Columnistas // 2023-09-25
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La economía mendocina post elecciones


La sociedad mendocina no debe esperar que la economía provincial adquiera una perspectiva sustancialmente diferente al actual escenario, independientemente de la fuerza política que obtenga el aval de los electores. La afirmación no está exenta de cierta incomodidad porque toda nueva gestión tiene un periodo de tiempo para evaluar, diseñar y aplicar medidas en búsqueda de soluciones concretas. Los eventos locales, nacionales e internacionales evidencian que la velocidad y efectividad para la resolución de las demandas es la clave para que la convivencia entre los administradores de la cosa pública y sus ciudadanos trascurra en un clima de baja conflictividad.

Mendoza no logra definir un perfil productivo-comercial, su empresariado no puede o no sabe cómo establecer un nivel de dialogo con el poder político de turno para definir las bases mínimas de consenso que posibilite asignar responsabilidades institucionales y operativas. La macroeconomía mendocina tiene como el resto de los estados subnacionales una fuerte correlatividad con la economía nacional, no obstante, otras provincias se anticiparon a los objetivos del gobierno nacional y en función de ello adquirieron una gradual y mayor participación en el esquema de inversiones diseñado desde los escritorios de la administración nacional.

En la reciente etapa de coincidencia ideológica entre el gobierno provincial y nacional, los potenciales beneficios por afinidad política, es materia pendiente, funcionarios nacionales de esa época argumentaron que la provincia no puso en juego las fichas suficientes para lograr imponer las necesidades de financiación de proyectos de inversión en la geografía local.

El presente económico de Mendoza expone que la deuda en moneda extranjera (dólares estadounidenses) continua y profundiza su incidencia en las finanzas públicas como resultado de las sucesivas devaluaciones del peso. En el mercado laboral la tasa de incorporación de nuevos trabajadores es menor a la oferta de mano de obra: El trabajo formal (asalariados registrados del sector privado) contabilizo un incremento del 10,7% entre 2010 y 2022, frente a un crecimiento poblacional del 15,8% según los censos nacionales de ambos años, la progresividad de estos números seguramente demandara una revisión de las políticas de empleo en el mediano plazo.

La actividad agrícola y su segmentación comercial ha desarticulado el encadenamiento productivo, las cosechas de las pequeñas explotaciones que no integran una red de suministro a empresas acopiadoras y comercializadoras, no logran ser incorporadas en los centros de ventas urbanos, la situación impone barreras de acceso a los ingresos mínimos y necesarios para la subsistencia del agricultor y su familia.

La industria pyme local se debate entre la incorporación de tecnología, ausencia de fuentes de financiación y la competencia intrarregional e internacional, la combinación de estos eventos sin un proyecto de provincia consensuado y liderado por el gobierno, solo es la antesala de una dura existencia en los próximos tiempos. Energía y alimentos serán dos de las principales demandas futuras, pero en ese tablero solo las compañías multinacionales y sus aliados serán los jugadores habilitados.

La discusión sobre la gran minería no tendrá una solución institucional, las firmas internacionales proyectan con horizontes de 30/50 años, por lo tanto, para ellos la inmediates no es un objetivo. Mendoza en el corto plazo con una economía de baja o nula intensidad enfrentara una serie de inconsistencias que la obligara a la búsqueda de soluciones sin posibilidad de extenderlas en el tiempo y en ese estado de situación los empresarios de la minería internacional podrían ser una opción a considerar.

A nivel internacional el enfrentamiento Occidente – Oriente ya otorga algunas señales a los gobiernos nacionales y locales, los fondos de inversión y la banca internacional aventuran que en 2024 y posiblemente 2025 la economía mundial no logre reducir sensiblemente los niveles de inflación. Es claro que productos del agro y la minería considerados estratégicos adquirirán un valor adicional y la geopolítica tendrá un rol destacado en ese contexto.

Los mendocinos pueden otorgar una nueva oportunidad a políticos que tuvieron responsabilidad de una administración provincial sin los resultados prometidos, pero repetir fracasos no es el camino.


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