_

Los abusos sexuales cometidos por jerarcas de la iglesia fue uno de los asuntos más sensibles durante su visita a Chile y Perú, por lo cual declaró sentir “vergüenza” y pidió perdón. También se destacan los encuentros con las comunidades mapuches y con los pueblos originarios de la región amazónica.
Una vez más el Papa utilizó el concepto ancestral del “buen vivir” de las comunidades originarias, que supone el cuidado de la “casa común” donde están incluidos el ambiente natural, con sus habitantes y su cultura. Además, pidió defender la región "de los nuevos colonialismos".
El Papa Francisco junto a pueblos originarios del Amazonas, Perú.
El Papa Francisco junto a comunidades mapuches en Chile
Entre sus preocupaciones centrales se encuentra el futuro de la paz mundial. Por eso, al hablar con los periodistas que lo acompañaron en el avión desde Roma, el Papa dijo “tengo miedo de una guerra nuclear, estamos al límite”.
Geopolítica de la Paz
El pontífice distribuyó a los periodistas que lo acompañaban una foto tomada en Nagasaki (Japón) tras la bomba atómica de 1945 con la leyenda “el fruto de la guerra”.
Un niño espera su turno en el crematorio con su hermano muerto en la espalda, después del bombardeo atómico en Japón
Durante su mandato sus acciones han estado vinculadas a la búsqueda de la paz mundial. Su participación fue clave para el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba. Por otro lado, el pontífice fue considerado un “garante” por parte del gobierno de Colombia y de las Farc para poder continuar un proceso de paz. Asimismo, expresó su voluntad y accionó por el avance del diálogo entre gobierno y oposición en Venezuela.
También fue mediador discreto entre Obama y Putin en la crisis de Siria, trabajó para favorecer el acuerdo nuclear con Irán y hoy le preocupan las bravuconadas de Donald Trump y de Kim Jong Un por la crisis en Corea del Norte. De ahí su insistencia para que los poderosos del mundo concreten acuerdos que tiendan al desarme nuclear.
Francisco ha iniciado también una nueva fase de colaboración dentro de la cristiandad con el histórico encuentro con el patriarca ortodoxo ruso Kirill, muy cercano al líder ruso Putin. El Papa y Kirill se encontraron en 2016 en Cuba, en la que fue la primera reunión de los líderes de las dos iglesias tras el cisma del año 1054. Luego visitó Suecia durante la conmemoración de los 500 años de la Reforma luterana, que separó a los cristianos de Occidente en católicos y protestantes. Para nombrar un solo ejemplo más, también se percibe desde hace un tiempo, un acercamiento entre el Vaticano de Francisco y la China de Xi Jinping. Como vemos, la geopolítica de la paz es global y, uno puede arriesgar, multipolar.
El papa Francisco y el patriarca ortodoxo ruso Kirill, en el primer encuentro de los líderes de las dos Iglesias luego de mil años de separación.
Dioses y demonios
El Papa habla con documentos, discursos, gestos y acciones. Un ejemplo claro es la encíclica “Laudato si, sobre el cuidado de la casa común”, donde propone una ecología integral, que contemple el ambiente natural y social, protegiendo al mismo tiempo la naturaleza y a los pobres y excluidos del mundo. Esto se combina con una crítica al paradigma tecnocrático y al sistema financiero, que prioriza el lucro individual frente al respeto por la vida.
“El ambiente humano y el ambiente natural se degradan juntos, y no podremos afrontar adecuadamente la degradación ambiental si no prestamos atención a causas que tienen que ver con la degradación humana y social”. Laudato Si.
El sistema de valores que difunde Francisco tiene que ver con la defensa de la vida y la naturaleza. Una política de defensa de las periferias y de combate al terrorismo militar y financiero. “Hay un terrorismo de base, que emana del control global del dinero sobre la tierra y atenta contra la humanidad entera”, es una de sus frases.
Francisco ha dicho: “El dinero es el excremento del diablo”. En otra ocasión expresó que “el diablo entra por el bolsillo, siempre”. El pontífice también ha criticado "un cierto liberalismo que cree que sea necesario primero producir riqueza, no importa cómo, para después promover alguna política redistributiva por parte del Estado". El Papa ha advertido que no se puede tolerar “que los mercados financieros gobiernen la suerte de los pueblos en vez de servir a los necesitados”.
Los escritos y los dichos del Papa están en sintonía con la Doctrina Social de la Iglesia y sus críticas van al corazón del modelo neoliberal. Francisco tiene un compromiso con la construcción de un mundo más justo. Para eso es necesario el trabajo digno y debidamente remunerado. El cuidado de los ancianos y de los niños.
Francisco difunde una cosmovisión que disputa el sentido del mundo y de la vida con las concepciones que impone el capitalismo financiero neoliberal globalizado. En ese contexto, y a pesar del desprestigio que se busca generalizar de la actividad pública ha expresado que “involucrarse en la política es una obligación para un cristiano”.
Si el neoliberalismo valora la riqueza y el dinero, Francisco protege a los pobres y vive con austeridad. Si el neoliberalismo impone los negocios financieros, Francisco impulsa la producción y el trabajo. Si el neoliberalismo busca el individualismo y la competencia, el Papa trabaja por la solidaridad colectiva. Si el neoliberalismo depreda la naturaleza, él propone una ecología integral. Si el neoliberalismo desplaza de sus tierras y empobrece a los pueblos originarios, Francisco hablará en su lengua. Si el capitalismo levanta muros, el Papa estará con los inmigrantes y desplazados. Si el neoliberalismo despoja y privatiza cada aspecto de la vida, el Papa dice Tierra, Techo y Trabajo para todos.
Son polos opuestos en la geopolítica mundial.
Y, como ya sabemos, no se puede estar bien con Dios y con el Diablo.