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Se cumplen 188 años desde que, el 3 de enero de 1833, el capitán inglés John James Onslow, cumpliendo instrucciones de la monarquía británica, usurpó las islas Malvinas y desalojó a la población y a las autoridades legítimas de la República Argentina.
La agresión injustificada llevada a cabo en tiempo de paz y amistad entre las dos naciones, generó un reclamo diplomático por parte de la Argentina que continúa hasta hoy.
La comunidad internacional, representada en la Organización de las Naciones Unidas y otras instituciones a nivel global o regional, entiende que existe una disputa de soberanía entre la República Argentina y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte por esos territorios insulares y solicita a los dos países solucionar el conflicto mediante negociaciones diplomáticas. Pero el Reino Unido se niega sistemáticamente a participar en negociaciones que incluyan el reclamo de soberanía.
Sin embargo, desde que asumió el presidente Alberto Fernández se observa una firme voluntad política de avanzar con hechos concretos en el reclamo de soberanía de la Argentina. En este artículo nos concentramos en algunos de estos avances. A su vez, consideramos que el nuevo escenario internacional que se abre a partir del Brexit presenta nuevas oportunidades. Un año de trabajo y gestión acertada que podría sintetizarse en la combinación entre diplomacia activa y nuevas oportunidades en el ámbito internacional.
En cuanto a la actitud acertada y contundente de nuestro gobierno mencionamos la propuesta y aprobación de tres leyes en defensa de la soberanía argentina.
Tres leyes fundamentales
Durante el año 2020, cuando se cumplió el bicentenario del primer izamiento de la bandera argentina en las Islas Malvinas, se reafirmó nuestra soberanía en todo el territorio nacional y se logró con amplio consenso la sanción de tres leyes fundamentales.
La ley de creación del Consejo Nacional de Asuntos Relativos a Malvinas, que promueve políticas de Estado a mediano y largo plazo tendientes a la reafirmación de los derechos de soberanía de nuestro país es una de ellas. Por otro lado, la ley que aumenta las sanciones y multas a la pesca ilegal de aguas argentinas. Y por último, la ley de demarcación del límite exterior de la Plataforma Continental Argentina.
En el mismo sentido, se trabajó en la difusión del mapa bicontinetal argentino, que se extiende desde La Quiaca al Polo Sur. A su vez, se refirmó soberanía en la Antártida a partir de la presencia permanente y el trabajo científico ininterrumpido.
Por otro lado, se avanzó con los acuerdos para continuar con la identificación de los soldados argentinos caídos en Malvinas.
Además, producto del trabajo de nuestra cancillería dirigida por el ministro Felipe Solá y, específicamente, del área de Malvinas dirigida por el Secretario Daniel Filmus, se alcanzaron nuevos apoyos diplomáticos acerca del planteo de la Argentina sobre la reanudación de negociaciones.
Durante el año 2020 reafirmaron su apoyo a la posición argentina sobre Malvinas la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el Sistema de Integración Centroamericano (SICA) y el Grupo de los 77 más China, entre otros organismos multilaterales.
En cuanto a la salida del Reino Unido de la Unión Europea, como veremos, también se aprecian nuevas oportunidades.
Oportunidades a partir del Brexit
La Unión Europea y el Reino Unido llegaron a un acuerdo el 25 de diciembre de 2020 sobre su futura relación comercial.
En el texto legal del nuevo tratado, la Unión Europea, desde la óptica del acuerdo comercial, ya no reconoce al archipiélago de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur como parte integrante del Reino Unido.
El acuerdo comercial que el Reino Unido y la Unión Europea firmaron dejó afuera a los territorios británicos de ultramar que perderán todo trato especial en sus vínculos con la comunidad continental. Las Islas Malvinas integran este grupo y se verían afectadas económicamente. El gobierno argentino había solicitado a las autoridades de la Unión Europea que las islas fueran consideradas territorio en litigio en lugar de británico.
Por esto es que la colonia perdió privilegios arancelarios y de cuotas que poseía por ser considerada parte de la Unión Europea. Las exportaciones de pescado, carne y otros productos agrícolas que se exportan de Malvinas a la Unión Europea representan aproximadamente 300 millones de dólares anuales y gran porcentaje del PBI de las Islas depende de este mercado.
Esta decisión obligará a la producción de Malvinas a pagar los aranceles de la Organización Mundial de Comercio que oscilan entre el 6 y el 18% dependiendo de cada producto. Los barcos con bandera ilegítima de las Islas dejarían de tener las ventajas de competitividad de las últimas décadas.
En este escenario Malvinas vuelve a depender, por lo menos desde el punto de vista comercial, de la asistencia de Londres para compensar las pérdidas que se avecinan.
En ese marco, la Argentina puede provechar la ocasión para intensificar el reclamo por un proceso efectivo de negociación conforme a las resoluciones de Naciones Unidas.
Si bien esta nueva situación no implica un reconocimiento a la soberanía argentina sobre las islas, forma parte de un proceso de aislamiento del Reino Unido que va generando condiciones favorables al reclamo argentino.
Se cierra un año y comienza otro en la larga historia del colonialismo británico, que en este caso tiene como víctima al archipiélago argentino.
Se cierra un año y comienza otro en una combinación de diplomacia activa por parte del gobierno nacional que, con su accionar, impulsa la defensa de soberanía de la República Argentina y, por otro lado, donde nuevas condiciones internacionales se presentan como oportunidades.