- Mauricio está muy estresado, necesita tomarse un descanso…

- ¿Otro más?

- Es la campaña, lo tiene agotado.

- Pero si recién empieza.

- Por eso mismo, lo agotan los comienzos.

- …

- Y cuando va por la mitad ni le cuento.

- …

- Y el final le resulta demoledor.

- No es una buena imagen la de un presidente que siempre necesita descansar, parece que viviera de vacaciones.

- ¿Me hace un favor? Deje de tirar carpetazos.

- ¿Carpetazos? Si usted fue el que dijo que el presidente necesita un descanso…

- Pero una cosa es que lo diga yo y otra muy distinta que lo diga usted.

- ¿Por?

- Muy sencillo: conozco a Mauricio desde que íbamos a la facultad de Ingeniería.

- ¿Y?

- Era igual. Se iba de vacaciones antes que empezaran los exámenes y volvía cuando terminaban.

- ¿Y cuándo rendía?

- ¿Dónde estudio periodismo, querido? Hace siempre la pregunta equivocada. Le vamos a dar una beca para que haga una pasantía en TN.

- Pero…

- Pero un globito amarillo… Qué importancia tiene cuándo rendía.

- Porque usted dijo…

- No use la vieja treta K de querer confundirme.

- Yo…

- Yo, nada mi viejo. Lo que le importa a la señora que está sentada frente al televisor es que Mauricio siempre aprobaba. Y que era un bocho, claro.

- ¿Cómo va a ser un bocho si me está diciendo que se iba de vacaciones cuando tenía un examen?

- Por eso mismo, ¿sabe lo inteligente que hay que ser para recibirse de ingeniero estando siempre de vacaciones?

- Bueno, quizás tenía facilidad de palabra y eso…

- Nahh que ver. Ya lo dijo Durán Barba: Mauricio no sabe hablar.

- Pensé que lo decía en sentido figurado.

- No. Es literal.

- Si usted lo dice…

- Escuche esto. Una vez un profesor le pidió que resolviera una ecuación muy compleja. Era tan difícil que el tipo se la pasó 45 minutos escribiendo en el pizarrón.

- ¿Y?

- Mauricio se puso de pie, caminó hasta el pizarrón y se quedó parada al lado del profesor moviendo los labios así, ¿vio?, como hace él, pero sin emitir sonido. Fueron los 45 minutos más largos de mi vida.

- ¿Entonces?

- Yo me sentaba en el fondo, con el Tano Angelici…

- Pero si Angelici es abogado…

- Shhhh. Dígalo más fuerte…

 - Angelici es….

- Shhhh. No sea irresponsable, quiere. Si se aviva Carrió vamos todos en cana.

- Es muy grave lo que está insinuando: O Angelici no es abogado o el presidente no es ingeniero.

- Uhh otro carpetazo ¿Me va dejar que le cuente o va a seguir interrumpiendo?

- Siga, siga que me interesa.

- ¿Por dónde iba? Ah sí, que Mauricio se quedó cuarenta y cinco minutos de reloj mirando al profesor y al pizarrón, al profesor y al pizarrón, en absoluto silencio…

- Un papelón.

- ¿Un papelón? Los empresarios más exitosos del mundo convierten los mayores fiascos en los mayores negocios, no lo olvide.

- Puede ser ¿Y qué paso?

- El Tano y yo nos paramos y empezamos a aplaudir.

- ¿A aplaudir?

- Obvio. Primero fue un aplauso tímido pero después se sumó toda la clase: Marquitos, María Eugenia, El Milico Aguad, Gabriela…

- Pero eso es imposible.

- Imposible es lo que pasó después. El profesor dijo algo que no se escuchó y como los aplausos se convirtieron en ovación tuvo que irse de la clase.

- ¿Y cómo sabe lo que dijo?

- Me lo contó Mauricio cuando lo sacábamos en andas de la clase. Vaya Mauricio, está aprobado, eso le dijo.

- Pero….

- Y algo más: tiene un diez. Y diploma de honor.

- ¿Cómo le va a poner un diez si no dijo una palabra?

- Por eso mismo. La respuesta era el silencio. El problema no tenía solución. O algo así. Pero qué importa eso ahora.

- No es creíble que…

- Sáquese el kirchnerismo de los ojos y lo va a ver clarito: estamos ante un líder a escala mundial. No hay otro como él, se lo aseguro.

 - ¿Cómo va a ser un líder mundial si usted mismo me está diciendo que vive de vacaciones, que le cuesta expresarse, que aprobó la facultad por aclamación…?

- Usted porque no conoce a Trump, a Rajoy, a Putin…

- En todo caso eso no justifica…

- ¿No me diga que usted está en el narco-menudeo?

- Pero qué está diciendo…

- ¿O vive en la informalidad? ¿El diario le paga con planes?

- No es gracioso.

- Claro que no. Ya lo dijo el Buda Durán Barba: usted tiene el perfil del votante duro de La Bruja del Calafate.

- Lo que dijo fue insultante y discriminatorio.

- Epa, epa mi amigo. No abuse de la libertad de prensa que supimos conseguir para apelar a la calumnia.

- ¿Calumnia?

- Obvio. No hay presidente más tolerante que Mauricio, hasta recibe a los negros.

- ¿Y eso?

- Ah, dígame que no se enteró. Recibió en la Olivos a Tchami. Y hasta le dio la mano. Lo vio todo el mundo.

- ¿Tchami? ¿El camerunés que jugó en Boca?

- No, Baltazar, el de los Reyes Magos. Si, obvio.

- Pero…

- Ah bueno, si usted discrimina a los negros, a los africanos, a los cameruneses, a los de Boca y a los goleadores de raza es problema suyo.

- No es eso, lo que quiero decir es que…

- No aclare que oscurece. Si no le parece un refrán racista, claro.

- Lo que quiero decir es que…

- ¿Me disculpa? Lo tengo que dejar. Me toca reemplazar a Mauricio en la campaña del desierto.

- ¿La campaña del desierto?

- Así le decimos a las recorridas por el conurbano.

- Ahí tiene, eso es racista.

- Naaahhh que ver. Le decimos la campaña del desierto porque entre el vallado, el operativo de seguridad para que no nos puteen y la gente que no nos puede ni ver, está todo vacío, no va ni el loro.

- Pero el presidente debería ir igual.

- ¿Está loco? Con el frio que hace. No sabe lo que le gusta dormir la siesta.