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La arquitectura política macrista atraviesa un profundo proceso de descomposición. No solo una parte del submundo de la justicia federal padece enfermedades terminales, como lo dejó a la vista el Juez Ramos Padilla y lo reconoce el propio presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, cuando afirma que, “Los argentinos están perdiendo la confianza en el Poder Judicial. Hay dudas de que nos comportamos como verdaderos jueces de una democracia republicana”.
También el modelo rentístico financiero que sostiene Cambiemos desde de lo económico, se ha transformado en una verdadera pesadilla para millones de argentinos, víctimas de este descalabro. La economía argentina, sometida a la voluntad del FMI y a la de un reducido grupo de bancos, intermediarios financieros y fondos especulativos, está arrasando literalmente con el trabajo y la producción nacional. Los índices de desocupación que dio a conocer el INDEC esta semana revelan que la misma alcanzó al 9,1 % en el cuarto trimestre del 2018, por encima del 7,2% de igual período del 2017. En consecuencia en el 2018 hubo 420.000 desocupados más que el año anterior, llevando a 1.750.000 la cifra de argentinos y argentinas con graves problemas de empleo.
Esta semana el INDEC informó también que el Producto Bruto Interno (PBI) registró una caída del 6,2% en el cuarto trimestre, con lo que cerró el 2018 con un retroceso del 2,5%. Por eso no debería llamarle la atención al gobernador Cornejo la caída del 6% de la recaudación tributaria en Mendoza en el año 2018. El esquema impositivo que tiene la provincia lo integran Ingresos Brutos, sellos, impuesto automotor y el impuesto inmobiliario. El más importante de estos tributos son los Ingresos Brutos, que representa alrededor del 75% de la masa de recursos. Y fue justamente este impuesto el que sufrió la mayor caída, un síntoma claro de la recesión reinante. Este retroceso en la recaudación muy pronto se traducirá en recortes y ajustes a servicios que presta el Estado. Seguramente no podrán evitarse nuevos brotes de conflictividad social.
Radiografía electoral. Las expectativas de la población en gobierno se agotaron y la licencia social le fue retirada. Esto queda expuesto en una encuesta reciente, realizada por el Foro Nuevo Cuyo de Mendoza, que demuestra que las razones económicas son las causas que más dañan la imagen, tanto del presidente Macri como del gobernador Cornejo. Las 600 entrevistas, que fueron realizadas presencialmente en seis departamentos del gran Mendoza, revela que el 79,3% de entrevistados percibe que el 2019 será peor aún que el 2018, en materia económica. Una verdadera mochila para quien resulte candidato del oficialismo. La inflación encabeza la preocupación de la mayoría de los mendocinos seguidos por la inseguridad, el desempleo, las tarifas los salarios y la corrupción.
Con un Mauricio Macri que tiene una imagen negativa que ronda el 60%, el escenario electoral provincial tiende a polarizarse entre Cambia Mendoza y el peronismo y sus aliados, tendencia que tiene buenas perspectivas de consolidarse y que preanuncia, al menos hoy, una confrontación con un final abierto. Considerando la paridad reinante entre ambas fuerzas, resulta razonable deducir que, en medio de esta grave crisis económica que afecta al país y la provincia, las chances de la oposición tiendan a crecer y marcar una tendencia. En este punto, las propuestas de los candidatos, puede hacer la diferencia ya que, entre un 30% y un 40% de encuestados, manifestaron la importancia que tienen los programas de gobierno al momento de definir su voto. Queda el interrogante de hacia dónde se inclinarán las preferencias de aquellos electores que no están definidos o de quienes, por distintas razones, ocultan sus favoritismos.
Si bien los resultados de la encuesta revelan que el gobernador Cornejo tiene, ante los ojos de los mendocinos, una mejor imagen que su socio el presidente Macri, lejos está de ser una figura electoralmente imbatible como pretenden sus partidarios. La extrema exposición política de los meses que le restan de mandato, en un contexto de conflictividad social y deterioro económico, preanuncian una caída aún más pronunciada de su imagen, atributo que podría trasladarse negativamente a los precandidatos oficialistas. En este sentido, si bien es prematuro anticipar el resultado de las PASO al interior de Cambia Mendoza, la figura del intendente PRO Omar de Marchi aparece sumamente competitiva en esta medición previa, lo que exigirá del radicalismo mendocino, incluyendo al gobernador y sus intendentes, esmerarse a fondo si pretende potenciar las chances electorales de Rodolfo Suarez.
