Columnistas // 2018-07-10
_
Entonces llegaron ellas
Si algo une las dos sociedades tan distantes y otrora tan unidas como la española y la argentina, es el auge espectacular de las luchas feministas. Tras el éxito de las movilizaciones del pasado marzo en distintas partes del mundo, tanto las mujeres españolas como las argentinas destacaron por su compromiso.


En un reciente viaje a tierras españolas, quise comprobar el conocimiento que de la política y situación económico-social argentina, tenía el español medio. El resultado resultó decepcionante.

Tras dos años largos en estas tierras había constatado, que la mayoría de mis conocidos argentinos tenía una noción mínima de la situación y actualidad política española. La gran mayoría, conocía la eclosión de Podemos en la escena política española, incluso el nombre de sus líderes y dirigentes. Prácticamente todos sabían quién era Mariano Rajoy y, de forma somera, cuál era su línea ideológica. Había un difuso conocimiento de la actualidad española. Probablemente, el que los medios permitían. El proceso independentista catalán, se vivió acá con un notable interés, que protagonizó programas televisivos y editoriales de prensa.

Al otro lado del mar sin embargo, el desconocimiento de los españoles sobre los asuntos argentinos, era descomunal. Algunos alcanzaban a conocer a Macri, aunque fuera de oídas. La mayoría, ni eso. Nadie sabía quién era Milagro Sala, ni en consecuencia, su situación frente a la justicia. Se sabía eso sí, los hechos que habían dado lugar al caso de Santiago Maldonado, aunque pocos conocían o recordaban su nombre.

La prensa española daba pocas noticias de la actualidad argentina, y cuando lo hacía, era a través del filtro censor del neoliberalismo dominante, de modo que para mi sorpresa, el español medio interesado en los asuntos políticos, hablaba vagamente del gradualismo, como una solución que se implementaba con éxito en estas tierras.

Nada se decía de las luchas en las calles, de la airada respuesta popular a los intentos del oficialismo por deteriorar, casi eliminar, el sistema de pensiones. Nada de la represión policial, nada de la lucha de los docentes. Nada… Entonces llegaron ellas.

 Si algo une las dos sociedades tan distantes y otrora tan unidas, es el auge espectacular de las luchas feministas. Tras el éxito de las movilizaciones del pasado marzo en distintas partes del mundo, tanto las mujeres españolas como las argentinas destacaron por su compromiso. En España el acento se puso sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres, y en Argentina, sobre la despenalización de la interrupción voluntaria del embarazo, que iniciaba una lucha que iba más allá, de la conmemoración de un día “dedicado” a la causa.

A primeros de Junio, las calles argentinas, especialmente de Buenos Aires, se llenaron de mujeres y de pañuelos de color verde. Al reclamo de despenalización del aborto, hay que unir la denuncia de los más de doscientos cincuenta feminicidios del pasado año, la brecha salarial y, en definitiva la lucha contra el patriarcado imperante.

Ahí sí se pudo ver en la tapa de los diarios españoles, noticias sobre Argentina. Lo que los medios habían tapado durante los tres últimos años, salto con el reclamo femenino. Por fin la avenida de Mayo porteña se destacaba en las primeras planas, y abría los informativos de las televisiones públicas y privadas españolas. Y como suele ocurrir, este detonante, desencadenó un general interés sobre lo que pasaba en estas tierras. La curiosidad de mis conocidos sobre los asuntos argentinos, se dejó notar en forma de preguntas y manifestaciones de interés. Y se habló de los reclamos docentes, y de las actitudes represoras de los dirigentes del gobierno de Mauricio Macri. Y se vieron similitudes con las medidas de ajuste de hace ya unos años cuando los trabajadores de la enseñanza pública española, salieron a la calle, tiñendo de verde, curiosamente de verde, las calles españolas en aquella de las muchas mareas que protestaron en su día por motivos similares a los que ahora movían al pueblo argentino. Los despidos, los ajustes, las políticas de tijera presupuestaria y el miedo a la intervención europea, como acá se teme a las exigencias y sin duda las consecuencias de la intervención del FMI.

 El interés por los asuntos internos argentinos, tan similares a los vividos por los españoles hace tan poco tiempo, va creciendo en España a medida que se van conociendo, en gran medida gracias al camaleónico cambio de editoriales de las principales cabeceras, que intentan sin duda hacerse perdonar su sumisión vergonzosa a las políticas neoliberales del recientemente caído gobierno Rajoy.

Algo ha cambiado en el interés de los españoles a cerca de Argentina. Crece el interés, y la solidaridad, entre dos pueblos que han vivido experiencias similares en los últimos tiempos.

Curiosamente, ahora se nota un desinterés de los medios argentinos a la nueva experiencia socialista en España. Quizás haga falta que las mujeres españolas vuelvan a las calles, como lo hicieron sus hermanas del otro lado del charco.


/ En la misma sección
/ Columnistas
Elecciones en México: balas y votos
/ Columnistas
Qué es el síndrome de burnout