El microcentro porteño es el lugar donde se concentra la timba financiera argentina. Decenas de bancos y financieras, centenares de empresas, miles de oficinas, centenares de miles de personas que se desplazan vertiginosamente en cada jornada. Sobre todo, en estos días, en que volvió la fiebre del dólar y la excitación por participar de una danza de la fortuna en la cual, una vez más, las pérdidas serán para los millones de argentinos que sufrirán las consecuencias del modelo económico, y las ganancias serán ajenas.