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- …
- Sí, acá, en el pecho, sin miedo que Bullrich no lo está espiando.
- …
- No, así no. Con fuerza. Así.
- ¿Qué hace? Me va a lastimar.
- No tenga miedo, amigo. Ahora pegue usted, nomás. La fuerza es el derecho de los hombres.
- ¿La frase no era “La fuerza es el derecho de las bestias”?
- Eso decía Perón. Usted sabe cómo son los populistas.
- ¿Cómo son?
- Seres que creen que pueden conseguir todo a través de la violencia.
- Pero si es usted el que está a los golpes.
- Me aburro. ¿Va a hablar mucho tiempo más o se va a dar el gusto de golpear de una vez? Dele, no sabe lo bien que se va a sentir después.
- Yo no tengo por qué golpearlo.
- Bueno, lo hago yo.
- ¿Qué hace? ¿Se volvió loco? Está bien que se vaya del gobierno pero tampoco para hacerse daño.
- ¿Daño? Pamplinas. No se olvide que somos como los gatos, creen que nos estamos peleando pero nos estamos reproduciendo.
- Tiene un día de frases peronistas hoy.
- La boca se le haga a un lado.
- Son sus palabras no las mías.
- Acá no importan las palabras…
- Ya sé, importan los hechos.
- No, los golpes.
- Es una frase poco feliz en tiempos como estos.
- No me diga que la OEA comprobó el fraude, las Fuerzas Armadas le quitaron el apoyo Alberto y asume Gaby Michetti.
- Mire que Freud decía que la negación es una forma de afirmación.
- Uhhh! No me diga que volvió con la psicóloga.
- Nunca nos separamos.
- ¿Se da cuenta? Los periodistas son incorregibles.
- La frase es “los peronistas”. Incorregibles los peronistas.
- Es lo mismo.
- También el humor es una forma de expresión del inconsciente.
- ¿Y ahora que dije?
- Que hubo un golpe contra Alberto y asumió Michetti.
- Dios nos libre y nos guarde.
- Me parece muy bien que respete la democracia, las instituciones…
- No es eso. Es que Gaby quedó tan mal con lo de PitChetto que se hizo peronista.
- ¿De dónde sacó eso?
- Lo vio todo el mundo.
- ¿Qué cosa?
- Como hacía palmas cuando cantaban la marcha peronista en la Asamblea Legislativa.
- Tal vez fue una forma respetuosa de acompañar la alegría ajena.
- Eso dijo Mauricio. Gaby pensó que era un cumpleaños y se sorprendió cuando le pidieron que apague la velita.
- Es un comentario un poco sarcástico. ¿El presidente estaba muy molesto?
- ¿Molesto? Usted no lo conoce. Estaba feliz.
- ¿Feliz?
- Feliz de que haya ganado Alberto ¿Se imagina un gobierno de Michetti y encima peronista?
- Estaba molesto.
- El que estoy molesto soy yo con usted, que no quiere sumarse a la ola de los golpes.
- Ya hay demasiados golpes con lo de Bolivia. ¿No le parece?
- De eso se trata.
- ¿De qué?
- De golpear para hacerse fuertes, duros, indoblegables.
- ¿Me está reconociendo que en Bolivia hubo un golpe de Estado?
- Le estoy diciendo que si seguimos golpeando sacamos a esta parte del mundo del basurero de la historia.
- Usted me confunde.
- Mauricio siempre fue claro.
- Discúlpeme pero en este tema si algo no tuvo el presidente fue claridad.
- ¡Qué rápido vuelve al periodismo militante, eh!
- Pero si…
- Lo que quiero decir es que si golpeamos también en Chile, en Ecuador, en Brasil… Ah, no. En Brasil ya golpeamos… Digo en Paraguay… No, ahí también… Bueno, que si golpeamos en toda Sudamérica se acabó la joda viejo.
- Pero si siguen los golpes se acaba la democracia.
- ¿Y yo qué le dije?
- No entiendo lo que quiere decir, sinceramente.
- ¿Sinceramente? ¿Se da cuenta? Quieren meter el libro de la Bruja del Calafate hasta en las escuelas…
- ¿Qué tiene que ver?
- Todo. Empiezan metiendo el título del libro en una charla ocasional y terminan cobrándole impuestos al campo y a los bancos.
- Otra vez está mezclando todo.
- Usted diga lo que quiera, pero llegamos con un gobierno de Pinedo y nos vamos con un gobierno de Michetti. Así, no hay golpe que alcance.