A sólo una semana de las elecciones legislativas nacionales, en Neuquén los pronósticos sobre los resultados se dividen entre los que sostienen que la suerte está echada y ya se conoce el ganador, y los que aprecian que todavía queda espacio por disputar, porque los electores deciden realmente por quién votar en los días previos a los comicios.

Así, por ejemplo, en Cambiemos sostienen que la elección está cerrada y agitan una encuesta de Aresco que les daría el triunfo por entre 27 y 28 puntos sobre 22 del Movimiento Popular Neuquino, y colocan en tercero y cuarto lugar a Unidad Ciudadana y el Frente Neuquino con entre 19 y 16 puntos cada uno, muy cerca entre sí pero en ese orden.

En el MPN, en cambio, alegan que la elección todavía está abierta y si bien admiten implícitamente que Cambiemos llevaría la delantera dan por hecho que la brecha tiende a achicarse, porque el macrismo pierde puntos y ellos crecen. No descartan, en fin, que los pronósticos se den vuelta y el resultado se termine definiendo por un puñado de votos.

En Unidad Ciudadana también piensan que todavía no está todo dicho y que la distancia se puede achicar dramáticamente, pero entre ellos y el MPN por la disputa del segundo lugar. Admiten, que en esta elección el macrismo tiene un núcleo duro que ronda el 24 ó el 25%, pero tienen fe en la posibilidad de alcanzar hasta un 22%.

Para los estrategas del MPN, la discusión en torno al traspaso de la caja de jubilaciones del Instituto de Seguridad Social “caló hondo”, y todavía queda una semana para seguir agitando el tema, no sólo en la publicidad y por boca de los candidatos sino también con un trabajo muy fuerte en las redes sociales y a través de llamadas telefónicas.

Piensan que Quiroga se equivocó al confrontar con el tema y logró un efecto no deseado por Cambiemos: instalar como eje de campaña algo concreto, muy distante de los significantes vacíos a los que nos tiene acostumbrados el macrismo. “No hay que discutir estrategias sino contenidos y con lo de la caja mostraron la hilacha, y nos dieron un campo de batalla para guerrear”, concluyen optimistas.

Eso, además de recordar que el fantasma de la “armonización” que exige el gobierno nacional toca un resorte muy sensible de buena parte de la sociedad neuquina. Después de todo dicen los emepenistas, el ISSN no es sólo jubilaciones, es también salud, turismo, créditos y muchas cosas más de las que la gente no se quisiera desprender.

Consideran difícil que Cambiemos pueda sacar los 22.000 votos más sobre lo obtenido en las PASO que significaría un 28% y por el contrario destacan que vienen trabajando fuerte con los sectores sociales afines para capturar los 20.000 votos anulados que hubo el 13 de agosto, muchos de los cuales -aseguran- fueron de gente que votó al MPN pero metió en la urna las dos boletas que competían en la interna.

Afirman que durante la semana pasada Cambiemos “se movió hacia abajo” y concluyen con una alegoría de resonancias bélicas: “si baja de 28% a 26% se pone a tiro de cañón”. Por eso, aunque para algunos parezca tarde, sostienen que el 22% “es sólo el piso” del MPN y se juegan a polarizar la elección con el macrismo en tiempo de descuento. Su eslogan más reciente lo dice todo: “no a Cambiemos”.

En unidad Ciudadana, en tanto, sostienen que el MPN se vio obligado a “pegar un golpe de timón” para remontar un revés casi seguro frente a Cambiemos. “Comenzaron a confrontar con la caja porque están preocupados”, dijo uno de los asesores de campaña del kirchnerismo local. Y a renglón seguido arriesgó un pronóstico osado: “Cambiemos anda en 25% y nosotros podemos trepar hasta un 20 o 22%, el MPN puede quedar tercero”.

Para este sector se mantiene la tendencia, esbozada en las PASO, de una elección ‘nacionalizada’. “Los que apostaron a una lectura provincial se equivocaron, porque la gente le da un voto de confianza a Macri para que siga o se lo da a la oposición para que le ponga freno”, apuntan.

En todo caso, en este sector están persuadidos de que accederán a una de las tres bancas de diputado que están en juego en la provincia y apuestan a que Unidad Ciudadana se convierta en la principal fuerza de oposición en todo el país. Destacan que “gane o no Cristina” en la provincia de Buenos Aires, cuando ocupe su banca en el Senado, por primera vez desde diciembre de 2015 la oposición pasará a tener una cara visible”.