?

- No. Es la prueba que hacemos todos los funcionarios del gobierno para demostrar que no tenemos lazos de sangre entre nosotros.

- ¿Y eso para qué?

- Parece que en las vacaciones no leyó los diarios. En la Argentina se acabó la joda, viejo. Se acabaron los familiares en el gobierno, los amigos en el Estado, las amantes como secretarias.

- ¿Y para eso necesitan hacer análisis de sangre?

- Obvio. Vamos a construir el árbol genético de todos los que trabajan en el Estado. Al primer contacto, no importa lo lejano que sea, puf, para afuera.

- Suena a limpieza étnica.

- Si, si, limpieza vamos a hacer. Y ahora me voy porque si sospechan que no quiero hacerme el análisis me rajan a mí también. Y a ver si la semana próxima viene de mejor humor, que el país necesita buena onda. Chao.


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