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- Así no se puede seguir.
- ¿Qué le pasa?
- Mauricio está muy preocupado, deprimido le diría.
- ¿Tan grave es?
-¿Y a usted qué le parece? Estamos ante una situación terminal.
-¿Es para tanto?
-Obvio: se reprime a los trabajadores, se multiplican los presos políticos, los aprietes para echar a la Procuradora son cosa de todos los días...
-Pero el presidente puede hacer una autocrítica, rectificar su política…
-Ni lo sueñe, con Maduro no se puede hablar.
-¿Con Maduro? ¿Qué tiene que ver Maduro con todo esto?
-¿Y de qué estamos hablando? ¿De Groelandia?
-Pensé que estaba describiendo...
-Despabílese mi amigo. Mientras usted piensa en las elecciones, Venezuela se hunde en el negro abismo del populismo.
-Me parece que el que piensa en las elecciones es usted.
-¡Ah, bueno! Si usted quiere ignorar el problema más acuciante que sufren las familias argentinas, hágalo, pero Mauricio no se puede dar el lujo de hacerlo…
-¿Qué problema?
-Venezuela, obvio.
-¿Y desde cuando Venezuela es el principal problema de los argentinos?
-Es lo que dice la calle. No se olvide que nosotros tocamos el timbre casa por casa.
-Con todo respeto, pero si dice eso parece que tocan el timbre y no los atiende nadie.
-A Mauricio eso no le importa, es terco como un Testigo de Jehová.
-¿Y?
- Deja el dedo pegado al timbre hasta que alguien viene, se lo aseguro.
-¿Y si no lo dejan pasar?
-Entra igual.
-No es algo muy respetuoso.
-¿Y qué quiere que hagamos? Ya cruzamos la General Paz, mandamos cámaras, helicópteros, Gendarmería, vecinos, lloronas, todo….
-¿Lloronas?
-¡Claro! Son las mujeres que en los videos de campaña apenas ven a Mauricio le agarran una mano y empiezan a llorar.
-¿Y desde cuando llevan lloronas?
-Le cuento: en el último timbreo que hicimos, una mujer tuvo una emoción tan fuerte que le agarró hipo y no pudo decir palabra…
-¿Y?
- Probamos en la casa de al lado.
-¿Y?
-Lo mismo.
-¿Se puso a llorar y le agarró hipo?
-No. Se puso a llorar y a mover los labios.
-Bueno, es un avance.
-No se crea. La mina estaba emocionadísima, empapada en lágrimas al ver a Mauricio ahí, en vivo y en directo…
- El presidente se habrá puesto contento.
-Mire como sería, que Durán Barba se puso a gritar cierren el ángulo, cierren el ángulo. Quería que se vea la cara empapada de emoción. El Buda es un genio…
-¿Y qué paso?
-Entonces ahí nos dimos cuenta de que la mujer, además de llorar, movía los labios, como si rezara.
-¿Agradecía?
-Nos miramos con el Buda y pensamos lo mismo. Cuando la doctora Carrió vea esto entra en trance, me dijo.
-Me imagino.
-No, no se imagina. Durán Barba se puso a leerle los labios.
-¿Y?
-Quería meterle subtítulos. El gran pueblo argentino tiene que saber del amor de los vecinos por su líder, gritaba eufórico.
-¿Entonces?
-Arribas empezó a tipiar los subtítulos y…
-¿Gustavo Arribas? ¿Qué tiene que ver el jefe de Inteligencia con la campaña?
-Es la estrella de las escuchas de campaña, no se iba a perder esta. No me interrumpa.
-Pero…
-¿Quiere que le cuente, o prefiere enterarse por el programa de Lanata?
-Perdón, siga.
-Entonces, vimos que la mina decía entre dientes: hijo de… bue, usted me entiende: hijo de… me quedé sin laburo, hijo de… a mis viejos ahora le cobran los remedios, hijo de… mi nena ya no puede ir a la universidad…
-Uh ¿y entonces?
-Ahí el Buda se dio cuenta que era una infiltrada K. Kampaña Sucia, Kampaña Sucia. Llamen a Majul, llamen a Lanata, gritaba mientras daba saltos para los cuatro costados.
-Pero si tocan el timbre donde elige el comité de campaña…
-¿Y?
-Digo que no van a hacer algo así a propósito.
-Usted no los conoce, esa gente es capaz de cualquier cosa.
-¿Los del comité de campaña?
-No, los K. Se infiltran entre los vecinos, en los jardines de infantes, en los comités de campaña, en todos lados se infiltran…
-Está un poco paranoico.
-Usted piense lo que quiera, yo le digo la verdad.
-Entonces ahora hacen campaña con lloronas…
-Obvio, pero también hicimos otra cosa.
-¿Qué?
-Arribas dio la orden y le entramos a la casa de la mina. Helicópteros, el Grupo Halcón, un comando de Marines, estábamos todos. Hasta trajimos a Campanella para que dirija.
-Pero eso es ilegal.
-Contra el terrorismo no hay legalidad que valga.
-¿Terrorismo?
-¡No se peine los rulos que no sabe el arsenal que encontramos adentro!
-¿Encontraron armas?
-No peor. Propaganda terrorista. La prueba final de la presencia del ISIS en la Argentina.
-No me diga.
-Espere que le leo.
-¿Lo tiene anotado?
-Obvio. El sábado Mirtha lo va a leer en su programa y la señora está un poco grande, usted me entiende.
-¿Qué encontraron?
-Escuche: panfletos de La Bruja del Calafate, un altar con fotos de La Bruja del Calafate, un programa de acción de La Bruja del Calafate…
-Pero nada de eso es un delito.
-Claro, para esta justicia atada de pies y manos al pasado, no. En esa le doy la razón. Aay, si hubiera una justicia independiente…
-Pero si están Bonadio, Marijuán, Ercolini, Lorenzetti...
-Precisamente, ¿a quién metieron preso esos señores? A nadie.
-Pero…
-Le digo algo, pero en estricto off. Mauricio todos los días se levanta y mirando al poniente repite su mantra: Patria querida, dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez…
-Eh eh, pare. ¿Qué le pasa?
-Perón entre en éxtasis. Tuve una visión.
-¿Y qué vio?
-Al juez Moro poniéndole una esposa a Lula y otra a La Bruja del Calafate, y caminando los tres hacia una luz muy potente...
-¿La justicia divina?
-Naah que ver. Las luces del estudio principal de TN, es la única luz divina que nos puede hacer ganar las elecciones. Y ahora lo dejo que tenemos casting.
- ¿Casting?
- Sí. De lloronas. Para llorar, hay que llorar bien. ¿No le parece? Bye, bye.