Argentina // 2017-12-22
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Reforma previsional: un ajuste con impacto de género
Mucho se discutió en el marco del tratamiento de la reforma previsional, pero casi no se mencionó en el debate que las mujeres, una vez más, son las más afectadas por el recorte: el 62% del total de personas jubiladas son mujeres, el 86% de quienes ingresaron a la moratoria son mujeres y el 99% de quienes administran la Asignación Universal por Hijo son mujeres.


El pasado lunes, tras un debate de 16 horas, la cámara baja convirtió en ley la reforma previsional con 128 votos a favor y 116 en contra. Si bien las distintas fuerzas políticas que se opusieron a la modificación de la fórmula de cálculo de las jubilaciones advirtieron que sería una medida muy perjudicial para los jubilados, casi ningún legislador hizo referencia a cómo afecta este ajuste a las mujeres.

Por varios motivos se puede afirmar que esta reforma tiene un mayor impacto en las mujeres. En primer lugar, desde la organización Economía Feminista advirtieron que el 62% de las personas jubiladas son mujeres, mientras que el 38% son varones.

Estefanía Pozzo, integrante de Economía Feminista, mencionó además que el 86% de las personas que se jubilaron sin contar con los aportes necesarios, “son mujeres que se dedicaron a realizar trabajos domésticos no remunerados en sus casas o mujeres que estuvieron en una situación informal”. Por ejemplo, el 20% de mujeres trabajadoras son empleadas domésticas, que es la rama de la economía más informal. “Cerca de un 80% de empleadas domésticas no están registradas”, advirtió Pozzo.

En tercer lugar, afirmó que el bono compensador “no compensa la pérdida que tienen en el empalme de las dos fórmulas” y que además se hace una diferencia entre las personas que tienen 30 años de aporte, que van a cobrar $750 en marzo, con las que no llegan a los 30 años de aporte que van a recibir $365. Por esto aseguró que “la reforma lo único que hace es sostener la desigualdad actual y ampliarla conceptualmente”.

Es decir, las desigualdades que existen en el mercado laboral entre mujeres y varones continúan reproduciéndose luego en el sistema jubilatorio ya que, en la mayoría de los casos, la falta de aportes en las mujeres se debe a las tareas domésticas no remuneradas y a las actividades informales.

Un informe realizado por el ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social establece que, a nivel nacional, la tasa de empleo de las mujeres sigue siendo significativamente más baja: las mujeres tienen una participación del 43%, mientras que los varones del 66%. En la región de Cuyo las cifras son similares: las mujeres tienen una tasa de empleo del 39% y los varones del 64%. Lo mismo sucede en Mendoza: según un estudio de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas el 60% de los varones están `ocupados´, frente a un 34% de las mujeres.

Por otro lado, en el informe nacional se advierte sobre la persistente brecha salarial y, según datos del Indec, las mujeres se sitúan mayoritariamente dentro del grupo de menores ingresos. El ingreso total individual promedio es de $14.687 para los varones, mientras que para las mujeres es de $10.708. De este modo, la brecha salarial para personas registradas, según el estudio, es de 23% y esa cifra aumenta al 35% si consideramos a las personas asalariadas no registradas.

Otro dato importante aportado por el informe es el que analiza la participación en el trabajo doméstico no remunerado: el 88,9% de las mujeres y el 57,9% de los varones realiza trabajo doméstico. Sin embargo, en todas las actividades, las mujeres dedican en promedio 3 horas diarias más que los varones. “Esta desigual distribución por sexo evidencia la persistencia de modelos culturales y estereotipos de género”, concluye el informe del ministerio de Trabajo.

En igual sentido, el estudio local de la DEIE evidencia la significativa desigualdad de género en la división de tareas domésticas: El 87% de las mujeres es responsable de cocinar, el 87% limpia y ordena la casa, el 90% lava y plancha la ropa, el 89% es responsable del cuidado de los niños y el 74% de las mujeres es responsable del cuidado de enfermos y adultos dependientes.

Las diferencias en las tasas de empleo entre varones y mujeres, la brecha salarial, el trabajo doméstico no remunerado y la situación de informalidad en la que trabajan muchas mujeres manifiestan una seria desigualdad de género en el mercado laboral. Por esta razón, la reforma previsional afecta mayoritariamente a las mujeres, ya que las desigualdades del mundo laboral se reproducen en otras instancias como es el sistema jubilatorio.

Por último, la integrante de Economía Feminista advirtió que el impacto de género de la reforma previsional casi no se trató en el debate parlamentario. “Creo que falta mucha formación con perspectiva de género por parte de los referentes políticos”, señaló. Además, “la ausencia de mujeres en los lugares de debate público y producción de sentido hace que estos temas no estén representados. Por eso es importante que las mujeres tengan cada vez más espacio en todos los sectores”, concluyó Estefanía Pozzo.
 


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