Por el lado del peronismo, los dirigentes con mejor imagen, según este estudio de opinión, son Alejandro Bermejo, intendente de Maipú; Guillermo Carmona, presidente del partido Justicialista, la senadora Anabel Fernández Sagasti y el Diputado Nacional Omar Félix. Si bien los niveles de aprobación ciudadana y de conocimientos de cada uno de ellos resultan distintos, su posicionamiento electoral se irá configurando en la medida en que vayan definiendo sus aspiraciones políticas. Esto ocurrió en la jornada de ayer cuando, en el marco del Tercer Encuentro de los Equipos Político-Técnicos del Partido Justicialista, Alejandro Bermejo anunció públicamente que aceptaba ser precandidato a gobernador por un sector del justicialismo. Sin lugar a dudas que esta definición ordena a sectores de peronismo que, en el marco de la unidad, buscar canalizar sus aspiraciones y protagonismo. La definición de Alejandro Bermejo, con buena imagen ante un importante número de simpatizantes partidarios pero también de la sociedad mendocina, reúne una larga experiencia de gestión y prometió, en su primer discurso de campaña, un estilo de trabajo en equipo, a lo que pretende sumar una alta dosis de empatía y sensibilidad social.
En cuanto a las restantes fuerzas políticas, como es el caso de Protectora, el Partido Demócrata y el FIT aparecen bastante más relegadas, aunque la estrategia de campaña y el perfil de los candidatos pueden ayudar, en un contexto de polarización, a mejorar sus chances electorales.
Construyendo Futuro. El Partido Justicialista de Mendoza realizó en Tunuyán el Tercer Encuentro Construyendo Futuro, de los Equipos Político-Técnicos, con más de 300 participantes. Este tercer encuentro contó con la presencia del diputado nacional y presidente del PJ Guillermo Carmona; de la senadora provincial y vicepresidenta segunda del PJ Patricia Fadel; de Martín Aveiro, Intendente de Tunuyán; de Alejandro Bermejo, Intendente de Maipú y precandidato a gobernador; de las legisladoras y legisladores provinciales Fernanda Lacoste, Carlos Sosa, Daniel Rueda, Ana Sevilla y Adolfo Bermejo; de los presidentes de los PJ de Tunuyán, Julio Villafañe, Tupungato, Federico Vidal y San Carlos, Lorena Martín; de Oscar Arancibia, Secretario Adjunto de la CGT; Emilio Caram y Alfredo Reta, integrantes del Consejo Provincial del PJ; concejales de los departamentos del tercer distrito y dirigentes de movimientos sociales.
Alejandro Bermejo señaló que “Pensamos en el sueño de los mendocinos tratando de recuperar la dignidad y la esperanza. Estamos trabajando con mucha fuerza para recuperar la provincia que hoy está en manos de un gobierno que sólo le importa cerrar planillas de Excel que de hecho le van a cerrar bastante mal con todos los índices de desarrollo más importantes a la baja”
Nuevamente el trabajo en comisiones fue el eje central para el debate y la elaboración de propuestas para el plan de gobierno del peronismo. “Bastan dos mesas de trabajo de este Frente Elegí para superar en sensibilidad y en gestión a todo el gabinete de Cornejo”, afirmó Martín Aveiro. También Patricia Fadel expresó “estamos apostando a recuperar nuestra provincia y nación, a recuperar la dignidad de todos los mendocinos y mendocinas y a ponernos de pie con toda nuestra esperanza”.
