Columnistas // 2021-11-14
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Pirotecnia de campaña
Una intensa campaña llega a su fin con expectativas de saber cómo se configurará el próximo Parlamento y la Legislatura provincial. Las propuestas no fueron de la partida en esta ocasión, lo que no disminuye la importancia política de los resultados. Ellos determinarán nuevos alineamientos primero parlamentarios y luego definirán proyectos y candidaturas. En Mendoza, en los debates finales se produjeron contrapuntos interesantes y pases de facturas por doquier. Los grandes desafíos que afronta el gobierno requerirán respaldos fuertes. El reloj que marca el 2023 ya empezó a correr.


Llega a su fin una campaña marcada por la falta de propuestas creativas y cierta apatía general que marcan el pulso de la sociedad. El Gobierno y su herramienta electoral, el FdT afrontan un desafío muy importante porque, sin dudas, los resultados marcarán la agenda de al menos el próximo año.  Resulta relevante desde el punto de vista estructural enmarcar racionalmente los principales problemas de la macroeconomía, el acuerdo de la deuda y la alta inflación, para sostener un ritmo de crecimiento económico que permita consolidar algunos de los sólidos  atisbos de recuperación sectorial que se perciben, en especial en la construcción y en el sector industrial.

La falta de propuestas no es óbice para entender que las implicancias políticas determinarán decisiones a uno y otro lado de la grieta: definición de candidaturas, realineamiento de bloques legislativos, profundización de estrategias y capacidad de negociación en tiempos turbulentos.

Entre tanto, la inflación medida por el Indec correspondiente a octubre, marcó 3,5% que no refleja aún el programa de control de precios de más de 1.400 productos de primera necesidad y, a partir de esta semana también de los medicamentos. Seguramente este freno se perciba en la medición de noviembre. Paralelamente se conoció el índice de actualización de jubilaciones y AUH que, anualizada, será levemente superior al de inflación, llegando casi al 53%. 

Hubo también esta semana una presión constante de “los mercados” sobre el dólar paralelo que el gobierno supo capear sin levantar muchas olas. Deberíamos llamarlos con más precisión: son especuladores de toda laya, en el lenguaje jauretchiano. No obstante la arremetida de noviembre, si se considera todo el año, el paralelo subió $34 (un 20%), por debajo de la inflación acumulada que es cercana al 40%.

Los cierres de campaña no salieron de las pautas establecidas. Mientras Juntos por el Cambio privilegió mantener el status quo que le resultó efectivo en septiembre, haciendo alusión a los costos económicos de la pandemia y las pérdidas en materia de educación, el desgaste en la imagen presidencial y los padecimientos sociales, sin dejar de lado la coyuntura de seguridad. Contrasta con el modo en que abandonaron el gobierno en 2019, con todos los índices negativos y un endeudamiento agobiante del que nunca se hicieron cargo. Incluso el ex presidente.  

Macri, muy suelto de cuerpo, “explicó” que el endeudamiento de más de 43 mil millones de dólares solicitado al FMI fue entregado a los bancos extranjeros, para que pudieran fugar los dólares a sus casas matrices, contradiciéndose con lo que había expresado en el debate presidencial de 2019, cuando dijo que se había destinado a cubrir la deuda heredada por el gobierno de Cristina.

El FdT se esforzó por centrar su eje discursivo en volver a ganar el espacio del cara a cara con la ciudadanía, revalorizando el rol de la militancia. El objetivo fue escuchar y dar argumentos a los electores. La movilización hizo que se intensificaran las recorridas y los encuentros. El cierre de campaña se llevó a cabo en el partido bonaerense de Merlo. Junto con los principales candidatos y candidatas, contó con la presencia de Alberto, Cristina todavía convaleciente de su reciente operación, Axel Kicillof y Sergio Massa como principales figuras, cuya presencia simboliza la estructura básica de la alianza gobernante. Cuidar a las y los argentinos fue una importante consigna de este tiempo. Se mostraron orgullosos del éxito de la campaña de vacunación, que continúa y ha permitido retomar cierta normalidad extrañada por todos. La deuda heredada con el FMI, la recuperación del salario y la lucha contra la inflación también fueron centrales en la arenga del jueves.  

Tan importante para el gobierno es la elección del día domingo como lo que sucederá después de transcurrido el escrutinio. Si bien el oficialismo no ha bajado los brazos y sostiene, con política y gestión la iniciativa, remontar la cuesta de la diferencia de casi diez puntos que le sacó  Juntos por el Cambio hace dos meses, sería  una verdadera proeza electoral. Si bien el FdT ha ganado y perdido elecciones de medio término, esta vez el resultado definirá la relación de fuerza para los próximos dos años al interior del Congreso Nacional , donde están  en juego  127 diputados y 24 senadores. 

