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Con mucha preocupación y asombro escuché por radio y luego leí en varios medios gráficos, las declaraciones del Intendente de Tunuyán, Martín Aveiro, referidas a Portezuelo del Viento, en las que manifestaba sin ningún pudor: “Creo que lo de Portezuelo es un apriete para ceder en otras cosas…”.
Entre otros significados la R.A.E. define “apretar” como: acosar, estrechar a alguien persiguiéndole o atacándolo. En el lunfardo criollo, significa: asaltar, atracar, intimidar, amenazar, presionar físicamente el adversario. Evidentemente volvieron, y volvieron mucho peores. Hay un viejo adagio en derecho que dice: “a confesión de parte relevo de pruebas”. Esto de los “aprietes”, nos recuerda a la peor versión del kirchnerismo, que con ilusión pensábamos había quedado atrás. Más leña a la grieta de los argentinos.
Es triste ver cómo un dirigente elegido democráticamente, naturaliza una conducta tan reprochable como un apriete. ¿Cuál es el nivel de decadencia moral de algunos? ¿Hasta dónde llega el cinismo en la política? Cómo no recordar aquella inolvidable frase de Gandhi, cuando le preguntaron cuál creía él que eran los factores que destruían a la humanidad, la primera respuesta fue: “La Política sin principios”.
Pero mi sorpresa no terminó allí. Continúa Aveiro exponiendo sus ideas y expresa alegremente: “Si me preguntás, yo con el gobernador de La Pampa negociaría con el agua del (río) Atuel, no con Portezuelo”. Hay muchos temas sensibles en nuestra ciudadanía, pero es difícil encontrar uno tan importante para los mendocinos como el tema del agua.
Si no hay agua para desarrollar una actividad económica como es la minería metalífera, o se dificulta el riego de las plantaciones existentes, ¿cómo es que sí hay suficiente para “un apriete, para ceder en otras cosas”?.
Cuánta hipocresía hubo entonces en esas marchas en las que este Intendente, participaba enarbolando la defensa del agua pura y de la Ley 7722.
El mismo Aveiro cantaba: “el agua de Mendoza no se negocia”. No es una moneda de cambio ante un “apriete” por temas evidentemente políticos. ¿Hasta dónde pueden caer las convicciones, hasta dónde se puede ceder por pura adulación? O es praxis política carente de principios, o es pura hipocresía o lisonja del poder.
No voy a entrar en consideraciones de tipo político, las chicanas se han vuelto tristemente habituales en el lenguaje de algunos dirigentes, y la impotencia de un partido acostumbrado al poder y desalojado del mismo por largo tiempo, es una situación que genera impotencia y que puede llevar a cometer exabruptos. Pero esta vez se llegó demasiado lejos. Ya no se trata de un tema político, se trata del futuro de Mendoza. Se trata de que un “apriete” del gobierno nacional a un Ejecutivo provincial de diferente tinte partidario, no se debe “arreglar” cediendo bienes vitales. Si el hoy cacique de Tunuyán se desempeñara como el gobernador de provincia, arreglaría cediendo el agua del río Atuel a La Pampa.
Para este intendente, otra forma de “ceder” a los “aprietes”, es acallando las voces opositoras. Alude expresamente al ex gobernador Alfredo Cornejo, diciendo: “que se hace el Superman en Buenos Aires, y eso te lo facturan”. Ya sabemos cómo “facturaban” el kirchnerismo a “las voces molestas”. Por eso en Mendoza, no han ganado una sola elección desde el año 2011: Paco Pérez gobernador.
Para fortalecimiento de la democracia, el ex Gobernador y Presidente del Comité Nacional de la U.C.R., no es una persona fácil de amedrentar, porque sus palabras, están fundadas en la historia y la transparencia, por eso, seguirá diciendo nuestras verdades, aunque a algunos les duela escucharlas.
De todo ello me surgen algunas preguntas: ¿Están de acuerdo con Portezuelo del Viento? ¿Creen que está bien construir una presa hidroeléctrica que generará energía limpia, permitirá un mejor manejo del recurso hídrico, será un nuevo polo turístico y le dará trabajo a miles de familias mendocinas? Si creen que está bien construir esta obra, y algunos “aprietan” al gobernador por temas políticos que nada tienen que ver con la obra en cuestión: ¿por qué no lo denuncian?, ¿cuál es el nivel de connivencia con estas conductas corrompidas por el poder? ¿O es pura sumisión al poder?
Algunos dirigentes del peronismo de Mendoza deberán ser más claros y precisos. Hay temas que no admiten cavilaciones. No se puede ser Mendocinistas y Pampeanistas a la vez. Por el bien de los mendocinos, sean contundentes a la hora de defender nuestro futuro; sea ante el Presidente de la Nación, o ante quién deba ser. Esa es la obligación número uno; no ya de un político, sino de un ciudadano de bien.