Columnistas // 2020-06-10
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Desafuero y Portezuelo: los caminos hacia Cornejo
A unos días del desafuero de un legislador opositor y con Portezuelo del Viento en la mesa de discusión, vale la pena mirar las sendas que conducen al articulador del radicalismo cambiemista.
/ por Oscar Soto


11 de agosto de 2019, la hija de un Senador provincial en funciones es detenida y cercada por un grupo de policías.  Aparentemente había infringido restricciones de velocidad y, presumiblemente, cometido una infracción grave. Al momento de ser demorada, su padre - el Senador Marcelo Romano -, manejaba su auto detrás. Según el relato policial Romano entró en la escena blandiendo su condición de legislador y su autoridad, en tanto miembro de la Bicameral de Seguridad en la casa de las leyes local. El hecho quedaría provisoriamente en la crónica periodista matinal por ocurrir el mismo en que se celebraban las elecciones PASO provinciales.

26 de mayo de 2020, empieza a llegar el frio a Mendoza y a pesar del coronavirus ese universo extraño de la política cuyana, con poca actividad, no logra congelarse. En una acelerada sesión de cuatro horas el cuerpo legislativo, con predominio de la alianza PRO-UCR, decidió quitarle los fueros parlamentarios al Senador Romano por 22 votos a favor y 16 en contra. Ese momento maldito de la escena policial, en que un legislador discutiría con 6 móviles policiales, se inscribirá casi un año después, como el camino rápido para llegar a Romano.

El vaivén radical mendocino

¿Quién es Marcelo Romano y por qué la legislatura provincial llegó a tomar esta determinación? Romano de origen radical, hasta hace algunos años era una promesa política potente del interior provincial y desde adentro del entramado de la UCR. Nacido en San Carlos, de profesión abogado y con una militancia larga en las filas correligionarias, Marcelo Romano había competido por su partido en 2015 para ser intendente de ese departamento mendocino. Con el correr de los tiempos - macrismo y cornejismo de por medio - Romano, que había cultivado un buen vínculo con el arco dialoguista de la UCR, fue la especulación de muchos partidos políticos que buscaban ese nicho electoral no peronista, uno de los más productivos en una provincia con mucho antiperonismo en las venas.

El sancarlino sonaba en el “massismo”, pero también era el eventual jefe del Departamento General de Irrigación del gobierno de Alfredo Cornejo. Sin embargo nada de eso ocurriría porque Romano, otrora pareja de la vicegobernadora de Laura Montero, recaló en las hileras del armado político de José Luis Ramón, el abogado histriónico que había fundado, gracias al Partido Intransigente y a su ONG Protectora, una nueva organización electoral en 2017. Romano se hizo fuerte desde allí con un discurso ambiental al que le había sido fiel: “abogado del agua” supo ganarse como mote por su defensa de la ley 7722.

Una vez asumida su banca como legislador provincial, se consolidó en ese lugar vacante de parlamentario anti-cornejista que ya estaba cantado. Con el recambio radical, las primeras maniobras del nuevo gobernador Rodolfo Suarez - la continuidad elegida por Cornejo - tuvieron en Romano una voz crítica, sobre todo en su tema de cabecera. Sobre la modificación de la ley 7722, el primer acto de gobierno del flamante ejecutivo, que pretendía alterar las limitantes al uso de sustancias tóxicas y eximía la pluralidad en las evaluaciones mineras, Romano denunció que se trataba del pacto del cianuro: “un acuerdo de cúpula partidaria entre el radicalismo y peronismo para dejar ingresar sustancias químicas a la explotación minera”.

Desafuero y razones para el desafuero

Una vez ungido como legislador, Romano no escatimó intervenciones contra el oficialismo provincial y más de una vez, bajo el manto de la frazada ramoniana, jugó fuerte en los debates más sobresalientes. Sin embargo, haciendo de acróbata en tierra minada de peronistas y radicales, terminó convalidando el presupuesto 2020 del gobernador Suarez.

Esto último, le dio un respiro a las contracciones de los hombres del Valle de Uco (casualmente tanto Suarez, como Cornejo y Romano son oriundos del mismo departamento). El voto de Protectora a favor del presupuesto oficial y la autorización de endeudamiento a Suarez, bajó el tono acalorado con el que se dirimía esta desdichada relación. Ya en diciembre de 2019 el Gobierno provincial había dado de baja al legislador de Protectora de un cargo de planta reservado que tenía en el Estado provincia.

Cuando el mar de agitación provincial parecía aquietarse, después de las marchas a favor de la Ley 7722 y la llegada de la cuarentena obligatoria, el drama político y las vicisitudes entre Romano y el radicalismo mendocino volvieron a levantar vuelo. El 7 de mayo pasado el legislador de Protectora realizó un pedido de interpelación al Ministro de Planificación e Infraestructura Publica de Suarez, Mario Isgró. Los motivos de ese pedido eran un secreto a voces: las irregularidades del proyecto Portezuelo del Viento, una obra hidroeléctrica de proporciones ambiciosas en Malargüe.  

Lo que denuncia Romano es que la voluntad de Cornejo y Suarez es darle a un solo consorcio empresario todas las obras del proyecto. Todo el fenomenal negocio iría para la firma “Industrias Metalúrgicas Pescarmona Sociedad Anónima” (IMPSA) del millonario Enrique Pescarmona, cuestionado por un sinuoso camino de blanqueos, obras fraudulentas y el regalo de una casa para el uso del Gobernador Cornejo. Es que en el asunto no hay mucha sutileza: el Secretario de Energía y Minería del radicalismo es Emilio Guiñazú Fader, ayer no más CEO de Pescarmona y representante en el exterior de la empresa, fue uno de los encargados de confeccionar los pliegos de la licitación del emprendimiento, junto con el saliente Daniel Chicahuala, exfuncionario del gobierno provincial con amplio historial en la multinacional Odebrecht.

Una semana después del pedido de interpelación de Romano, el 13 de mayo, Alfredo Cornejo en persona se presentó en la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales para pedir el desafuero del senador ambientalista. El desenlace no tardó en conocerse. Las disputas en torno a la 7722 seguían rindiendo frutos, aun en tiempos de COVID-19, pero ahora se sumaba la punta de una lanza de largo calibre: los acuerdos del presidente del radicalismo a nivel nacional, Alfredo Cornejo, no están en discusión.

Así las cosas, el oráculo de la política mendocina esconde todavía algunos mensajes sagrados pasibles de profanar. El histórico buen de trato entre su clase dirigente, también es relativo en Mendoza. Es que el antiguo correligionario, ahora adversario, Marcelo Romano se transformó el martes 26 de mayo en la prenda que hace gala del ejercicio cornejista del poder. Al final, da la sensación que todos los caminos en Mendoza conducen a Cornejo.


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