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En el mes de julio y ante una reacción popular y judicial de envergadura contra el tarifazo en luz y gas, el Presidente de la Nación se comunicó telefónicamente con la empresa Mendocina Energe (1). Esta firma de jóvenes empresarios, es un ejemplo de política de estado. La Universidad Nacional de Cuyo, a través de su programa de incubadora de empresas, apoyó hace más de 8 años, a un grupo de jóvenes profesionales en el diseño de un prototipo de calefón solar. El programa incluía asesoramiento sobre la estrategia comercial y apoyo para su lanzamiento. Asimismo, el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) cuenta en una de sus sedes en la Provincia de Buenos Aires, con un banco de pruebas donde los fabricantes nacionales de calefones solares llevan adelante programas de mejoras continuas (fundamental para estrategias de I+D, investigación y desarrollo).
Ahora bien, cualquier empresa de capitales nacionales que recibe el llamado de un presidente, y mediante un eficiente aparato de comunicación permite difundir su actividad, debiera sentirse más que satisfecha. Sin embargo, al menos para las pymes del sector energético, las señales no son claras. Y las pocas que sí lo son, no llegan a ser alentadoras.
¿Adónde vamos? Derecho
La energía dentro de un país está dividida en tres estamentos: producción, distribución y comercialización. Claramente, la energía es uno de los principales precios de cualquier economía nacional, junto con salarios e impuestos. Desde la llegada del actual gobierno, se indujo a modificar la estructura de tarifas energéticas, con especial énfasis en la producción. Esto generó desacoples de todo tipo. Por un lado, el falso argumento del alto nivel de subsidio al consumo, en comparación con países limítrofes o del primer mundo (2), sirvió de muletilla para desarmar un sistema que tenía su mayor fortaleza en el sostenimiento del consumo. Sin perjuicio de modificar situaciones de injusticia, no está aclarado porqué deben ser los usuarios los que financien la inversión (3) a costa de reducir el consumo, trasladando la variación a inflación.
Peor aún, la desestructuración del sistema anterior tiene especial impacto, además de los usuarios, en los empresarios pymes que forman parte del sector de energías alternativas y metalmecánicos en general. Fundamentalmente, porque las tarifas para producir generan desventajas respecto al costo de oportunidad de invertir en capital de trabajo (bienes de capital y personal) sumado al menor poder de consumo de sus clientes, afectados también por fuertes incrementos en escala que generan la modificación de tarifas. Paradójicamente, proveedores de materiales fundamentales para el sector como el acero y el aluminio, se aprovechan de su posición dominante (a través de aranceles que dificultan la importación, a pesar que públicamente piden apertura de la economía) para aumentar sus precios en dólares con el pretexto de "tarifas energéticas caras" (4).
El factor común, si uno se esfuerza en encontrarlo, es la subsistencia de los más grandes. La licitación de 1000 MW en energías renovables llevada adelante por el gobierno nacional este año, generó críticas desde el sindicalismo, cámaras empresarias, pasando por representantes pymes nacionales (5) y provinciales (6), ya que los pliegos no priorizaban a la industria pyme nacional, obligándolos a quedar tercerizados, y perdiendo una enorme oportunidad de apoyar al sector e incentivar el valor agregado tecnológico con mano de obra local.
Las críticas fueron de tal magnitud que se tuvo que armar por espasmo, una nueva licitación denominada "Renovar 1.5" donde los proyectos "mendocinos" esta vez quedaron incluidos.
Más confuso es aún cuando desde el gobierno nacional, a pesar de las críticas que realizaron en campaña (7), avanzó con los contratos para la construcción de la central hidroeléctrica Chihuido en la Provincia de Neuquén a través de financiamiento ruso (8), algo también criticado desde el sector empresario nacional al gobierno anterior.
Por último, es legítimo preguntarse cuál es el sentido del aumento de las tarifas energéticas, si paralelamente se reduce la inversión (9) y se deja a las economías regionales con actividades productivas a la deriva, y con incertidumbre respecto al empleo, sus ingresos y regalías (10). Además, cual es el sentido de avanzar y retroceder, retomando un esquema de subsidios a empresas que en algunos casos es injustificable (11). Sin inversión, ¿tendremos más energía con menor precio?.
Esta película ya la vimos
A finales de los 90' (pura casualidad) se hizo muy famosa una película japonesa de terror, Ringu. Su éxito permitió que Hollywood, hiciera la remake y secuelas con el nombre de The Ring (2002). En la versión original, el director japonés Kôji Susuki, recrea un cuento popular nipón donde un grupo de personas al ver un video, reciben una llamada que les preanuncia un final trágico.
Muchas de las medidas macroeconómicas adoptadas por el actual gobierno ya formaron parte en el pasado, de una estrategia que tuvo a las pymes como las principales víctimas y con ellas, el destino desafortunado de millones de argentinos. Ojalá, las estrategias de marketing comunicacional del actual gobierno, tengan esta vez, un final feliz.
Fuentes:
1. http://radiomitre.cienradios.com/termotanque-solar/
4. http://www.lavoz.com.ar/negocios/los-insumos-industriales-en-el-centro-de-la-polemica
5. http://www.lapoliticaonline.com/nota/98133/
6. http://www.elsol.com.ar/nota/274839
9. http://www.lapoliticaonline.com/nota/98825/
11. http://www.lapoliticaonline.com/nota/102711-cornejo-le-subsidia-la-luz-a-pescarmona-y-cartellone/