Columnistas // 2021-12-26
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Navidad llegó, y llegó el informe
EL FMI reconoce la naturaleza política y la inconsistencia técnica del monumental préstamos otorgado a Mauricio Macri. Guillermo Carmona sale al cruce de los dichos de Boris Johnson. Los justicia PRO de Comodoro Py da una mano a los ex funcionarios de la AFI. En Mendoza, el gobernador Suarez duda en adjudicar Portezuelo del Viento sin aval nacional. En tanto Alberto Fernández se reúne con miembros de la Corriente Nacional de la Militancia.


El  cierre del año 2021 está dominado por la cuestión de la deuda externa y la obtención  de un acuerdo que posibilite al  país,  sostener  índices de crecimiento compatibles con las aspiraciones legítimas de los y las argentinas. Sin aún haber  cerrado las estadísticas oficiales, la tendencia de incremento anual del PBI se ubica por encima del 10%.

Hoy resulta evidente que los argentinos están pagando la pesada factura que dejó la fiesta macrista. Los pocos que se beneficiaron no quieren poner un centavo y cargan sobre el resto de la sociedad la pesada mochila de la deuda externa y la destrucción de la economía. Lejos de la mínima autocrítica, la conducta bochornosa que adoptó el macri-radicalismo en el Congreso dejando sin Presupuesto al gobierno de Alberto Fernández,  es una clara muestra del derrotero desafortunado que ha tomado la oposición, empeñado hoy en impedir cualquier acuerdo y sin importarles en lo más mínimo el daño que provocan al conjunto de los argentinos.

Hasta el Fondo Monetario Internacional, sinónimo de crisis, recesión y desempleo, está más dispuesto a la autocrítica que los propios  militantes y dirigentes de Juntos por el Cambio.   El capítulo que se escribió esta semana tiene su eje principal en el informe que hizo conocer el FMI sobre el préstamo extraordinario al gobierno de Mauricio Macri. La oficina de evaluación del organismo emitió un informe sobre el préstamo Stand-by que aprobó en 2018, el que tuvo serias anomalías desde los procedimientos y estuvo influido por aspectos ajenos a las consideraciones “técnicas”, admitiendo explícitamente la inconsistencia del programa para abordar los profundos problemas “estructurales” de Argentina. En pocas palabras, fue entregado con criterios políticos y el aval de Estados Unidos para salvar a Macri, en medio de una tormenta cambiaria, originada por las erroneas decisiones económicas adoptadas por “el mejor equipo de los últimos 50 años”. No quedan dudas que los únicos beneficiarios fueron los socios locales del gobierno de turno  y  los bancos extranjeros, quienes fueron los grandes fugadores de las divisas depositadas en el Banco Central, muchas de las cuales provinieron de ese mismo crédito.

Pese a la liviana autocrítica institucional del Fondo expresada en el documento, Alberto Fernández lo esperaba ansioso para dejar explícito que las responsabilidades fueron compartidas. “Es imperioso entender la dimensión de la deuda otorgada por el FMI a la Argentina, con el indudable propósito político de sostener un gobierno que solo lastimó intereses de nuestro pueblo. Nos demandará mucho tiempo reponernos de semejante daño", sostuvo.

En medio de las complejas negociaciones para acordar nuevos términos para el reintegro de esta monumental deuda resulta fundamental entender que, así como entregar semejante suma para sostener una política económica basada en, según el propio informe, “el aumento de los reembolsos, junto con la fuga de capitales de los residentes, ejerció una presión considerable sobre el tipo de cambio”, se deberán considerar las exigencias del gobierno argentino para que su devolución no implique someter a su población a un ajuste permanente,  al asfixiar el crecimiento económico verificado durante el último año. Curiosamente, coincidió con una carta pública de Macri quien no ahorra críticas al gobierno nacional pero omite deliberadamente el asunto del préstamo extraordinario del FMI y su ominoso destino.

