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El domingo pasado se celebraron elecciones en Venezuela para elegir gobernadores y el chavismo tuvo una victoria contundente: ganó en 18 de los 23 Estados en disputa. A nivel nacional, el oficialismo obtuvo el 54% de los votos, frente al 45% de la Mesa de Unidad Democrática (MUD).
La participación electoral fue de un 61,14% del patrón nacional (al menos 10 millones de personas), una de las cifras más altas de los últimos años.
El fraude es la oposición
La oposición venezolana no reconoció los resultados y denunció fraude inmediatamente, algo que viene haciendo desde hace una década.
El gobierno de Estados Unidos habló de una “ausencia de elecciones libres y justas". "Mientras que el régimen de Maduro siga comportándose como una dictadura autoritaria, trabajaremos con los miembros de la comunidad internacional e impondremos todo el peso del poder económico y diplomático estadounidense”, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert.
Sin embargo, el Consejo de Expertos Electorales de Latinoamérica (Ceela) calificó de exitoso el acto electoral y destacó su transparencia y confiabilidad. Nicanor Moscoso, presidente del Consejo destacó que “el proceso se realizó de manera exitosa y que la voluntad de los ciudadanos libremente expresada en las urnas, se ha respetado”.
No hubo fraude. Lo que sucedió es que la oposición fue castigada por el pueblo tras haber protagonizado las protestas ocurridas entre abril y julio que dejaron más de un centenar de muertos.
Nadie mejor para explicar lo sucedido que el dirigente opositor a Maduro, Enrique Ochoa Antich, quien escribió un artículo analizando las causas de la derrota: “Imposible que un sistema electoral auditado ¡14 veces! (…) permita trastrocar los votos”. En la nota determina que “esta derrota no es la de la ruta democrática, no, para nada. Es la derrota que se deriva de cuatro meses de delirio extremista que afectó, socavó en sus propias bases, una ruta democrática que, hasta la victoria de la AN, había demostrado ser probadamente exitosa”.
Así es como, la oposición, se transformó en el único fraude de Venezuela.
El triunfo de la política
Dice el periodista y escritor uruguayo Aram Aharonian: “Las elecciones fueron la comprobación de que la política puede prevalecer en Venezuela aún en tiempos de altos niveles de conflictividad y violencia”.
El analista internacional Pedro Brieger entrevistó al canciller venezolano, Jorge Arreaza al día siguiente de las elecciones. En la conversación el ministro declara que “las elecciones tienen una dimensión y un impacto importante porque el tamaño de la victoria es inesperado incluso para nosotros”, reconociendo que el oficialismo no esperaba ganar en más de 15 gobernaciones.
En un triunfo que sorprende por su magnitud, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y Nicolás Maduro demostraron capacidad para resolver el conflicto políticamente y llevarlo desde la violencia a los votos.
El politólogo e investigador Juan Manuel karg los sintetiza así: “El chavismo no solo ha sobrevivido al fallecimiento de su propio líder, sino que cuando parecía agonizante pateó el tablero, aprovechando los groseros errores de una oposición verdaderamente amateur. Y de esa forma construye esta victoria, que descoloca a aquellos que vaticinaban el derrumbe del gobierno de Maduro hace apenas diez semanas”.
El doctor en ciencia política, Atilio Boron, analizó el resultado como un caso “excepcional”, ya que el socialismo fue atacado desde el exterior a través de una guerra económica, mediática, diplomática y con amenazas de intervención del gobierno de Estados Unidos. “No recuerdo otro semejante en donde ante esta perversa constelación de factores desestabilizadores un gobierno haya salido triunfante en las urnas con una mayoría absoluta de votos, en torno al 54 por ciento”, escribió el analista.
La advertencia de Chávez
No todo es para festejar en el chavismo. Existe preocupación porque la oposición ganó las gobernaciones de los Estados Táchira, Zulia y Mérida (además de Anzoátegui y Nueva Esparta), que son zonas estratégicas de frontera con Colombia. Lo había advertido el propio Hugo Chávez en un programa “Aló Presidente” de 2008, cuando habló del plan que, partiendo de victorias electorales de la oposición, serviría para unir varios estados de Venezuela y crear un territorio independiente, "levantar un movimiento secesionista, golpista, desestabilizador".
Estos triunfos de la derecha son estratégicos por darse en regiones con importante peso electoral, por las actividades económicas (petroleras) que realizan y por su carácter fronterizo.
En síntesis, el socialismo se consolida en Venezuela, tras 18 años de lucha y resistencia contra poderes locales e internacionales. Pudo transmutar la violencia en iniciativa política. Y la política fue victoria de un pueblo que elige democracia y paz.