Columnistas // 2019-05-13
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Cristina, como Perón
El jueves en la Rural, Cristina pronunció un discurso que pareció inspirado en el del viejo líder cuando volvió del exilio, el del Pacto Social y la unidad nacional para encaminar el país en beneficio de todos.


l discurso de Cristina en la presentación de su libro “Sinceramente”, dejó entrever una estrategia política que más allá de que sea candidata o se limite a conducir el sector mayoritario de la sociedad que lidera, parece inspirada en el Perón que volvió definitivamente del exilio en 1973.

Fue el Perón que se definió como un “león herbívoro”, el que se declaró “amortizado”, el que se abrazó con Balbín y sus viejos adversarios, y el que lanzó un “Pacto Social” para encaminar la economía del país en beneficio de todos.

El lema del Perón de aquel entonces que más pareció dispuesta a encarnar la Cristina que se mostró el jueves en la Rural es “para un argentino no hay nada mejor que otro argentino”, aquel con el cual el viejo líder declaró superado el tradicional “para un peronista no hay nada mejor que otro peronista”.

Fue el principio con el cual Perón sintetizó su llamado a la unidad nacional. Como pareciera que quiso hacer Cristina con su llamado a crear “un nuevo contrato social entre todos los argentinos” lanzado en la Feria del Libro.

 A diferencia de lo que es uso y costumbre entre los dirigentes del justicialismo los Kirchner, durante los 12 años que gobernaron, evitaron saturar a la sociedad con la liturgia peronista.

Lejos de poner por delante los símbolos y la iconografía del movimiento, plantearon una gran amplitud hacia otros sectores. Si no hubiera sido así, tal vez no hubiera surgido un espacio tan transversal como fue y es el kirchnerismo, en los hechos y más allá de la variada filiación de origen de sus partidarios.

No casualmente muchos antiperonistas de los ‘50 y los ‘60 terminaron por sentirse incluidos en ese nuevo espacio que le dio a los argentinos una verdadera “década ganada” en materia de progreso social, económico, cultural y ampliación de derechos.

Pero el jueves en la Rural, Cristina volvió a Perón.

Tampoco pareció casual el homenaje rendido por ella a José Ber Gelbard, el ministro de Economía de Cámpora y de Perón que fue uno de los artífices de aquel Pacto Social, sellado entre el sector más ‘nacional’ del empresariado argentino, nucleado por entonces en la CGE (Confederación General Económica), y la Confederación General del Trabajo (CGT).

El discurso actual de Cristina -sobre todo el de la Feria del Libro pero no sólo él- está impregnado de un tono moderado y conciliador hacia todos los sectores de la sociedad, y lleva implícito por ello mismo una autocrítica, no por la vía de la flagelación, sino por el camino de asumir los cambios necesarios para no volver a cometer los mismos errores.

De esta forma Cristina se colocó por encima y por afuera de “la grieta”.

No es casual que el periodismo canalla y otros sectores vinculados al macrismo salieran a responder la convocatoria de la ex presidenta con una piedra en cada mano. Después de todo, son ellos los creadores de “la grieta”.

Con todo, como ocurre con la “unidad” que todos predican y no tantos practican, la convocatoria a sellar “un nuevo contrato social entre todos los argentinos” no parece estar dirigida a cualquiera. Más bien, parece enderezada a no volver a cometer el error de permitir que se divida el campo popular. Condición indispensable para desalojar del poder a la derecha, la embajada de EE.UU. y el FMI.

También las palabras de Cristina fueron un llamado a la reflexión a algunos sectores sociales que fueron beneficiados durante “la década ganada” pero que apoyaron sin reservas a Macri y hoy ven fuertemente afectados sus intereses por una política económica que destruye la industria y el mercado interno.

En ese contexto, tampoco parece casual que la ex presidenta haya rescatado del olvido el último discurso de Perón, pronunciado el 12 de junio del ‘74, aquel de “llevo en mis oídos la más maravillosa música que es la palabra del pueblo argentino”.

Cristina puso el acento en el hecho de que quienes lo recuerdan no hablan de que Perón usó esa mañana la cadena nacional para denunciar a los “especuladores y agiotistas” que estaban violando el Pacto Social.

Por eso Cristina planteó que hace falta algo más que los 10 puntos de Macri, que es necesario construir “un contrato social de ciudadanía responsable”.

“Nos hacen falta -dijo- dirigentes empresarios como Gelbard, que piensen a su empresa como instrumento del desarrollo del país y no solamente personal, pero para eso hay que entender que tienen que ganar todos y comer todos, si no es muy difícil”.


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