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La grieta como copa oficial; achicarla es la victoria, según el periodismo opositor. O mejor dicho, éste, tratar de descifrar si a Alberto de verdad le interesa cerrarla. ¿Alguien cree realmente que desde Clarín se lo van a permitir? Millones hicieron de la grieta. Lo blanqueó el mismo presidente. Gol de Argentinos.
Presionado por la “ falta de un plan económico “, por “ el enamoramiento de la cuarentena”, la reforma judicial y la inseguridad, nuestro ocupante del sillón de Rivadavia decidió aceptar el reto.
Aunque ambos periodistas contaban con la ventaja deportiva que le da el vivo en su canal, y de su transmisión, Alberto demostró amplias aptitudes para marcar, enfrentar, chicanear y hasta ponerlos en franca confrontación a dichos representantes del periodismo opositor .
¿Por qué iría al grupo opositor por excelencia de los gobiernos populares? ¿Trata el presidente de distanciarse de la imagen que Cristina Fernández supo adjudicarse al no entrar en esa cancha delimitada por intereses tan ajenos a su posición? Tal vez. Sin embargo, en la Quinta de Olivos Alberto izó bandera de localía. En “A dos Voces”, ambos periodistas ligados a la simbología editorial de dicho medio resultaron hasta poco profesionales, rozando así el ridículo. No por sí mismos sino en contraposición al entrevistado, que a pesar de su notorio cansancio, supo ordenar el partido, perdón la entrevista.
Chicanas de fútbol que iban y venían, deslizaron en la conversación lo que Alberto es: un eximio Abogado, Profesor amante del derecho penal y por sobre todo un militante desde la cuna. Sí. No es un personaje armado para agradar a nadie o para ganar una elección , no señores, es un político de raza, con firmes ideales, coherente, elocuente y muy seguro de su accionar, sobre todo en el contexto pandémico.
Varias veces recalcó que el habla de aislamiento sanitario y no de cuarentena, puesto que en la calle no se percibe en lo más mínimo que eso suceda. Ésta es la razón del porqué Alberto dió nota en TN. Seguir emitiendo el mensaje que viene replicando hace meses. Que el aislamiento sirvió. Que no bajemos los brazos. Que se le ha brindado a ciertos sectores todo el apoyo disponible.
Enfatizó que sin dudas el cable, internet y la telefonía celular son servicios públicos. Y por sobre todo que la Reforma Judicial es un ordenamiento de la misma y si alguien debería de estar contento tendría que ser el mismo Macri. Y que él no tiene jefes, pues su último referente había sido Néstor.
Un partido del que salió ileso. Victorioso y por sobre todas las cosas demostró que sabe hacer política. Y que a pesar de haber asumido el reto de la entrevista, metió varios goles. Entonces le dio al grupo Clarín los puntos de audiencia que quería y él sumó a su impecable oratoria dos personajes que de sacarles la cucaracha de sus oídos, estarían más perdidos que turcos en la neblina.
No le temen a Cristina ni a Alberto. El grupo nefasto le teme a lo que en evidencia ya no puede ocultar. Su política informacional enredada con las relaciones carnales que supo tener en el gobierno anterior. De haber un relator hubiese acotado que en partidos anteriores , donde el local en presidencia era simpatizante y amigo de dicho grupo, no hubiese ido a la cancha de C5N por ejemplo. Bonelli le tiró un golpe bajo —viste pibe, de esos que cuando saltas a cabecear aprovechas y metes codazo— con el tema de Facundo y el padre de Solange. Qué podíamos esperar. Eso; eso pegó en el palo. Pero no entró. Porque lejos de desentenderse, Fernández se tiró al arco, paró la pelota que había rebotado en el travesaño, y marcó el tiempo. Se trataba de otra cosa. No sé puede estar al tanto de todo.
Pero siempre va a reaccionar con el pecho ( con el corazón ) en estas situaciones, que pueden escapar a su alcance. Sin embargo fue un aviso. Y es aquí dónde Alberto bajó la defensa. Acá sí, en esta jugada TN hablaba de la gente seriamente. Culminó el primer enfrentamiento en condiciones desiguales y dónde indudablemente el corazón, la militancia y la firmeza de su posición, hicieron de Alberto lo que muchos ya sabíamos que era. Un excelente político delantero, que por supuesto hay que decirlo, acompañado de otra eximia jugadora como Cristina. Contra ese par de delanteros pocos puede.