Columnistas // 2017-07-30
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Evo, la dignidad de América
La semana pasada se realizó en Mendoza la reunión de jefes y jefas de Estado del Mercosur. En paralelo se llevó cabo la Cumbre de los Pueblos, con objetivos distintos. Evo Morales fue la voz de los movimientos sociales.


En un hecho inédito, Mauricio Macri suspendió la semana pasada la Cumbre Social del Mercosur, lo que causó el malestar de las organizaciones que participan de ese encuentro desde 2005. Durante casi doce años se mantuvo esa forma de articulación entre las organizaciones sociales, sindicales, políticas, ONGs y de derechos humanos con los gobiernos del Mercosur. Por eso, los movimientos se convocaron por su cuenta en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional de Cuyo y decidieron realizar la “Cumbre de los Pueblos” a pesar de la suspensión que impuso el presidente argentino.

En la Cumbre de los Pueblos participaron más de 600 delegados de los seis países que integran el Mercosur y de Argentina se registró una presencia importante de sindicatos, movimientos sociales y diversas organizaciones no gubernamentales. Elaboraron y entregaron un documento al presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, para que lo hiciera llegar a la Cumbre de Presidentes.

Los golpistas exigen “democracia” a Venezuela

El Canciller argentino Jorge Faurie desarrolló una campaña mediática previa a la reunión de presidentes con declaraciones agresivas contra Venezuela dando por sentado que no se trata de una democracia, criticando explícitamente al presidente Maduro y pidiendo una suspensión definitiva del país caribeño del Mercosur. Sin embargo, el texto final no dice nada de eso, ya que no logró el apoyo necesario. Macri y Temer buscaban una condena explícita contra Maduro, pero Uruguay presionó hasta lograr un texto genérico y Bolivia directamente no firmó el documento final.

En la Cumbre de los Presidentes Evo señaló: “Ni como países de Mercosur ni como organismos de América podemos ser cómplices de una intervención norteamericana en Venezuela”.

El presidente de Bolivia también recordó que “las intervenciones en Libia, Irak y otros países son para apropiarse de recursos naturales. Detrás de la intervención en Venezuela está el petróleo”. Finalmente expresó que “nuestro Mercosur no puede repetir la amarga historia de la OEA: por razones políticas o ideológicas expulsar o excluir a países”.

El planteo valiente de Evo dejó en claro cuál es la potencia que se encuentra detrás de la crisis política de Venezuela. También fue determinante para que el anfitrión de la cumbre de presidentes no alcance su cometido: Macri y Faurie no lograron la virtual expulsión del país que gobierna Nicolás Maduro.

Mientras tanto, representantes de los movimientos populares, de los trabajadores, de los estudiantes, de las artes y la cultura, reunidos en la Cumbre de los Pueblos, hicieron oír su voz en Mendoza, denunciando los golpes de estado en Paraguay-2012 y Brasil-2016, la agresión e intento de derrocar al gobierno legal de Nicolás Maduro; la imposición de políticas antipopulares y de sometimiento a los designios de Washington, la Unión Europea y las corporaciones económicas de Argentina, Brasil y Paraguay.

Al mismo tiempo se repudió la presencia del golpista Michel Temer que ejerce en forma ilegítima e ilegal el gobierno de Brasil y que, junto a Mauricio Macri, tienen el descaro de acusar a Maduro de antidemocrático, siendo que, a diferencia de lo que sucede en Brasil, fue votado por los venezolanos.

También se pidió por la libertad de Milagro Sala y Nélida Rojas, presas políticas del gobierno de Macri y por los presos políticos de Curuguaity en Paraguay.

Vale la pena destacar que el Mercosur puede ser la plataforma de la integración y la manera de construir un proyecto común en beneficio de los pueblos. O puede ser la entrega en paquete de los mismos para ganancia de otros.

Encabezado por Macri y Temer, el Mercosur es funcional al capital transnacional y contrario al desarrollo autónomo e inclusivo de nuestros países. El camino de la subordinación se sella con la firma de acuerdos de libre comercio, particularmente el que se está negociando con la Unión Europea. 

Por fortuna, los pueblos de América seguimos teniendo dignos representantes de nuestros intereses y convicciones. El presidente Evo Morales logró evitar algo que estaba casi consumado, la intención era expulsar a Venezuela del Mercosur en Mendoza. Pero, más allá de Venezuela, tanto en el debate como en el documento final se dejó en claro la necesidad de evitar la intromisión extranjera sobre nuestros países, ya que es evidente la operación internacional sobre un continente que lucha por consolidar su destino soberano.

Evo Morales dio una prueba de dignidad en su discurso al considerar estos elementos y al negarse a firmar la declaración contra Venezuela. Fue el cuerpo y la voz de los movimientos sociales que el día anterior clamaron por una integración para los pueblos con pleno respeto de sus derechos.

Evo encarnó en Mendoza la dignidad de América.



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