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Hace más de un mes, en las ex dependencias del Congreso, se reunió la mesa directiva de la Convención -compuesta por Elisa Loncón y Jaime Bassa- con el entonces coordinador residente del sistema de las Naciones Unidas y representante del Secretario General en Chile, Fabio Bertranou, además de otras autoridades de organismos internacionales como la CEPAL, ACNUDH y PNUD.
En aquella cita los representantes de las Naciones Unidas expresaron su disponibilidad para cooperar y apoyar el proceso constituyente.
Al terminar la reunión, Loncon destacó el “apoyo ofrecido en el marco de la institucionalidad y la soberanía de la Convención, que se espera materializar en un convenio de colaboración¨.
El día de ayer, lunes 23 de agosto, la mesa directiva de la Convención Constitucional (CC), encabezada por su presidenta, junto al vicepresidente, se reunieron con Miguel Barreto, Coordinador Residente de las Naciones Unidas y una comitiva de la entidad, para sellar un convenio de entendimiento para la colaboración de la entidad internacional con la Convención.
El Convenio
La colaboración de Naciones Unidas en los distintos poderes del estado es común en los países miembros. En el caso de Chile, por ejemplo, existe un convenio con la Cámara de Diputados y, de hecho, durante la semana pasada lanzaron una plataforma para apoyar el trabajo legislativo en Chile.
En el caso de la asistencia para el proceso constitucional, en septiembre de 2020 el Secretario General publicó una nota orientativa, que explica -en primer lugar- que la asistencia de la ONU en cualquier proceso de reforma constitucional suele tener origen en una solicitud de un gobierno nacional o en un mandato de un órgano legislativo de Naciones Unidas.
En este camino que recorre Chile para la elaboración de una Constitución son centrales la promoción de los Derechos Humanos, el estado de derecho y el desarrollo humano sostenible.
Junto con lo anterior se destaca que la elaboración de una constitución es un proceso soberano, que debe estar basado en normas, estándares y buenas prácticas internacionales, y que además responde al contexto específico de un país.
La asistencia está definida en la carta, y en términos prácticos, será la entrega de material, con documentos sobre el estado de derecho, y sobre los estándares internacionales en materia de derechos humanos y género.
Al final, el convenio se basa en lo que la mesa y las comisiones requieran de las 19 agencias, programas y fondos del sistema de las Naciones Unidas en Chile. Ellos podrán solicitar la participación de expertos nacionales e internacionales en la discusión de algunas temáticas y también que se les envíen documentos de tratados internacionales y de experiencias comparadas, etc.
El representante del Secretario General de la ONU en Chile, Miguel Barreto, comenta que “a petición de la Mesa Directiva de la Convención Constitucional, Naciones Unidas ha puesto a disposición el conocimiento técnico y experiencia de sus agencias, fondos y programas, con el fin de apoyar el trabajo de las y los convencionales, con convicción que la elaboración de la Constitución es un proceso soberano de Chile”.
Agrega, que “el apoyo del Sistema de las Naciones Unidas en Chile, al trabajo de la Convención Constitucional permitirá a la Mesa Directiva y a las distintas comisiones acceder a estudios especializados y técnicos, normativa internacional, expertos a nivel nacional y global, así como a experiencias comparadas de otros procesos constitucionales en el mundo”.