_
El Presidente Macri, aún aturdido por lo que él mismo definió como paliza electoral, se aferra al espejismo de que aún tiene chances de revertir el tsunami que dejaron las PASO y lograr un resultado milagroso el 27 de octubre que lo deposite con alguna fortuna en el balotaje de noviembre. Políticamente cada día más solo, ha tenido que recurrir desesperadamente para sostener su gobierno al salvavidas del peronismo al que hasta hace un par de semanas atrás acusaba de ser el portador, según sus limitadas capacidades, de todas las plagas que aquejan a la Argentina.
La alianza que sostenía al gobierno macrista y sus políticas son hoy un sello vacío. Si bien por delicadeza los ex socios, en especial el radicalismo, se esmeran en conservar los buenos modales y disimular las diferencias, la diáspora es inevitable. Los magros resultados obtenidos en los pocos distritos administrados aún por la UCR, como Jujuy, Corrientes y Mendoza, convencieron finalmente a la dirigencia radical de hacerse cargo, en sus territorios, de su propia campaña electoral, una reacción igualmente tardía que, por prejuicios y un grueso error de cálculo, pensaban salvar con solo desdoblar los comicios provinciales de la reelección presidencial. Provincializar aún más las campañas, negar su relación con el Presidente Macri, criticar sus decisiones o, como lo hizo el presidente nacional de la UCR Alfredo Cornejo, irse del país con la excusa de promocionar Mendoza como destino turístico, son los escasos recursos del que disponen las huestes de Alem e Yrigoyen para salvar sus distritos de la oleada opositora que encabezan les Fernández.
En medio de una interminable e inestable transición, que obligará a revisar la conveniencia de las PASO y hasta el mismo régimen presidencialista, también los influyentes y poderosos del país hacen fila para conversar con Alberto Fernández. Banqueros, inversores, empresarios y comunicadores que hasta ayer anunciaban las siete plagas de Egipto si triunfaba el peronismo hoy han cambiado diametralmente de opinión. Este baño de realismo de los grupos económicos más concentrados enfureció al Presidente Macri ya que fueron justamente los sectores de la economía que más se beneficiaron con el modelo de Cambiemos. Con bastante ingenuidad el Presidente los tilda de panqueques pero, ya es sabiduría popular, que el mercado no tiene gratitud sino bolsillos, la víscera más sensible como profetizó acertadamente Perón. El ejemplo más notorio, también el más degradante, fue el oportunismo del súper empresario Marcos Galperín de Mercado Libre quien, de ultramacrista saltó sin redes a los brazos de Alberto Presidente. Pero no fue el único: Grobocopatel, el rey de la soja y corta rutas VIP en la crisis de la Resolución 125, también se sacó la el traje amarillo con la excusa de ponerse al servicio del país y colaborar en el proceso que viene. Y como la necesidad tiene cara de hereje, una legión de comunicadores, hasta ayer militantes del macrismo, le piden ahora autocrítica al Presidente. Brillan por su transfuguismo Luis Majul, Eduardo Feinmann y Alfredo Leuco; o empresarios de medios como Daniel Vila o Héctor Magnetto. El oportunismo político se extendió como una mancha al CitiBank, el JP Morgan, el Credit Suisse, el Morgan Stanley, los dirigentes de la Unión Industrial Argentina y hasta el mismo Fondo Monetario Internacional, que busca indirectamente una aprobación del virtual nuevo Presidente Alberto F. para avanzar en las negociaciones por el nuevo desembolso que tiene que aprobar en pocos días. También soplan nuevos aires entre los más connotados miembros de la justicia argentina. Siempre oficialista, la pata judicial de la república empezó a bailar al ritmo de los nuevos resultados electorales, endureciendo sus dictámenes contra los funcionarios macrista como es el caso del Correo Argentino, donde la familia Macri pretende cancelar una deuda con el estado, pagando 296 millones una obligación que asciende a los $4.500. Por ese pacto “ruinoso y abusivo” como lo calificó la fiscal Gabriela Boquin, quedó al borde del procesamiento un grupo de funcionarios macristas encabezados por el ministro de Defensa Oscar Aguad. Hasta el inefable juez Bonadío quiere sacar chapa de justiciero, ingrato él, investigando al mismo Horacio Rodríguez Larreta por presuntas irregularidades en la licitación de la obra conocida como Paseo del Bajo, inaugurada en plena campaña electoral y que fue adjudicada a originalmente al primo del Presidente Macri, Ángelo Calcaterra.
