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Este sábado, 5 de mayo, se cumplió el bicentenario del nacimiento de Carlos Marx. El historiador Eric Hobsbawm (en el libro Cómo cambiar el mundo, 2011) señala que, a pesar del tiempo transcurrido, Marx resulta ser, junto con Darwin y Einstein, uno de los intelectuales más influyentes de la actualidad, más que Adam Smith, Keynes y Freud. Por otro lado, en 1999, a raíz de una encuesta de la BBC de Londres, fue votado por personas de todo el mundo como el "mayor pensador del Milenio".
Marx estudió derecho e inició su actividad intelectual en su Alemania natal en el campo filosófico, escribiendo en común con Federico Engels, el que sería amigo para toda la vida, los libros "La Sagrada Familia" (1845) y "La Ideología Alemana" (1846). Previo a esas obras, Marx había desarrollado su concepción del hombre en los conocidos como "Manuscritos económico - filosóficos" de 1844”, que quedaron inéditos hasta la tercera década del siglo XX.
Desde los primeros escritos las relaciones económicas y la política fueron centro de su preocupación, que continuó con "La Miseria de la Filosofía" de 1847, donde rebate las ideas que Proudhon había desarrollado en el libro "Filosofía de la miseria", y luego, también con Engels, en “El manifiesto comunista” de 1848, donde analiza la evolución del capitalismo.
Preocupado por el devenir histórico, procuró superar la concepción de la historia como una acumulación de hechos y anécdotas para darle en cambio carácter científico, de explicación de las causas de ese acontecer. Con ese fin escribió el hoy famoso prólogo a la "Crítica a la Economía Política" (1858), en el cual esbozó la teoría del materialismo histórico que, 160 años después, continúa vigente.
Convencido de que la anatomía de la sociedad se encontraba en la economía, exiliado en Londresestudió economía como autodidacta y básicamente lo hizo de la obra de David Ricardo. Allí publicó en 1867 el tomo I de su obra máxima, “El Capital”. Los tomos segundo y tercero fueron publicados luego de su muerte por Engels (1885 y 1894, respectivamente), mientras que tras la muerte de este último, los estudios sobre el pensamiento económico los publicó Karl Kautsky con el nombre de "Historia crítica de la plusvalía", y que suelen editarse como tomos IV y V de "El Capital".
Mientras tanto, fundó y dirigió la Primera Internacional de trabajadores, escribió artículos periodísticos, participó de polémicas y publicó obras de análisis político (como, por ejemplo, "La guerra civil en Francia", de 1871).
Su influencia en economía es muy grande, particularmente entre la heterodoxia económica. Precisamente dos de los economistas más influyentes de esa corriente, Michal Kalecki y Piero Sraffa, estudiaron profundamente su obra y sus aportes pueden considerarse como continuación y actualización de las ideas de Marx. Por otro lado, la sorprendente previsión sobre el desarrollo concentrado y globalizado del capitalismo y sobre las crisis económicas como inseparables del mismo, así como la crítica generalizada al actual sistema de producción y de propiedad, son las razones que explican el interés que hoy sigue despertando su pensamiento.
Ya en la madurez se dio cuenta de que para avanzar en sus investigaciones necesitaba saber matemáticas, y se dedicó a estudiarlas. Inclusive escribió para su uso personal notas sobre el fundamento del análisis infinitesimal, que fueron finalmente publicadas a fines del siglo pasado. Esta es posiblemente la mejor enseñanza que deja, en especial a los jóvenes: hay que estudiar e investigar, con sentido crítico y sin preconceptos, durante toda la vida.
En los 135 años transcurridos desde su muerte ha recibido muchísimos reconocimientos por su trabajo intelectual. Uno de ellos, que me resulta imborrable, fue realizado por un manifestante anónimo en Nueva York en el año 2008, cuando empezaba la crisis financiera cuyos efectos aún perduran. Entonces, las cámaras de televisión de todo el mundo reprodujeron su imagen, en pleno Wall Street, con un cartel bien visible que decía: “Al final, Marx tenía razón”.