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En forma continua, la cotización del dólar sigue subiendo. En marzo la suba fue del 10,7% ¿Cómo se espera que continuará este proceso en el corto plazo?
Para tratar de responder a la pregunta hay que comenzar viendo el panorama general de la economía y la historia reciente de nuestro país:
1-El PBI cayó el 2,5% en el año anterior y para este año se espera que repita el resultado (el FMI, que se caracteriza por el apoyo a esta política económica, prevé una tasa negativa del 1,7%), lo que implica menos ingresos y menos consumo; caída de las ventas, cierre de empresas y mayor desocupación. No hay lugar a inversiones productivas, menos con una tasa de interés superior al 65% anual.
2-Precisamente, el gobierno subió la tasa de interés a esos niveles para absorber dinero y evitar que los excedentes líquidos se trasladen al dólar, evitando también presión sobre el índice inflacionario. Posiblemente pudo dificultar y hasta evitar el ahorro “hormiga” en dólares de la clase media y de los trabajadores de altos ingresos, cuya suma apenas incide en el total de la demanda de dólares, pero no logró reducir la de los grandes operadores ni tampoco aplacar a la inflación; lo que sí consiguió fue iliquidez y mayor recesión.
3-Las Leliq son letras del Banco Central a muy corto plazo, puestas a disposición de los bancos como forma rentada de mantener liquidez. La deuda en Leliq ya superó el billón de pesos, impulsada por la capitalización de intereses, con una tasa de interés que superó el 68% nominal (que representa un 95% efectivo anual, la denominada TEA). A su vez los bancos obtienen sus recursos de los plazos fijos en pesos, que están pagando un interés cercano al 40% anual (llega hasta el 45%). Más del 80% de los plazos fijos ha tenido ese destino, cosa que a partir de ahora puede llevarse hasta 100%; con un “spread” superior al 20% generan ganancias monumentales a los intermediarios financieros.
4-La inflación está creciendo. En el 2018 fue record (47,6% anual) y la de este año será similar o superior (la de febrero, anualizada, da 51%) por a) Los “tarifazos” en los primeros meses del año, b) Los aumentos del valor del dólar que se trasladan casi automáticamente a los precios finales, c) Los precios mayoristas crecieron por encima de la inflación, brecha que se cerrará con el paulatino traspaso a los precios finales, d) El necesario y esperado ajuste de los salarios, que vienen perdiendo gran parte de su poder adquisitivo, ajustes que incidirán en los costos de producción. Con una inflación cercana al 50% anual, los plazos fijos tienen resultado negativo (al vencimiento el ahorrista recibe un valor real menor que el depositado) y un gran riesgo, por lo que no debe extrañar el traspaso de ahorristas en pesos hacia la tenencia en dólares.
5-Según los datos del Banco Central, la formación de activos extranjeros durante el año 2018 fue de 27.230 millones de dólares y en estos 3 años y 2 meses fue de 62.250 millones de dólares; algunos autores calculan que la “fuga” es superior a los 100 mil millones (véase, por ejemplo, a Salvador Di Stéfano que en “Ámbito Financiero” del 28-3-19, que calcula la “fuga” en 105.488 millones, con lo que los activos argentinos en el exterior sumarían 377.255 millones de dólares, el equivalente a un PBI anual), “fuga” que ha sido financiada íntegramente con endeudamiento externo (en este período el endeudamiento público y privado con el exterior se incrementó en 110.509 millones de dólares). En resumen, el pueblo argentino hipotecó su futuro con una deuda impagable para que los poderosos aumentaran sus riquezas en los “paraísos fiscales”.
6-El gobierno ha centrado sus esperanzas para equilibrar el mercado cambiario en el ingreso de divisas producto de la presente cosecha. Sin embargo, los grandes productores y los exportadores se muestran reacios a pesificar esos importes, ya sea reteniendo los productos o demorando la liquidación de sus exportaciones. De todas formas, aunque se acorten los plazos legales para liquidarlos, siempre queda el recurso de cambiar las divisas por pesos en una ventanilla y en la siguiente recomprar los dólares. Es la consecuencia de la “libertad económica” impuesta por este gobierno. Según algunos autores, se puede contar como oferta real de dólares sólo al 30% de la cosecha.
7-El FMI autorizó al gobierno a subastar diariamente 60 millones de dólares (un total de 9.600 millones) para “calmar” al mercado cambiario, subastas que comenzarían el próximo 15 de abril. Implica seguir financiando la “fuga” con endeudamiento externo. Pero la oferta de estos 9.600 millones más lo que ingrese por la cosecha parecen totalmente insuficientes para cubrir una demanda creciente de dólares.
La conclusión de este panorama es que el valor del dólar en pesos continuará aumentando en forma acelerada hasta octubre, mientras que en el futuro próximo no puede descartarse una nueva “corrida” cambiaria.