Columnistas // 2021-06-01
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Integración y democracia a 30 años del MERCOSUR
La historia del Mercosur y sus instituciones no puede escindirse de la realidad política, social y económica de Latinoamérica y del mundo. En el marco del aniversario del MERCOSUR, se produjo el 5to encuentro del ciclo de conferencias “AMERICA LATINA. DEBATES Y PERSPECTIVAS”.


Continuando con el ciclo de conferencias organizado por la asociación civil Foro Nuevo Cuyo, se dio lugar a su quinto encuentro en el que se trató el tema de integración y democracia en Latinoamérica, especialmente el rol del Parlasur para el funcionamiento del MERCOSUR. Contó con la exposición de 3 ex presidentes del organismo de Sudamérica, Florivaldo Fiel (Brasil), presidente en el año 2008, Daniel Caggiani (Uruguay), presidente en el año 2019, y Oscar Laborde (Argentina), presidente en el 2020. 

Los triunfos de Macri en la Argentina y Bolsonaro en Brasil buscaron desmantelar el proceso de integración, vaciarlo de contenido y favorecer a los grandes grupos económicos. El Parlasur corrió con la misma suerte en este proceso que se comenzó a vivir en Latinoamérica con los procesos neoliberales. Este organismo es un órgano unicameral de representación de los pueblos del MERCOSUR, independiente y autónomo, y el único donde cuyos miembros deben ser electos por sufragio de acuerdo a la legislación de cada uno países miembros. Se encuentran dentro de sus objetivos la defensa de la democracia, la libertad y la paz, la elaboración de normas, celebración de convenios con otros organismos y el fomento y desarrollo de instrumentos de democracia participativa en el Mercosur.

Para Oscar Laborde, en la región hubo un momento virtuoso de integración en el cual se vivieron épocas de progreso y bien estar de nuestros pueblos que se interrumpió con la aparición de gobiernos neoliberales en América latina. Expresó que “trataron que creyéramos que esa ola era irreversible. Nuestros pueblos aprendieron y tomaron conciencia de lo resiente”, en relación a lo ocurrido en el último tiempo en el cono sur.

Según el parlamentario, el Parlasur depende del nivel en que prospere la integración y el progreso del MERCOSUR. “Hay una necesidad de repensar el MERCOSUR, donde tenemos que ubicarnos geopolíticamente de cómo está el mundo y de esta manera ratificar la idea de que el Mercosur tiene que ser un polo en un mundo multipolar”, comentó Laborde.

La realidad de Uruguay respecto del Parlasur es especial, si bien no tienen elección directa de los miembros parlamentarios, la unión de la izquierda permitió preservar la posición política que se puso en juego en los comicios del 2019. En este sentido Daniel Caggiani expresó “la democracia es esencial para que haya integración y los pueblos puedan ser autónomos e independientes como camino a la liberación nacional”. 

Sin dudas en América Latina se comienza a vivir una época de divergencia de diferentes procesos. Sobre esta realidad Daniel Caggiani sostiene que hay un elemento de “luz en el camino” que es tratar de avanzar sobre ese latino americanismo disolvente, donde tiene un peso muy importante la lógica estadounidense, para lograr un proceso que tenga al MERCOSUR como el corazón de la integración de los países de sur américa. “Si nos propusiéramos, en un sentido de soberanía alimentaria, podríamos ser la OPEP de los alimentos en un mundo donde va a necesitar cada vez más alimentos”, expresó Caggiani.

Sin capacidad de acción integral a causa de una sociedad fragmentada por la desigualdad y la economía, se produce la reorganización del mundo en búsqueda de un nuevo centro. Para Florivaldo Fiel, más conocido como Doctor Rosinha, “la economía se ha visto modificada por la desindustrialización de algunos países, por los cambios laborales que impactan en la realidad familiar en el caso del teletrabajo y lo que en su momento parecía una colonia americana hoy se ha convertido en una colonia china con sus prioridades”. En este sentido, entiende que la integración se presenta como el desafío de evitar qué por medio de la destrucción de la democracia se abra paso al arbitrarismo y por ello, hay que reforzar la idea de soberanía nacional donde el mejor medio para lograrlo es el Estado.

En definitiva, para que el Parlasur vuelva a tener la importancia y el peso que supo tener debemos superar el desafío de generar mediante el debate y la construcción popular una voz institucionalizada que se proteja ante los inminentes intentos de avance de la derecha. Sólo con la izquierda unida y con la participación de los sectores que históricamente se han visto marginados de la política internacional como el feminismo y la ecología, se podrá repensar un nuevo paso hacia la integración con una perspectiva superadora de su concepción netamente económica y que tienda a la protección y consideración de los más débiles.


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