Columnistas // 2017-11-08
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A vestir Barbies


- No sabe el alivio que siente Mauricio...

- ¿Por?

- Al fin logramos encontrar un lugar para nuestros socios de la UCR.

- ¿Un ministerio, una embajada, un organismo internacional?

- Algo mucho más importante, algo que hace al futuro de todos.

- ¿Quiere que adivine?

- No, se lo digo yo, que usted no tiene mucha imaginación que digamos. Nuestros amigos radicales se van a ocupar de la niñez.

- ¿De qué manera?

- A través del ministerio de las Barbie.

- ¿Y eso qué es?

- Qué mal hace el populismo mi Dios ¿Con qué juegan sus hijas? ¿Con la muñeca de la Bruja del Calafate?

- No todas las chicas juegan con Barbie.

- Eso era antes, cuando estábamos aislados del mundo.

- ¿Y ahora?

- Ahora hacemos seminarios para vestir Barbies. Un invento ciento por ciento radical. Y Mauricio quiere premiar a esos jóvenes emprendedores.

- Cuando lo vi en el diario pensé que era un chiste.

- ¿Un chiste? Un chiste es no darse cuenta de que estamos pariendo una nueva Argentina.

- ¿Y qué tiene de nuevo enseñar a vestir muñecas?

- Todo. Antes los chicos tenían que vestir a Zamba, a un dinosaurio en Tecnópolis... en cambio ahora...

- A una muñeca rubia...

- Ah bueno, si vamos a empezar con el racismo.

- ¿Quién es racista?

- Usted, que odia a las Barbie.

- Yo no odio a nadie, solo que me parece una idea poco seria.

- Poco serio es que nuestras niñas no sepan vestir a sus muñecas y nadie diga nada.

- Concédame por lo menos que hay cosas más importantes.

- Por supuesto y de eso también nos estamos ocupando.

- …

- Los niños, por ejemplo. Son una preocupación permanente para nosotros.

- Entonces...

- Entonces les enseñamos todo aquello que el día de mañana los hará hombres y mujeres exitosos.

- ¿Por ejemplo?

- A formar sociedad offshore en Panamá.

- Eso es una irresponsabilidad.

- Si los descubren, sí.

- Barbie, sociedades offshore... tienen un target alto.

- No se haga el irónico conmigo, que nadie se ocupó tanto de los pobres como nosotros.

- ¿En qué sentido?

- En el sentido de que sigan existiendo, le digo más, de que se multipliquen.

- Eso no es un mérito.

- ¿Le parece poco que la gente se quiera?

- No.

- ¿Y que se reproduzca?

- Tampoco.

- ¿Entonces de qué se queja?

- El presidente prometió pobreza cero.

- Eso era con las estadísticas K.

- ¿Y eso qué tiene que ver?

- Que en la campaña del 2015 nos llevábamos por los números de Moreno.

- ¿Y?

- Y ahora que tenemos números serios nos dimos cuenta.

- ¿De qué?

- De que no podemos llegar a la pobreza cero, al menos durante este mandato.

- ¿Y en el próximo?

- Tampoco.

- ¿Cuándo entonces?

- Después de gobernar cien años le cuento.

- ¿Cien años?

- Como mínimo. Se acabó el vicio populista de solucionar los problemas de un día para el otro.

- Pero la gente no puede esperar cien años.

- Otra falacia K, que los ancianos son gente de 70, 80 años. Puras patrañas que ya castigará la Justicia.

- Mi abuelo falleció a los...

- Olvídese de su abuelo. Ahora es distinto. En el mundo que Mauricio, Trump, Merkel y Rajoy supieron conseguir la gente vive más.

- Bueno, no toda la gente.

- Uhhh viejo, si no la gana la empata. Ya lo dijo María Eugenia, hoy la gente vive hasta los ciento veinte años.

- ¿No había dicho hasta los noventa?

- Si claro, pero eso fue durante la campaña.

- ¿Y eso qué cambia?

- Ahora que ganamos, ajustó el número: la gente vive hasta los 120. Y punto.

- Es poco serio subir la expectativa de vida en treinta años de un plumazo.

- El mundo va a una velocidad que ni siquiera las cámaras lo pueden captar.

- ¿Qué cámaras?

- Las que estaban junto a los bolsos de López, a la barba de De Vido, el jogging de Boudou...

- Más que veloces, son cámaras que apuntan para un solo lado.

- En eso tiene razón. Mauricio está ahora en Nueva York sumando distinciones, inversiones, biodiesel y todo tipo de condecoraciones y acá la tele dale que dale con De Vido y Boudou.

- No me va a decir que el gobierno no tiene nada que ver con eso...

- Dios me libre y me guarde que alguna vez intervengamos en una decisión judicial.

- Bue...

- Ya lo dijo Mauricio: la señora Justicia tiene que cambiar y nosotros lo único que vamos a hacer es ayudarla.

- ¿Qué van a hacer?

- Mandar a los amigos radicales para que la vistan de Barbie. Va a quedar divina.   


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