La prensa internacional, tan complaciente con el gobierno, hoy también le dio la espada. “Hasta acá llegó” dijo el londinense Financial Time. Por su parte Mark Weisbrot, columnista del diario New York Times definió a la economía macrista como “un desastre”, agregando un comentario que echa por tierra la propaganda oficialista “no está claro el motivo por el cual deberíamos temerle al kirchnerismo” ya que “los gobiernos de los Kirchner estuvieron entre los más exitosos del hemisferio occidental" remata el especialista economía y política latinoamericana. El diario español El País tituló “Macri nos decepcionó, lo hundió todo”. Una verdadera decepción para quienes era hasta ayer el nuevo líder regional.
Intentando mantenerse a flote Mauricio Macri tomó una serie de medidas “de alivio” que no tendrán ningún efecto sobre sobre las millones de víctimas que dejan casi cuatro años de ajuste. “Se ha dado cuenta que ha aniquilado la capacidad de consumo de los argentinos y, mal que mal, intenta revivirla. No está mal eso, no voy a ser ingrato pero debe hacerse en otro marco por la fragilidad de la economía», dijo Alberto Fernández en relación al paquete lanzado hacen diez días. Una de las sugerencias que, en charlas telefónicas le hizo el candidato del Frente de Todos al Presidente Macri es “Que actúes como Presidente y no como candidato, que los corras a Peña y Dujovne, porque aparte de que han perdido toda credibilidad, tienen en pie de guerra a tu propio gabinete” Finalmente Nicolás Dujovne fue entregado como moneda de cambio para moderar la caída y fue apartado del gabinete.
El ahora ex ministro, que pasará a la historia por haber negociado dos acuerdos con el FMI por un total de US$ 56 mil millones, fue reemplazado por Hernán Lacunza, hombre de la gobernadora Eugenia Vidal, quien llega con dos objetivos. El primero es frenar la trepada del dólar y estabilizarlo en una banda de entre $57 y $62 y, el segundo, lograr que el FMI destrabe el tercer tramo del préstamo stand by de US$ 5.550 millones. Aunque más realista en términos políticos, ya que concibe su gestión en términos de transición, el nuevo ministro tiene una apuesta que es más de lo mismo: mantener planchado el dólar, quemando divisas del Banco Central para contener la inflación. Sin embargo, la queja de los gobernadores por la decisión presidencial de quitar temporalmente el IVA a un conjunto de productos básicos y los cambios en Ganancias, Monotributo y Autónomos, que tendrá un impacto negativo sobre los recursos provinciales, deberá ser atendida por el nuevo Ministro de Hacienda. La reducción en términos de coparticipación rondará los $ 51.800 millones para el conjunto de las provincias. Mendoza dejará de recibir unos $ 1148 millones. Varios gobernadores ya preparan una presentación ante la Corte Suprema de Justicia y hasta un pedido de audiencia con el Fondo Monetario Internacional. También el congelamiento del precio del petróleo es una medida que afecta a las provincias productoras de hidrocarburos, entre ellas Mendoza. Mucho trabajo para el nuevo ministro de la transición. En VCF y bajo el título “Minimizan el impacto de la reducción de coparticipación y regalías” se recogen en profundidad la opinión de funcionarios y gobernadores.
Les Fernández en Mendoza. La fuerte apuesta de les Fernández de recuperar Mendoza para el peronismo tuvo un nuevo capítulo esta semana. La intensa agenda que desplegó Alberto Fernández en la provincia, apuntalando la candidatura de Anabel Fernández Sagasti candidata a gobernadora por el Frente de Todos, ayuda a mantener la ola ganadora que generaron las PASO, fortalece la nacionalización de la campaña y eleva las expectativas de triunfo, no solo de la militancia sino también de vastos sectores de la comunidad mendocina, castigada por la destrucción de las economías regionales. “Lo único que produjo Macri son 5 millones de pobres” dijo el candidato a Presidente del Frente de Todos sintetizando la tragedia.
