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La fumigación aérea contra la lobesia botrana (polilla de la vid), que decidió realizar el gobierno provincial a través del Senasa e Iscamen, generó una polémica entre organismos del estado, funcionarios provinciales, legisladores, especialistas de la Uncuyo, y organizaciones que trabajan por la protección del medio ambiente.
El pasado 24 de octubre, el diputado nacional Guillermo Carmona y la diputada provincial Patricia Galván presentaron una denuncia ante la Fiscalía de Estado por la fumigación aérea que lleva Iscamen contra la plaga denominada polilla de la vid. Además se realizaron manifestaciones en la sede del organismo en Tunuyán.
Por otra parte, el día martes distintas organizaciones convergieron en la sede del Senasa para reclamar sobre el uso que se está realizando de agrotóxicos en más de 100 mil hectáreas de nuestra provincia.
También, profesionales especializados en la materia escribieron una nota a la decana de la Facultad de Ciencias Agrarias, manifestando su preocupación respecto a la realización de estas fumigaciones sin la evaluación previa de impacto ambiental.
Es decir, no se sabe a largo plazo las consecuencias que puede traer para el ecosistema y la población rural, la fumigación aérea de estos químicos.
En tanto, la misma empresa pero en Chile, afirma que el producto es nocivo si se inhala, muy tóxico para organismos acuáticos con efectos nocivos duraderos, y recomienda no dispersar al aire libre.
Desatada la polémica, en el día de ayer se reunió un Comité Técnico, en el cual participaron organismos del sector privado y público. Por el sector privado, Bodegas de Argentina, Coviar, la Unión vitivínicola Argentina, y representantes de empresas privadas varias, entre otros. Por el sector público el Senasa, Iscamen, el Gobierno de la provincia, el INV, el Inta, el Inase, la Facultad de Ciencias Agrarias, la Subsecretaría de Agricultura de la Nación y la Municipalidad de Tupungato.
Las entidades elaboraron un documento en el cual tomaron posición respecto al tema.
El Inta, se comprometió a llevar a cabo estudios necesarios respecto a las consecuencias de las fumigaciones.
Finalmente, sin mucha más explicación afirmaron que la aplicación de los productos Dipel y Coragen “reúnen condiciones de seguridad y efectividad suficientes para poder seguir con las operaciones”.
Sin embargo, en el día de ayer, el director del Inta San Juan - Mendoza, José Gudiño envió una carta al director de Desarrollo Económico de la municipalidad de Lavalle, en la que afirmó: “Consideramos prudente no aconsejar las pulverizaciones aéreas hasta que las investigaciones pertinentes bajo nuestras condiciones agroecológicas y de cultivo, demuestren su eficacia para el control de la plaga, los factores agroclimáticos a considerar en esta metodología de aplicación, y que a su vez no representen riesgos para la población rural, abejas, animales domésticos y de corral, ni para el medio ambiente”.
Sin embargo, a pesar de que no se realiza, y evidentemente no se realizará la evaluación de impacto ambiental, continuarán las operaciones de fumigación aérea.
En tanto, el Inta tomará muestras y realizará estudios necesarios en el límite entre Maipú y Junín, en el humedal arroyo claro, y en las zonas de Orfila y La Colonia donde hay reservorios de agua.
Consultado por este diario, el encargado de ventas de Du Pont, la marca que fabrica el producto aprobado por el Senasa, Carlos Horacio Fernández Beschtedt, afirmó que no podía dar explicaciones del tema, y que se debía consultar a través de las vías institucionales de la empresa.