No hay dudas  que el camino elegido por la oposición y los medios de comunicación  que los encubren,   es sacar provecho de las dificultades económicas que el gobierno comienza a superar y poner trabas  a un acuerdo razonable con el FMI. Es por ello que resulta esperanzador, con los recaudos del caso, el avance de la querella criminal que en su momento, presento la Oficina Anticorrupción contra  “Macri, Mauricio y otros s/ defraudación por administración fraudulenta y defraudación contra la administración pública”. Por esta causa ya fueron imputado el ex presidente,  Nicolás Dujovne, Luis Caputo, Federico Sturzenegger y Guido Sandleris. Es toda una señal que debería llamar a silencio a quienes están sospechados de cometer este desatino.

 También se conoció esta semana la decisión de la Cámara Federal de Comodoro Py que revocó los procesamientos de los extitulares de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas y Silvia Majdalani por supuesta "asociación ilícita" respecto de las maniobras de espionaje ilegal durante el gobierno de Mauricio Macri. La intención de este sector de la justicia es blindar a Macri de los demás procesamientos asociados a su política de espionaje sistemático a opositores, miembros de su gobierno y hasta familiares de las víctimas del naufragio del ARA San Juan.

Los camaristas Bertuzzi y Llorens sostienen la dudosa tesis de que los agentes de la AFI actuaban por la suya como si se tratara de un mini emprendimiento, para luego extorsionar a los espiados, utilizando los recursos de una repartición con dependencia directa de la Presidencia,  y que se reunían en la Casa Rosada para  recibir órdenes directas de uno de los funcionarios de mayor confianza del ex presidente como lo era Gustavo Arribas. Increíble!. Cristina, quien fuera principal objetivo del espionaje macrista, no lo dejó pasar: “llegó Papá Noel” ironizó. "Un regalito de navidad de dos jueces de la Cámara Federal de Comodoro Py para Macri y su pandilla. ¡Mamita!", apuntó.

En tanto Rodolfo Suárez, realizó un verdadero montaje mediático para aparecer exigiendo un pronto despacho de parte del presidente Fernández sobre la viabilidad del megaproyecto Portezuelo del Viento, ubicado sobre el Río Grande en el Departamento de Malargüe. Esta opereta se basó en supuestas declaraciones de Silvina Batakis, Secretaria de Provincias del Ministerio del Interior y representante del gobierno en el COIRCO (Comité de Cuenca del Río Colorado), a quien le adjudicaron haber dicho que eran necesarios estudios ambientales complementarios a los realizados por las Universidades de La Plata y El Litoral. Es un tema de delicada resolución política porque requiere el convencimiento de todas las provincias involucradas (Neuquén, Río Negro, Buenos Aires y especialmente La Pampa) que difícilmente se resolverá por una medida administrativa y menos intentando forzar una decisión presidencial en términos perentorios (30 días) basado en el reglamento del Comité. La verdad es que la provincia no quiere avanzar en la adjudicación de la obra sin el aval explícito de la Nación. La UTE Malal-hue es la única oferente y está integrada por la empresa china Sinohydro, IMPSA, Obras Andinas y Ceosa. Mientras tanto, Mendoza ha recibido puntualmente los desembolsos de Nación para la obra, que tiene un presupuesto de 1.023 millones de dólares. A fines de octubre, percibió la novena cuota depositada en el fideicomiso constituido a ese efecto.

El mismo Suarez, luego de mostrarse públicamente en contra del acuerdo fiscal propuesto por el Gobierno Nacional junto al jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, dio un giro inesperado de realismo político y ahora está dispuesto a firmarlo. Su cambio de opinión se basa en que la propuesta no resulta perjudicial para Mendoza porque el Consenso Fiscal solamente fija topes máximos a las alícuotas de Ingresos Brutos y a otros impuestos provinciales. Es decir habilita la posibilidad a las provincias a subirlos entre esas bandas, pero en modo alguno lo exige. La decisión es racional puesto que la provincia es deudora del Banco Nación y del ANSES y su debilidad financiera le exigirá refinanciar la deuda que mantiene con estos entes nacionales. Sin admitirlo abiertamente, saben que Mendoza no está en condiciones de afrontar estas deudas exigibles sin poner en aprietos a las arcas provinciales en el 2022. La receta pareciera resumirse en la consigna “me opongo por conveniencia política, pero me acojo a todos los beneficios posibles que nos pueda brindar el gobierno nacional”. En la Nación ya le picaron el boleto.