Si se logra revertir esta pendiente, principalmente en la provincia de Buenos Aires, el oficialismo podrá conservar parcialmente el control del parlamento y transcurrir con algún sosiego los dos años que restan de gobierno. Este cálculo es posible ya que  es JxC el que más bancas expone: 60, mientras el FdT solo arriesga 52. Más aún, con solo revertir la última derrota sufrida en  las elecciones en San Luis y La Pampa, que eligen tres diputados  cada una, el FdT pasaría a tener 117 diputados y JxC 116. En este escenario este objetivo parece posible. 

Sin embargo, si  los números  de las PASO se repitieran  este domingo, JxC estaría  aventajando por tres diputados al oficialismo: 118 a 115. Ante la peor de las hipótesis, que el gobierno pierda el control de ambas cámaras legislativas, y el quórum que ya detenta en el Senado como la primera minoría que tiene Diputados, se  estaría frente a un desafío de gobernabilidad que requiere pericia política y nuevas alianzas parlamentarias. Una situación compleja frente a una oposición salvaje, que viene decidida a bloquear el funcionamiento del gobierno e intenta  recobrar al poder  en el 2023.  

La apuesta es achicar la diferencia, minimizarla. Su alcance en términos parlamentarios, marcará a fuego las conductas políticas de los actores principales de la alianza gobernante. El asunto es luchar para ratificar el rumbo de la gestión o  las tensiones que se agudizarán hacia el futuro. 

En la órbita de la gestión, donde la economía muestra una inercia hacia la recuperación, el trabajo registrado lo sigue de atrás pero con una tendencia un tanto más débil. Vale decir que los nuevos puestos ofrecidos son de menor calidad que los perdidos. Resulta en cierto grado lógico porque la situación es producto de la destrucción de empleo que ya se percibía desde 2018, mientras que la recuperación de 2021 acerca los índices recién al estado de base de inicio del mandato, que era muy crítica. Es una cuenta pendiente que el gobierno debe apuntar entre las problemáticas a corregir en el futuro cercano.

En Mendoza hubo un desusado intercambio de facturas y algo más, con acusaciones personales y las habituales chicanas de subido tono entre las/os candidatos cabeza de lista de las principales fuerzas políticas. La falta de crecimiento, el endeudamiento crónico, la inseguridad y la situación crítica de Osep, fueron los temas principales que le enrostraron desde el FdT a Cornejo y Suárez, quienes a su vez replicaron con la marcha “ordenada” del gobierno provincial e insistieron con la supuesta discriminación a Mendoza en materia de recursos por parte de la nación. Repitieron sobre la necesidad de “cambiar el modelo”, sin explicar si esto implicaba volver al del gobierno de Macri. No estuvo ausente el debate sobre el modelo productivo provincial ni la discusión sobre la matriz productiva. El proyecto Portezuelo del Viento, la reforma laboral para eliminar indemnizaciones, así como los usos del agua, tampoco escaparon al tiroteo. 

El menú de posibilidades de las denominadas “terceras fuerzas” parece haberse reducido al Partido Verde y el Frente de Izquierda, quienes pugnan sobre todo por mantener presencia en la Legislatura provincial. Los Verdes recobraron algo de fuerza fustigando con la necesidad de suspender la Verificación Técnica Obligatoria de vehículos, que empatizó con la demanda de un sector de clase media empobrecida, que lo percibe como una amenaza al no tener los medios suficientes para adecuarse a las exigencias de circulación. La izquierda planteó sus posiciones en torno a presentarse como representantes exclusivos en la defensa del agua y a equiparar los salarios legislativos con los docentes. 

En medio del fragor de la disputa política, la provincia se prepara para autorizar nuevas subas de tarifas eléctricas en lo concerniente a distribución, ya que el cargo fijo del costo por kW, que es materia nacional, se mantiene estable desde mediados de año. Sinceramiento que le dicen.

Volviendo al cierre de campaña de Merlo, Alberto Fernández dijo a modo de conclusión “Me tomaré el tiempo que haga falta para encontrar el mejor acuerdo para los argentinos". El acuerdo al que se refiere es el respaldo suficiente para resolver las problemáticas más urgentes de la Argentina. La lectura política que muchos hacen de esta propuesta es una convocatoria amplia que no sólo incluya a la oposición política, sino también a los empresarios, los sindicatos, a los movimientos sociales y las organizaciones de la sociedad civil. Más allá de las especulaciones típicas de la época por los resultados y la conformación de las cámaras legislativas, lo único cierto es que luego de la contienda del domingo quedarán dos años de gobierno muy difíciles y no puede perderse el tiempo en disputas que mermen la capacidad política y de gestión para producir las transformaciones anheladas por la mayoría, para lo que fue elegido el Presidente Fernández en 2019.

 


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