_

Hace casi tres décadas, en plena dictadura militar uruguaya, más de 11.000 personas colmaron el Estadio Centenario en 1979 para hacer un festejo popular en tiempos donde la libertad estaba limitada. El equipo de Progreso, club que por entonces presidía un médico oncólogo que se haría muy conocido con el tiempo y de nombre Tabaré Vázquez, logró el campeonato tras ganarle a Miramar en ese estadio donde el presidente civil nombrado por los militares, Aparicio Méndez, no pudo callar los festejos por haber conseguido la División B.
Que su club se alzara con ese campeonato, sería un empujón de prestigio y popularidad para quien en 2005 se convertiría en el presidente de la República Oriental del Uruguay, porque su club comenzaría a ganar grandes torneos.
Cruzando el charco y muchos años después, en 1995, Mauricio Macri gana las elecciones en Boca Juniors. Al frente de una dirigencia exitosa por los resultados, en 12 años cosechó 17 títulos a pesar de tener varios problemas con algunos referentes del plantel. Su gestión como presidente del club lo catapultó primero como jefe de gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, y finalmente como presidente de la Nación.
Dos jefes de Estado que presidieron el club del que eran hinchas y que se muestran como apasionados por el fútbol, se organizaron y posarán en una foto con un pedido claro. Desde la Argentina se presenta la fórmula M-M, compuesta por (Mauricio) Macri y (Lionel) Messi, y del lado uruguayo la V-S, integrada por (Tabaré) Vázquez y (Luis) Suárez. Presidentes y futbolistas, los cuatro pedirán lo mismo: que los dos países en conjunto sean la sede del Mundial de Fútbol en el año 2030.
La foto será un día antes del encuentro entre Uruguay y Argentina por las Eliminatorias para Rusia 2018, y la puesta en escena cuenta con el apoyo del actual presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
El partido de cara a este Mundial será el 31 de agosto y Messi será de la partida. Por su parte, el delantero uruguayo solo posará para la foto ya que no podrá jugar, por una lesión sufrida la semana pasada en la Supercopa de España que ganara el Real Madrid.
Si bien faltan todavía tres Mundiales, en 2030 se conmemorarán los 100 años del primero de la historia, que lo organizó Uruguay en 1930, y en donde en la Final se enfrentaron Argentina y el conjunto local. El resultado favoreció a la selección celeste, quien se impuso por 4 a 2 en el Estadio Centenario.
La idea de la organización del Mundial se viene planeando hace varios años, pero no la pudo concretar ni Julio Humberto Grondona, quien estuvo 36 años al frente de AFA y varios años en la vicepresidencia de FIFA. Lo más cercano a la una organización de un certamen de ese tipo fue la Copa América 2011.
Pero parece que Macri viene ganando el terreno, ya que es el organizador de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, que se desarrollarán en Buenos Aires. Tal vez, el transcurso y balance final de este torneo será fundamental para saber si se aprueba o no la sede para el 2030 a ambos lados del río de la Plata.
La presentación se hará oficial y esperemos que no llegue con denuncias de corrupción ni compra de votos, como ocurrió con Qatar 2022. Todo parece indicar que esta nueva dirigencia de FIFA intentará lavar un poco la cara a la institución, aunque seguro que en ese lavado de cara significará solo la inclusión de Estados Unidos -donde empezó la investigación del FIFA gate- como organizador del Mundial 2026. Designación que el país presidido por Donald Trump estaba pidiendo.
Todo acomodado para la foto. Todo es venta y marketing, como lo viene haciendo el macrismo desde su primera vez en la Jefatura de Gobierno porteña, y aun así gana los votos. Pero ¿podrá ahora quedarse con los de la FIFA?