El presidente Alberto Fernández dio una nueva muestra de su intención por fortalecer su esquema político. Esta semana sostuvo una reunión presencial  con militantes y dirigentes  de todo el país de La Corriente Nacional de la Militancia. Estuvieron presentes  Guillermo Carmona de Mendoza,   Agustín Rossi  de Santa Fe, Daniel Filmus de Caba,  Cristina Álvarez Rodríguez de la provincia de Buenos Aires entre otra centena de militantes.  AF, luego de realizar un balance de su gestión de gobierno, enumerar  las dificultades de la pandemia y  evaluar el rol crítico de la oposición, entre otros temas, ratificó la solidez de la coalición gobernante y la importancia que tiene, para una sólida  construcción política, conservar la vocación frentista del peronismo,  sumando  voces diferentes y desechando la idea de un pensamiento único y hegemónico. Alberto Fernández sigue dando señales de querer consolidar un esquema de poder que fortalezca su liderazgo como jefe de estado pero también como líder de la coalición que lo llevó al poder.  Busca diferenciarse, tanto en la forma de concebir el poder como en la forma en que se lo construye. Con racionalidad y sensatez el presidente sigue legitimando su conducción con un propio estilo comunicacional: cercano, directo, conciliador, hablando directamente  con los militantes y la gente.  Es consciente de los retos de sus gobierno pero también de las oportunidades políticas que le depara el futuro si logra sortear esos obstáculos.

El primer ministro británico Boris Johnson casi  protagonizó, con su estilo provocador y presuntuoso, un altercado diplomático cuando, en un mensaje navideño a los isleños,  reivindicó la usurpación colonialista sobre las Islas Malvinas.

En víspera de los 189 años de la ocupación ilegal de estos archipiélagos por parte de la corona británica en el año 1833, el primer ministro en su saludo navideño,   se refirió a la guerra entre ambos países señalando que el 2022  “Será un año en el que todos podríamos recordar debidamente el aniversario de la invasión, ocupación y liberación de nuestras islas”. Agregando luego que  “muchas cosas cambiaron en el mundo” en estas cuatro décadas, pero  “hay una cosa que permanece absolutamente inalterada: el compromiso del Reino Unido con las Falklands y su pueblo”.  Finalmente chicaneo a la argentina afirmando que,  “Después de todo, 2021 fue el año en el que incluso la Federación Internacional de Tenis de Mesa reconoció, ante las ruidosas protestas de algunos sectores, la soberanía inviolable de los jugadores de tenis de mesa de las Falklands y los wiff-waffers (relacionado al  ping pong)”.

 El representante del gobierno argentino que salió al cruce de estas afirmaciones fue el mendocino Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina. En un hilo de tuits, el funcionario nacional respondió con dureza las ironías del premier ingles  afirmando que “Cuando faltan las razones aparecen las chicanas: en los organismos internacionales el colonialismo británico  siempre pierde por goleada (ONU, OEA, TJI) ¿Vale el festejo por la admisión en un ente de derecho privado?”, refiriéndose la Federación Internacional de Tenis de Mesa.

 En relación al poder militar británico al que alude indirectamente Johnson, Carmona le respondió que  “cuando faltan las razonas aparece la retórica militarista: jactarse de una victoria militar que el derecho internacional no reconoce como título de soberanía (véase Res 37/9 ONU) solo reabre las heridas de la guerra y desconoce 38 años de democracia argentina". Agregando que  “Esto es prueba -en contra de lo que frecuentemente se intenta instalar- de que los discursos belicistas y la retórica hostil no proviene del Estado que padece la ocupación en #Malvinas sino de la potencia ocupante.”   

También el funcionario de la Cancillería argentina le recuerda a Boris Johnson que "el primer ministro se acuerda de Malvinas y las colonias en sus mensajes navideños. El pueblo y gobierno argentinos tenemos presente a Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos correspondientes todos los días de todos los años porque es una causa nacional".

La Cuestión Malvinas está profundamente arraigada en el sentimiento popular.  Las ironías y las provocaciones inglesas solo logran reavivar este deseo permanente de recuperar la soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos que los rodean.


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