Columnistas // 2021-08-16
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Cambio climático: Hacia un punto de no retorno
El informe del IPCC sobre calentamiento global alerta sobre nuevas amenazas de fenómenos climáticos dañinos e irreversibles.


El panel intergubernamental de expertos sobre cambio climático (IPCC) de la ONU, publicó el 9 de agosto el informe de evaluación sobre las consecuencias a las que nos enfrentamos si no reducimos drásticamente las emisiones que provocan calentamiento global. La temperatura de la tierra ya se encuentra cerca del límite máximo previsto en el Acuerdo de París que establece 1,5 grados por sobre la era pre industrial. Este es el umbral que los expertos consideran de efectos irreversibles.  

La influencia humana ha calentado el planeta a un ritmo sin precedentes en al menos 2000 años y, aun sí se logran reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura seguirá aumentando y es probable que para 2040 exceda los 1,5 grados. Algunos cambios, como el incremento del nivel del mar, son irreversibles en cientos o miles de años. 

Este informe, elaborado por unos 200 expertos de todo el mundo, es el más completo realizado hasta la fecha y rebela los cambios que sufrirá el planeta en las próximas décadas. En dicho documento, de casi 4000 páginas, se demuestra con datos duros que las emisiones de gases de efecto invernadero, son responsables del aumento del 1,1 grado desde el periodo pre industrial (1850-1900).  

El retroceso de glaciares que se derriten, la disminución del hielo marino en el Ártico y el nivel del mar seguirán aumentando incluso si tomamos medidas drásticas. Con un incremento de 1,5 grados, que es el escenario más optimista en el largo plazo, tendremos un aumento de 2 a 3 metros del nivel del mar. Pero si no hacemos nada tendremos catástrofes garantizadas para mucho tiempo y el nivel del mar podría subir hasta 5 metros para 2150, lo que amenaza directamente la vida humana sobre el planeta. El deshielo de los glaciares y los polos se volverá irreversible si las emisiones no se reducen en forma urgente. 

La temperatura media mundial fue 1,09 grados más alta entre 2011 y 2020, que entre 1850 y 1900. Los últimos 5 años fueron los más calurosos registrados desde 1850. Y el pasado mes de julio fue el mes más caluroso de la historia del planeta. Mientras se presentaba el informe, acontecían grandes incendios en el mediterráneo y en Estados Unidos. En los mismos días, Europa registró las temperaturas más altas desde que se tienen registros y hace pocas semanas sufrieron inundaciones devastadoras Alemania y Bélgica. 

El punto clave de la investigación es que, en las próximas dos décadas, el aumento de temperatura alcanzará los 1,5 grados Celsius o más. Con este panorama, se avecinan olas de calor más frecuentes y más intensas, aumentos de fuertes lluvias y de sequías.  

América Latina

Latinoamérica se encuentra entre las zonas más afectadas del planeta por el aumento de temperatura y del nivel del mar. La proyección del informe indica que, en los próximos 5 años, la tendencia de aumento continuará a un ritmo más acelerado que en el resto del globo. Además, al nivel del mar en los últimos 30 años también aumentó más en la región que en el resto del mundo, y esto seguirá así, lo que traerá acrecentamiento de inundaciones y el retroceso de la línea de costa.  
Por otra parte, altas temperaturas, sequías, incendios y deforestación están reduciendo rápidamente la capacidad de la selva Amazónica, la más grande del mundo, de absorber carbono de la atmósfera. El acumulado de emisiones que provoca el calentamiento global saturan la función natural de enfriamiento de la selva, que está sobre-exigida al límite. 

El IPCC proyecta para el norte de Sudamérica un aumento de los días secos y mayor frecuencia de sequías. En la región andina, la disminución de nieve y hielo, provocará inundaciones y desborde de ríos. En el suroeste de Sudamérica se proyectan condiciones para sequías e incendios. En el Sudeste de Sudamérica aumentarán las precipitaciones e inundaciones. En el sur de América Central aumentan las probabilidades de sequías e incendios, así como olas de calor. Además, se pronostica que ciclones, vientos fuertes y tormentas se vuelvan más extremos y más frecuentes. 

El informe deja en claro que no hay dudas acerca de que la influencia humana ha calentado la atmósfera, los océanos y la tierra. Por lo tanto, es una fuerte respuesta científica a quienes niegan el cambio climático y la responsabilidad directa que tiene la actividad humana en el mismo.  

La única buena noticia, si es que se puede llamar así, es que aún tenemos posibilidades de actuar para mitigar los daños que ya se han producido y los que se avecinan. Los expertos dicen que, si podemos reducir las emisiones globales en un 50 por ciento para 2030, y alcanzar cero emisiones netas para 2050, podremos detener el aumento de temperaturas. La cumbre del clima, la COP 26, que se realizará en noviembre, es el encuentro mundial donde se pueden tomar decisiones que el planeta reclama en forma urgente.


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