Columnistas // 2017-07-19
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La llorona


- Así no se puede seguir.

- ¿Qué le pasa?

- Mauricio está muy preocupado, deprimido le diría.

- ¿Tan grave es?

-¿Y a usted qué le parece? Estamos ante una situación terminal.

-¿Es para tanto?

-Obvio: se reprime a los trabajadores, se multiplican los presos políticos, los aprietes para echar a la Procuradora son cosa de todos los días...

-Pero el presidente puede hacer una autocrítica, rectificar su política…

-Ni lo sueñe, con Maduro no se puede hablar.

-¿Con Maduro? ¿Qué tiene que ver Maduro con todo esto?

-¿Y de qué estamos hablando? ¿De Groelandia?

-Pensé que estaba describiendo...

-Despabílese mi amigo. Mientras usted piensa en las elecciones, Venezuela se hunde en el negro abismo del populismo.

-Me parece que el que piensa en las elecciones es usted.

-¡Ah, bueno! Si usted quiere ignorar el problema más acuciante que sufren las familias argentinas, hágalo, pero Mauricio no se puede dar el lujo de hacerlo…

-¿Qué problema?

-Venezuela, obvio.

-¿Y desde cuando Venezuela es el principal problema de los argentinos?

-Es lo que dice la calle. No se olvide que nosotros tocamos el timbre casa por casa.

-Con todo respeto, pero si dice eso parece que tocan el timbre y no los atiende nadie.

-A Mauricio eso no le importa, es terco como un Testigo de Jehová.

-¿Y?

- Deja el dedo pegado al timbre hasta que alguien viene, se lo aseguro.

-¿Y si no lo dejan pasar?

-Entra igual.

-No es algo muy respetuoso.

-¿Y qué quiere que hagamos? Ya cruzamos la General Paz, mandamos cámaras, helicópteros, Gendarmería, vecinos, lloronas, todo….

-¿Lloronas?

-¡Claro! Son las mujeres que en los videos de campaña apenas ven a Mauricio le agarran una mano y empiezan a llorar.

-¿Y desde cuando llevan lloronas?

-Le cuento: en el último timbreo que hicimos, una mujer tuvo una emoción tan fuerte que le agarró hipo y no pudo decir palabra…

-¿Y?

- Probamos en la casa de al lado.

-¿Y?

-Lo mismo.

-¿Se puso a llorar y le agarró hipo?

-No. Se puso a llorar y a mover los labios.

-Bueno, es un avance.

-No se crea. La mina estaba emocionadísima, empapada en lágrimas al ver a Mauricio ahí, en vivo y en directo…

- El presidente se habrá puesto contento.

-Mire como sería, que Durán Barba se puso a gritar cierren el ángulo, cierren el ángulo. Quería que se vea la cara empapada de emoción. El Buda es un genio…

-¿Y qué paso?

-Entonces ahí nos dimos cuenta de que la mujer, además de llorar, movía los labios, como si rezara.

-¿Agradecía?

-Nos miramos con el Buda y pensamos lo mismo. Cuando la doctora Carrió vea esto entra en trance, me dijo.

-Me imagino.

-No, no se imagina. Durán Barba se puso a leerle los labios.

-¿Y?

-Quería meterle subtítulos. El gran pueblo argentino tiene que saber del amor de los vecinos por su líder, gritaba eufórico.

-¿Entonces?

-Arribas empezó a tipiar los subtítulos y…

-¿Gustavo Arribas? ¿Qué tiene que ver el jefe de Inteligencia con la campaña?

-Es la estrella de las escuchas de campaña, no se iba a perder esta. No me interrumpa.

-Pero…

-¿Quiere que le cuente, o prefiere enterarse por el programa de Lanata?

-Perdón, siga.

-Entonces, vimos que la mina decía entre dientes: hijo de… bue, usted me entiende: hijo de… me quedé sin laburo, hijo de… a mis viejos ahora le cobran los remedios, hijo de… mi nena ya no puede ir a la universidad…

-Uh ¿y entonces?

-Ahí el Buda se dio cuenta que era una infiltrada K. Kampaña Sucia, Kampaña Sucia. Llamen a Majul, llamen a Lanata, gritaba mientras daba saltos para los cuatro costados.

-Pero si tocan el timbre donde elige el comité de campaña…

-¿Y?

-Digo que no van a hacer algo así a propósito.

-Usted no los conoce, esa gente es capaz de cualquier cosa.

-¿Los del comité de campaña?

-No, los K. Se infiltran entre los vecinos, en los jardines de infantes, en los comités de campaña, en todos lados se infiltran…

-Está un poco paranoico.

-Usted piense lo que quiera, yo le digo la verdad.

-Entonces ahora hacen campaña con lloronas…

-Obvio, pero también hicimos otra cosa.

-¿Qué?

-Arribas dio la orden y le entramos a la casa de la mina. Helicópteros, el Grupo Halcón, un comando de Marines, estábamos todos. Hasta trajimos a Campanella para que dirija.

-Pero eso es ilegal.

-Contra el terrorismo no hay legalidad que valga.

-¿Terrorismo?

-¡No se peine los rulos que no sabe el arsenal que encontramos adentro!

-¿Encontraron armas?

-No peor. Propaganda terrorista. La prueba final de la presencia del ISIS en la Argentina.

-No me diga.

-Espere que le leo.

-¿Lo tiene anotado?

-Obvio. El sábado Mirtha lo va a leer en su programa y la señora está un poco grande, usted me entiende.

-¿Qué encontraron?

-Escuche: panfletos de La Bruja del Calafate, un altar con fotos de La Bruja del Calafate, un programa de acción de La Bruja del Calafate…

-Pero nada de eso es un delito.

-Claro, para esta justicia atada de pies y manos al pasado, no. En esa le doy la razón. Aay, si hubiera una justicia independiente…

-Pero si están Bonadio, Marijuán, Ercolini, Lorenzetti...

-Precisamente, ¿a quién metieron preso esos señores? A nadie.

-Pero…

-Le digo algo, pero en estricto off. Mauricio todos los días se levanta y mirando al poniente repite su mantra: Patria querida, dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez como Moro / Patria querida dame un juez…

-Eh eh, pare. ¿Qué le pasa?

-Perón entre en éxtasis. Tuve una visión.

-¿Y qué vio?

-Al juez Moro poniéndole una esposa a Lula y otra a La Bruja del Calafate, y caminando los tres hacia una luz muy potente...

-¿La justicia divina?

-Naah que ver. Las luces del estudio principal de TN, es la única luz divina que nos puede hacer ganar las elecciones. Y ahora lo dejo que tenemos casting.

- ¿Casting?

- Sí. De lloronas. Para llorar, hay que llorar bien. ¿No le parece? Bye, bye.


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