Condenados al éxito // 2018-10-04
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Mauricio buena onda


- Los grandes talentos son como los magos, sacan un don de la galera y nos dejan con la boca abierta.

- ¿Usted lo dice por el Pity Martínez?

- Y dale con el fulbito ¿No le dije el miércoles pasado que el clásico quedó anulado?

- Si. Pero no pasó nada.

- Es que ahora estamos muy ocupados con otra cosa.

- Me imagino. El dólar, la inflación, la pobreza…

- Naaa que ver. Ese es el relato de la prensa kirchnerista.

- ¿Cuál es la prensa kirchnerista?

- Ni idea, pero los que apelan al leguaje del odio son todos K…

- Mire que el propio Indec reconoció el aumento de la pobreza.

- Chocolate por la noticia. Mauricio lo dijo antes ¿Se da cuenta por qué estamos ante una mente superior?

- Yo diría ante una mente que sabe abrir el paraguas.

- Usted diga lo que quiera. Nosotros no dejaremos nunca de pensar en cómo pasar la tormenta, el temporal, el huracán, el tsunami o lo que sea que venga.

- Con todo respeto, parece que mucho no se les ocurrió.

- Tiene razón. O tenía, mejor dicho. Ahora el genio frotó la lámpara.

- No entiendo.

- ¿Cuántos genios conoce usted?

- Ninguno, para serle sincero.

- Bueno, un par de oficinas para allá tiene uno.

- ¿El presidente?

- Shhhh. Baje el volumen que se va a enterar todo el mundo.

- ¿Es un secreto?

- Y de Estado. Si se avivan todos le van a pedir.

- ¿Qué cosa?

- Un cachito de su talento, ¿de qué estamos hablando?

- ¿Me puede decir de una vez cuál es ese talento?

- Por la sagrada tablita de Martínez de Hoz, ¿por qué tengo que explicarle todo? ¿No lee los diarios?

- Sí.

- ¿Entonces?

- ¿Entonces qué?

- Si leyera con atención las buenas noticias que da la prensa libre e independiente sabría que Mauricio se reveló como un gran motivador.

- ¿Y eso?

- Muy sencillo: es el talento de la buena onda. Ahora sí que podemos dar vuelta la página, salir adelante, hacer realidad la revolución de la alegría ¿Comprende?

- No.

- Qué terco que es, mi Dios ¿Se enteró de que Mauricio visitó a una pareja de jóvenes emprendedores que abrió una pizzería?

- No me lo recuerde.

- Bueno. Ahí lanzó la primera frase del programa Mauricio Buena Onda.

- “Abrieron justo que hay recesión” ¿Eso le parece buena onda?

- Buenísima. Todo el mundo se lleno de optimismo.

- ¿Optimismo? Casi tienen que cerrar la pizzería de las cargadas e insultos que recibían.

- No se preocupe. No nos van a amedrentar. Es la oposición alocada que se dio cuenta de que con Mauricio Buena Onda no nos para nadie.

- ¿No me diga que el presidente va a decir frases así todos los días?

- Los genios son así. Su producción es imparable. Una auténtica diarrea de ideas y buena onda.

- Es necesario…

- Le voy a dar una exclusiva. Anote. Hoy le escribió un Whatsapp a Guillermo, a poco más de 24 horas del partido con Cruzeiro.

- ¿Y qué le dijo?

- Clasificamos justo que nos van a romper el tuje.

- Burdo.

- Y habló por teléfono con un metalúrgico desocupado de González Catán…

- ¿No será obsesivo-compulsivo el presidente con esto de las llamadas por teléfono?

- Te quedaste sin laburo justo ahora que sube la desocupación, le dijo.

- …

- No se imagina lo manija que se puso el tipo.

- No es para menos.

- Hace mucho que no lo veía así a Mauricio, tan entusiasmado.

- ¿Si?

- Como será la cosa que prefirió no dormir la siesta y seguir llamando.

- ¿Y?

- Habló con una señora que siempre iba al supermercado y nunca conseguía un changuito.

- ¿Me está cargando?

- Jamás. Nosotros a los argentinos les decimos siempre la verdad.

- ¿Y qué pasó?

- Le dijo hola, soy Mauricio. Conseguiste un changuito ahora que no se puede comprar nada.

- La mujer habrá pensado que la llamaba Tangalanga.

- No subestime a nuestro pueblo.

- ¿Le respondió?

- Obvio. Gracias, presidente, gracias, alcanzó a decir antes de ponerse a llorar. No podía parar…

- Y claro...

- Figúrese. Doce años sin conseguir un chango y ahora se pavonea como si anduviera por la Quinta Avenida.

- Pero así la gente se va a enojar todavía más.

- Al contrario. Es una gran motivación, un empujón, un salto al vacío para empezar a cambiar las cosas.

- ¿En qué sentido?

- En el que usted le quiera dar.

- Lo del salto al vacío, le digo.

- Usted diga lo que quiera, que con Mauricio Buena Onda nada se pierde, todo se transforma.


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