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- Reformismo permanente. Toma 1. Grabando.
- ¿Y eso?
- Probando. Uno, dos, tres… Probando…
- ¿Qué hace?
- Filmo. Este momento histórico merece su película, ¿no cree?
- …
- Y acá, enfrente suyo, tiene al director.
- En fin, lo felicito.
- Gracias. Van a ser tres pelis muy taquilleras, se lo aseguro.
- ¿Tres?
- Vamos a hacer una trilogía.
- ¿No será mucho?
- ¿Mucho? Poquísimo le diría.
- ¿Le parece?
- Los fans van a reventar las boleterías, créame.
- ¿Tiene título?
- Reformismo Permanente I. La reforma previsional.
- No tiene gancho.
- Usted porque no la vio.
- Cuénteme algo.
- La peli empieza con un larguísimo plano secuencia de un anciano yendo a trabajar.
- ¿Por qué es tan largo ese plano inicial?
- Porque el anciano tiene 110 años y le cuesta caminar. Dura la mitad de la peli esa escena.
- ¿Y el resto?
- Una historia como las que le gustan a Mauricio.
- ...
- Una historia de gente emprendedora, con ganas de progresar, a la que le sale la revolución de la alegría por todos lados.
- No parece interesante ¿Quién actúa?
- Como no estamos para esos gastos apostamos a actores nobeles, pero muy prometedores.
- ¿Por ejemplo?
- El protagonista: Miguel Angel Pichetto.
- ¿El senador?
- El mismo.
- No sabía que fuera actor.
- Yo tampoco, pero francamente me sorprendió.
- ¿Y qué papel hace?
- Representa a Miguel, un abnegado trabajador que el día que va a presentar los papeles para jubilarse pide hablar con su patrón y le dice que no, que él no puede irse así, que quiere seguir progresando, y que con él progrese el país.
- ¿Y?
- Con lágrimas en los ojos, Miguel le ruega continuar en la empresa. El patrón lo mira serio y él le dice que no se preocupe, que no le va a ocasionar más gastos, que no tiene que hacerle los aportes, que él sabe que la empresa y el país necesitan su dinero.
- ¿Entonces?
- Entonces papá Franco...
- ¿Papá Franco?
- Qué mejor patrón que él. Y ojo que participa ad honorem, ¿eh?
- ¿Y?
- Papá Franco le apoya una mano en el hombro y mirando a cámara dice: Ahora sí vamos a salir adelante.
- ¿Pero no dijo que la película empezaba cuando el anciano tenía 110 años?
- Si, pero empieza por el final, cuando el viejo va a buscar otro trabajo.
- ¿Cómo que va a buscar otro trabajo?
- Si, claro, porque a los 110 años papá Franco tuvo que despedirlo.
- ¿Encima lo despidió?
- Obvio, le salía carísimo, por los pañales descartables, cuestan una fortuna.
- Es inhumano…
- Eso parece, pero ahí engancha la secuela Reformismo Permanente II. La reforma laboral.
- No entiendo cómo puede seguir.
- Muy simple, porque al abnegado Miguel, por ser un trabajador tan fiel a la patronal, lo toman como pasante en un hipermercado.
- ¿Cómo pasante?
- Si, repositor de Pampers.
- ¿Trabaja a los 110 años como repositor de pañales en un hipermercado?
- Claro, para bajar los costos. Parte del jornal se lo pagan con mercadería. Y Miguel, chocho. No sabe lo bien que le sale hacerse amigo del gerente.
- Es inverosímil. Un pasante es un trabajador en formación, un joven que vincula sus estudios con una actividad laboral ¿Qué puede estar estudiando un hombre a esa edad?
- A los 110 años Miguel tiene que aprender todo de nuevo. Padece arteriosclerosis y no se acuerda de nada. Ni siquiera retiene.
- ...
- No ponga esa cara. No retiene una cosa ni la otra. Quiero decir, se caga encima y además no sabe ni contar hasta cinco.
- Es muy desagradable la historia, de mal gusto, humillante.
- Hasta ahí sí, pero en Reformismo Permanente III. La reforma tributaria, cambia el tono completamente.
- ¿Ah, sí?
- Por supuesto. Vamos directo a la mejor tradición de la comedia nacional.
- No veo cómo.
- Muy fácil. Papá Franco y los accionistas del hipermercado celebran una fiesta.
- ¿Una fiesta?
- Claro, para despedir a Miguel.
- ¿Lo echaron de nuevo?
- No, se murió. Recuerde que trabajó hasta los 110 años.
- ¿Festejan que se murió?
- No, claro que no. Nuestra burguesía trasnacionalizada jamás haría algo así.
- ¿Entonces?
- Ellos celebran otra cosa. Celebran que no pagan ingresos brutos ni ganancias ni ningún impuesto más. Celebran que su riqueza se multiplicó como nunca antes.
- ¿Y eso que tiene que ver con la historia de Miguel?
- Muy sencillo. Con la plata que la nueva argentina le permite ganar papá Franco y los accionistas del hipermercado generarán nuevos puestos de trabajo. Así, y gracias a cientos de miles de contratos precarios, los hijos, los nietos y los tataranietos de Miguel tienen y tendrán trabajo. Miguel ríe agradecido desde el cielo. The end ¿Y qué me dice?
- Es muy triste…
- Triste eran las películas de Leonardo Favio y usted no decía nada.
- Pero...
- No se gaste, estamos condenados al éxito. Mañana le mando las entradas para que venga al estreno. Y ahora me voy, que me tengo que probar el smoking.
- ¿El smoking?
- Obvio. Si voy a desfilar por la alfombra roja de Hollywood no puedo hacerlo con esta pilcha, ¿no le parece?