Consciente de las enormes expectativas que genera su casi segura presidencia, Alberto F. se mueve con mesura pero ya pensando casi exclusivamente en los graves problemas que deberá resolver al asumir la gestión. “Encender la economía; poner dinero en el bolsillo a los que consumen y hacer un acuerdo con empresarios y sindicatos para poner en marcha la economía”, es parte de la agenda para dar de comer primero a los que pasan hambre y luego generar empleo y mejores salarios a los que fueron expulsados del sistema productivo. En Mendoza, tanto en su paso por el área metropolitana como en su posterior visita a San Rafael, las principales definiciones de Alberto F. estuvieron centradas en las dificultades económicas que enfrenta la región. Los problemas de la industria, la vitivinicultura, la conectividad con las economías del Pacífico fueron algunos de los asuntos relevantes que se compromete a encarar en un gobierno que imagina con un presidente y 24 gobernadores. El candidato del Frente de Todos viene sorteando con solvencia el delicado equilibrio de tener poder pero no el gobierno, pero a la vez con la obligación política de colaborar con una gestión que tiene el gobierno pero no el poder.
Anabel Fernández Sagasti es consciente que hay un contexto que favorece a su candidatura. Pero seguramente también tiene presente que una campaña de estas características exige el máximo esfuerzo y la mayor apertura. El “tacleo” de la que fue objeto, en el debate organizado por el Diario Los Andes en conjunto con la Universidad Maza, tanto por Noelia Barbeito, del Frente de Izquierda-Unidad; José Luis Ramón, de Protectora como por Rodolfo Suárez, de Cambia Mendoza es una clara muestra de que las mayores expectativas electorales están puestas en su figura.
También ese debate sirvió para mostrar la insipidez intelectual de Rodolfo Suarez. El candidato de Alfredo Cornejo, que logró pasar desapercibido en la primera parte de la campaña, se mostró ahora con un discurso lavado e inconsistente que acomoda según cada circunstancia. A tono con el clima de extendido panquequismo que denunció el presidente, Rodolfo Suarez pasó de “Yo me siento totalmente identificado con las políticas que está llevando adelante el Presidente” a “Macri no debería haber sido el candidato”. En relación a las últimas medidas económicas que tomó el gobierno nacional, primero el radicalismo las defendió porque son para “ponerle dinero al bolsillo de la gente” para luego afirmar que “Las medidas no benefician a la Provincia, porque tienen que ver con el tema de las regalías, con menos coparticipación de impuestos” Las contradicciones y la confusión reina en el oficialismo provincial.
El peronismo mendocino sabe que las próximas elecciones generales del 29 de setiembre, en la que se elige gobernador, será más parecida a las recientes PASO nacionales que a las PASO provinciales del pasado 9 de junio. Es claro que el rechazo al Presidente Macri, más allá que no sea candidato, genera un contexto que favorece las aspiraciones del justicialismo local. A pesar de las lecturas simplista que pretender poner a toda la clase media como un electorado antiperonista, hay casi 3 millones de argentinos dejaron de pertenecer a ese estrato social para caer en la pobreza. Es razonable que una porción de ese electorado también pasará a engrosar el capital electoral del justicialismo. La unidad del peronismo es un activo que lo fortalece electoralmente. Mantener movilizada a esa amplia coalición de partidos, movimientos sociales, sindicatos, intendentes, corporaciones empresarias, sectores universitarios y organizaciones de base territorial es parte de la tarea que debe darse el peronismo mendocino en esta etapa de la campaña electoral. El justicialismo va a retener los cuatro municipios que hoy gobierna y puede ganar también en Las Heras, Rivadavia, Santa Rosa, La Paz, Malargüe y General Alvear. Sus posibilidades de crecimiento pasan por sumar electores tradicionalmente de la izquierda y muchos mendocinos desencantados que votaron en blanco o permanecen indecisos, redoblando la apuesta en el área metropolitana, un territorio con márgenes para sumar. Por el contrario, el radicalismo corre serios riesgos de perder votos en beneficio de Protectora Fuerza Política y hasta del mismo del peronismo.
Si bien el escenario local está aún abierto, se acrecientan notoriamente las posibilidades de que el peronismo mendocino, con Anabel Fernández Sagasti a la cabeza, vuelva a gobernar la provincia a partir de diciembre.