Columnistas // 2017-05-06
_
El tipo de cambio que necesita la Argentina

F????????????????

El empresario Gustavo Grobocopatel, el "rey de la soja", advirtió que con el actual tipo de cambio “sufren muchos sectores de la economía”. “Tenemos un peso fuerte con una competitividad baja. Es una situación que no es de equilibrio. Creo que el Gobierno también piensa que es un problema. Y no tiene cómo resolverlo”, afirmó.

Parece que la puja dentro de dos sectores de poder de la Alianza Cambiemos se hace evidente, mostrando a los agroexportadores no muy contentos con el manejo financiero. Es que a la histórica disputa entre exportación de materias primas versus industria y agregado de valor nacional, se le metió el capital financiero.

¿Cuál es el tipo de cambio que le conviene a la Argentina? Evidentemente esta no es una respuesta financiera, aunque lo parezca o nos la quieran parecer. El tipo de cambio que ocurrió a partir de diciembre del 2015 fue político económico, más que financiero.

Hasta diciembre de 2015 el proyecto político económico se basaba en el consumo interno y la generación de trabajo a través de la Industria Nacional, con un fuerte respaldo a las PyMEs. Mediante la garantía de paritarias, los subsidios a la energía, la planificación de feriados turísticos, el proteccionismo a la importación de productos, entre otras medidas, se lograba mover la economía nacional. Con un tipo de economía que incluía a los argentinos y argentinas desde la Quiaca, hasta la industria tecnológica de Ushuaia.

Las economías regionales vuelcan cerca del 80% de la producción en el mercado nacional. El 80% de la producción de vino, el 99% de la producción de carne porcina, el 98% de la producción avícola, el 80% de la producción de frutas de carozo, el 83% de la producción de frutas de pepitas, el 99% de la yerba mate, el 90% de la producción de lácteos, 92% de la carne vacuna. Queda claro que fomentar el consumo interno resulta imprescindible para los productores de las Economías Regionales. El desarrollo federal de nuestra Patria necesita de políticas públicas que promuevan el consumo de productos nacionales como motor de la economía.

El tipo de cambio político económico que propuso la Alianza Cambiemos está matando a las economías regionales y apuesta a los capitales financieros en lugar de apostar al desarrollo de la producción y la industria nacional. Promoviendo una estructura productiva que exporta al mundo lo que vale poco y le compra lo que vale mucho. En vez de incentivar la producción local y exportar con valor agregado, apuesta al endeudamiento financiero.

Las políticas públicas implementadas por Mauricio Macri desde diciembre de 2015, han beneficiado en primer lugar al sector financiero, con las grandes bancas trasnacionales manejando la economía financiera nacional y endeudando al país con más vehemencia que Martínez de Hoz. En segundo término, los sectores exportadores de materias primas, las mineras y los agroexportadores. Estos últimos ahora tensando hacia adentro de la Alianza para que les mejoren las condiciones de cambio monetario.

El ejemplo del Trigo resulta interesante. A pocas semanas para el comienzo de la siembra de trigo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires pronosticó que la campaña 2017/2018 alcanzará los 5,5 millones de hectáreas y una producción de 17,5 millones de toneladas, afirman que en la campaña pasada se alcanzó una cosecha de 16,3 millones de toneladas. Para el Ministerio de Agroindustria de la Nación la estimación de producción estaría entre 16,50 a 18,39 millones de toneladas, lo que implicaría a un precio actual por Tn de US$ 159, aproximadamente 2.700 millones de dólares. De lo cual apenas exportamos el 10% del trigo elaborado. Mientras Bélgica, un país cuya superficie es el 10% de la Provincia de Buenos Aires, industrializa el trigo y el 80% de las exportaciones belgas son galletitas y fideos. ¿Cuantas fuentes de trabajo generaría industrializar el trigo y cuanto ingreso más de divisas la exportación de producto industrializado? ¿Qué tipo de cambio le conviene la Argentina y al campo?

Desde el nacimiento de Nuestra Patria se disputan dos Tipo de Proyectos Políticos Económicos: uno que propone la exportación de materias primas a los países del primer mundo, es decir la Unión Europea y Estados Unidos, y otro que propone el agregado de valor en origen, el fomento del mercado interno y las economías regionales. El primero se concentra en la explotación agropecuaria de la región pampeana, principalmente, y la extracción de minerales de la cordillera y petróleo en menor medida. El segundo diversifica la producción de las economías regionales diversas de nuestra Argentina promoviendo la generación de trabajo, a través de la industrialización. El primero mira Europa y Norteamérica como los ejemplos a seguir. El segundo encuentra en América Latina sus aliados y principales socios. El primero está pensado para 10 millones de argentinos y el segundo para 40 millones.

El primero, y desde Rivadavia beneficia a la banca extranjera tomando deuda y el segundo procura pagarla para ganar soberanía e independencia económica. El primero es conducido por la oligarquía portuaria con pretensiones de Europeísmo y se arrodilla ante los reyes del viejo continente, el segundo se solidariza con los pueblos hermanos de Latinoamérica y construye una Patria Grande.  


/ En la misma sección
/ Columnistas
Elecciones en México: balas y votos
/ Columnistas
Qué es el síndrome de burnout