La lesión lumbar del Sr. Presidente Mauricio Macri, producido en circunstancias de intenso ejercicio (de la función pública) en el “retiro espiritual” de Chapadmalal, me trajo a la memoria una divertida aguafuerte, leída en otro momento, en la que Arlt recoge esta palabra del lunfardo usual de su época para darle el carácter de tratado filosófico.

En efecto, el notable escritor argentino Roberto Arlt nos explica que la etimología de este neologismo cocoliche deriva de la expresión italiana squena drietta, que significa lisa y llanamente “espalda derecha”.

Utilizado la ironía en la relación de estas palabras, y haciendo hilarantes comentarios sociológicos, las asigna a esta tipología de sujetos que poseen la espalda derecha, “porque no trabajan, aquellos que se mantienen tiesos por esa voluntad persistente de no hacer nada, sus espaldas no están agobiadas por trabajo alguno sino que se mantienen tiesas debido a una laudable y persistente voluntad de no hacer nada. Sintéticamente, la expresión squena driettase aplica a todos los individuos holgazanes, tranquilamente holgazanes”.

Comenta que “…En la bella península itálica, la frase squena dritta la utilizan los padres de familia cuando se dirigen a sus párvulos, en quienes descubren una incipiente tendencia a la vagancia”, a aquellos que siempre trata de hacer el menor esfuerzo posible, “o hacer todo mal para que otro lo reemplace en su tarea”. Con contundencia filosófica remata con la sentencia de que “el squenunes un fenómeno social. Queremos decir, un fenómeno de cansancio social. El un(de la sílaba) final es onomatopéyico, le da categoría de adjetivo definitivo y el modo grave de squena driettase convierte en esta antítesis, en un jovial squenun, que expresando la misma haraganería la endulza de jovialidad particular”. El autor nos aclara que no debe confundirse con el mucho más familiar y usual fiacún, cuya falta de voluntad tiene una proyección transitoria, no es una vocación eterna.

Aunque Ud. no lo crea, no tiene por qué creerme, esta pequeña y precisa síntesis fue magistralmente escrita en 1928, ¡hacen casi 90 años!. Es parte de una zaga de millares de aportes producidos por Arlt en formato de pequeñas notas de vivencias urbanas, donde disecciona a sus personajes típicos, con un aire costumbrista. Fueron publicadas diariamente hasta 1933 por el desaparecido periódico “El Mundo” de Buenos Aires.

Más allá de esta necesaria evocación literaria, el arquetipo construido del squenunporteño comparte con nuestro máximo mandatario nacional muchas de sus características más acusadas, a saber:

-Proviene de la misma raíz itálica que el adjetivo que lo define.

-Es tan porteño como las mismas aguafuertes.

-Podemos imaginar que su padre, el inefable Franco, la haya utilizado reiteradamente en ejercicio de su patria potestad.

-A pesar de la muy loable intención de difundir el deporte en las jóvenes generaciones argentinas y, en vista de las recurrentes lesiones sufridas, el sujeto en cuestión se puede decir que “no sirve ni para espía”. Bueno, pensándolo mejor, para espía tiene bastantes condiciones.

-Abogamos para que en el próximo focus groupde Durán Barba, el concepto que ponemos en circulación pueda ser analizado hasta el detalle para encontrar sus puntos fuertes y comunicarlos.

-En sus acciones o en la falta de ellas, se puede percibir, a riesgo de ser acusado de antidemocrático o golpista, que está haciendo, al decir de Arlt “…todo mal para que otro lo reemplace en su tarea”.

-Para terminar, nobleza obliga, no recurriremos al argumento fácil de relacionar la lesión lumbar con la “mano dura” de la ocasional adversaria de Mauricio en el match de referencia. ¡Squenun!

1-Contenidas en el libro “Aguafuertes Porteñas”. Arlt, Roberto. 184 págs. Ed. Losada 2006.