Finalmente, Guillermo Carmona, Presidente del Partido Justicialista y una figura central en la revitalización del peronismo mendocino señaló “Estamos trabajando en ejes temáticos para nuestro plan de gobierno. Tenemos militancia, tenemos territorio, tenemos hombres y mujeres con compromiso para gobernar. En las cuatro dimensiones que estamos trabajando, este gobierno está aplazado, tanto en lo económico-productivo, en lo social-humano, en lo ambiental-territorial y en lo político-institucional”, agregó para definir este encuentro.
El relato macrista-cornejista del camino único pierde fuerza. El dogma impuesto por el oficialismo de que fuera de este modelo no hay otra alternativa, se va diluyendo. Sostener esta falsedad sólo fue posible por la propia debilidad y fragmentación que sufrió la oposición y por la confianza, hoy frustrada, puesta por la mayoría de la sociedad en la alianza gobernante. Hoy, el peronismo y sus aliados han abandonado definitivamente su actitud defensiva y han comenzado a poner en crisis el relato oficialista y avanza decidido a conquistar electoralmente la provincia.
A 43 años del Golpe Cívico-Militar, a “poner el hombro”. Mauricio Macri continúa con la “evidente” estrategia de mostrarse enojado ante las “mentiras” de la oposición, y las críticas hacia su gestión de gobierno. “Hay que poner el hombro sin llorarla”, pidió a la sociedad en una reunión a puertas cerradas con funcionarios. Los dichos del Presidente han sido objeto de burla y risa durante toda la semana, en canales de televisión y redes sociales. El recurso marketinero y publicitario de mostrarse combativo y confrontativo es tan burdo que no genera impacto, y nadie parece creer que tenga buenas intenciones.
La imagen del Presidente es hoy la más baja desde que asumió su gobierno hace tres años, llegando a ser de un 60%. Es más alta incluso que la de la principal dirigente de la oposición Cristina Kirchner, que fue parte de un gobierno durante 12 años y dos veces Presidenta.
Más allá de la anécdota, y lo indignante del caso, es imposible no hacer una conexión necesaria entre la última semana que vivimos los argentinos, y un nuevo aniversario del golpe cívico-militar que dejó a 30 mil personas desaparecidas, y una lucha de abuelas y madres que no terminará hasta que se encuentre el último nieto, y los restos del último hijo.
En la última dictadura militar los argentinos y argentinas debieron poner literalmente el cuerpo, sus vidas, sus familias, sus sueños. Lo mismo nos está pidiendo el Presidente constitucional electo por los argentinos, con la gran diferencia de que tuvo 43 años después, la posibilidad de elegir otras opciones, otro rumbo y otros caminos. Aún así, en otras condiciones y con la consolidación de la democracia decidió imitar el plan económico siniestro de Martínez de Hoz. Eligió proscribir, acusar, e intervenir deliberadamente en causas, carpetazos y detenciones de dirigentes de la oposición. Pudo instalar grandes post verdades como “se robaron un PBI”, logró meter jueces por la ventana, gobernar por decreto durante tres años, vetar leyes consensuadas, y fundamentalmente promover y fortalecer la represión, promover el asesinato por la espalda y perseguir a los sectores de la población más vulnerables.
Es cierto que es un año electoral, pero no hemos olvidado, no olvidaremos a Santiago Maldonado, a Rafael Nahuel, a Milagro Sala y a todos los pibes y pibas asesinados por el gatillo fácil que institucionalizó Patricia Bullrich con la doctrina Chocobar.
Estamos en un momento, similar al de décadas que queremos olvidar, en el que hemos dejado de creer en el estado derecho. No creemos en la imparcialidad de la justicia, conocemos las presiones que se ejercen sobre jueces y fiscales, conocemos ahora también una red de espionaje ilegal paraestatal que con la complicidad de políticos, periodistas y funcionarios judiciales pudo crear, apresar y extorsionar a empresarios.
No hace falta recordar el desfinanciamiento a políticas de memoria, verdad y justicia. No hace falta recordar quiénes son los que hablan del “curro” de los derechos humanos, y quienes son los principales violadores de nuestras libertades básicas.
Señor Presidente, no queremos poner el hombro. 30 mil argentinos y argentinas desaparecidas nos enseñaron 43 años atrás, que este tipo de estado jamás será el garante de nuestros derechos.