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A veces la ficción deglute la realidad. Diego Capussotto, es más que un sociólogo, antropólogo o filósofo. Su lectura fina de lo que ve no sólo logra cuestionar el sentido común, sino que además genera humor.
Después de más de 23 años de funcionamiento el NAFTA (Tratado de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México) está en revisión. Los tres socios vienen manteniendo varias rondas de negociaciones para realizar ajustes con el fin de poder darle nueva vitalidad al mismo. Uno de los puntos de mayor conflicto, es el de los salarios. Algún distraído sudamericano, en el actual contexto que vive la Argentina podría inferir que el problema es el "alto costo". Sin embargo, hace una semanas en una visita del primer ministro canadiense Justin Trudeau a México mencionó: "El presidente y yo hemos hablado de crear oportunidades para la clase media, y sabemos que las condiciones de empleo son muy importantes para conseguir que la clase media mejore" (https://elpais.com/internacional/2017/10/13/mexico/1507915584_282517.html). ¿A qué se refería el primer ministro? A que los sueldos en México entre 1994 y 2011 sólo aumentaron un 20%, mientras que la productividad de un obrero azteca los hizo en un 80%, simultáneamente por igual empleo un obrero estadounidense cobra entre 15 a 20 veces más (http://www.eluniversal.com.mx/columna/paola-rojas/nacion/tlcan-prosperidad-compartida).
El conflicto se da en que uno de los tres miembros de una alianza de libre comercio, tiene a sus ciudadanos con sueldos tan bajos que no pueden consumir, adquirir o disfrutar los bienes y servicios que los otros dos socios le podrían proporcionar "La respuesta de que los salarios "los define el mercado", irrita a los canadienses porque además lo ven como una postura añeja, propia de un liberalismo que según su visión ya quedó atrás" (http://www.lapoliticaonline.com/nota/108926-el-reclamo-de-trudeau-por-los-bajos-salarios-de-mexico-suma-presion-al-nafta/). Es decir, no se trata de exportar empleo a aquel lugar donde sea más barato, sino que además de proteger los puestos de trabajo propios, un tratado de libre comercio también se debe asegurar que los miembros tendrán un nivel de ingreso que permita colocar lo que otros producen.
Hasta el momento, sólo hemos hecho referencia a los socios canadienses, pero ¿Qué opinan aquellos que forman parte de la economía de mayor tamaño de la región?. De acuerdo a la agencia el presidente Donald Trump no sólo quiere evitar que puestos de trabajo vayan a México sino que también está presionando para que haya un aumento de los salarios mínimos de sus socios del sur, de ambas formas puede evitar fugas y colocar productos una vez que los mexicanos recuperen poder de compra (https://www.bloomberg.com/news/articles/2017-08-07/trump-nafta-win-may-rest-on-helping-mexican-workers-get-a-raise). Los demócratas también tienen una visión similar, el representante Bill Pascrell, miembro de la Comisión de Comercio del Congreso de Estados Unidos, mencionó a la misma agencia que México "debe revisar sus políticas de trabajo dentro de un plazo de tiempo acotado en las negociaciones por la continuidad del Nafta" (https://www.bloomberg.com/news/videos/2017-10-17/pascrell-mexico-must-review-nafta-labor-practices-video).
Claramente, una clase trabajadora empobrecida no resulta ideal dentro de un marco de comercio en donde además de trabajar, se supone se debe consumir. Existe una enorme tradición política argentina de refritar el pasado como si fuese lo "nuevo" o el cambio. “El costo de un obrero industrial en la Argentina es de 24 dólares por hora, contra 12 dólares en México y 9 dólares en Brasil. Eso sí, el operario argentino sigue siendo el más calificado”(https://www.clarin.com/economia/criticas-paolo-rocca-politica-industrial_0_ry3ODbxnwme.html). Mientras Canadá y Estados Unidos buscan que México mejore las condiciones laborales de sus ciudadanos, más al sur quieren que nos parezcamos a México!. "La reforma laboral es importante, se puede resolver de muchas maneras. En algunos casos tendrá que ser colectiva, en otros, sector por sector. Vaca Muerta es un ejemplo"(https://www.infobae.com/economia/2017/10/13/la-reforma-laboral-que-paolo-rocca-y-marcos-galperin-le-piden-a-macri/), fue la manera elegida por Paolo para aterrizar su punto de vista localmente.
El eje del mal (no nos referimos a Isis o Al Qaeda, Venezuela o Irán) en cuanto a reformas: laboral, impositiva y previsional va a tener a su correlato criollo de "especialistas" que denodadamente nos explicarán que las mismas son las que aplican en el "mundo". Al final, no tienen humor ni swing, tampoco generarán empleo o bienestar.
Al final, tendremos que tomar a Diego más en serio.