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La pandemia golpeó fuertemente la economía mundial. Nuestro país no es una excepción a esta regla. Según el INDEC, la tasa de actividad en Argentina de la población total para el cuarto trimestre de 2020 fue del 45%; la tasa de empleo en 40,1%; y la tasa de desocupación en 11,0%.
Según un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la tasa de desempleo juvenil mundial se sitúa en el 13,6%, siendo más elevada aún entre las mujeres jóvenes en la mayoría de los países. En Argentina este sector etario también fue afectado. Para este segmento de la fuerza laboral del país, la tasa de desempleo llegó al 19% para varones y 26% para mujeres para fines del 2020.
Si bien la campaña de vacunación, la más importante que ha tenido el país, sigue avanzando rápidamente no logra obtener en el conjunto de la sociedad el optimismo de obtener una cierta normalidad en el corto plazo. La vuelta a la normalidad no puede encontrar a los gobiernos con las mismas recetas del pasado, deben tener nuevos planes para lograr rápidamente el optimismo en la sociedad y que la reactivación productiva y laboral sea lo más rápido posible.
Además de las consecuencias económicas que ha producido la pandemia, existen las consecuencias sociales, emocionales y de salud mental que generan en las personas. La juventud, como el sector de mayor fuerza productiva del país, es sin dudas el segmento más afectado.
Como de toda crisis nacen oportunidades, es necesario plantear alternativas superadoras, con el eje puesto en la inclusión real de jóvenes al mundo del trabajo, tomándolo como emergencia. En este contexto, para conocer qué piensa la juventud, desde Babel charlamos con Facundo Cabrera, director provincial de Juventudes Mendoza; Janet Rodríguez, Asesoría de la Juventud de Maipú; y Juan Martín Lembo, Fundador Fundación Cumplir.
- Al ser les jóvenes el sector más afectado, ¿cómo crees que puede el estado intervenir en el mercado laboral para qué aumente el empleo en este segmento?
FACUNDO. Creo que el estado debe intervenir de forma eficiente. Debemos dejar atrás la falsa dicotomía entre el “sector público” o el “sector privado”. El momento que vivimos requiere de esfuerzos (que todes venimos haciendo) y de romper viejas estructuras de pensamiento, para no repetir los mismos errores. En este sentido tenemos el desafío de repensar también la educación en base al modelo de país que queremos y sumar al sector académico. Lxs jóvenes queremos un país moderno, tecnológico, exportador de conocimiento y a su vez más equitativo y sustentable. Desde el área que me toca encabezar estamos pensando y fomentando programas acordes al siglo XXI como análisis de datos, pensamiento creativo, marketing digital, comercio electrónico y programación, generando de esta manera herramientas de empleabilidad, que tengan en cuenta la igualdad de género y la problemática ambiental.
JANET. Considero que la intervención del Estado en el mercado laboral debe ser una política transversal tanto el ámbito privado como público, en Maipú las pasantías rentadas son de gran ayuda para la primera inserción laboral de muchísimos jóvenes, donde, además, adquirís experiencia que es después lo que te permite acceder a cualquier otro trabajo y mayores oportunidades, ya que siempre nos encontramos con esa desventaja frente a las ofertas laborales.
JUAN MARTIN. Primero que nada, debe ser una intervención estratégica y que apunte a los problemas estructurales que tienen las juventudes. Se ha perdido en la política el hábito de pensar los desarrollos a largo plazo y de manera estratégica, ya sea por falta de continuidad de buenas políticas públicas o por el desinterés de parte de la dirigencia de apuntar las políticas de empleo en las juventudes. El estado tiene el desafió de que las políticas públicas dirigidas a las juventudes involucren a los diversos agentes sociales, empresas, ONG, movimientos sociales y sobre todo a los mismos jóvenes, en su preparación, ejecución y evaluación y la necesidad de concertar acciones coordinadas de tipo sectorial, que permitan intervenciones conjuntas y transversales. Muchas veces quienes estudiamos al Estado y las políticas públicas tenemos una premisa para saber la relevancia miramos dos cosas, si viene de un Ministerio propio y cuál es la partida presupuestaria con la que se cuenta. Creo que el primer camino es empezar a cambiar ambas cosas, puede sonar algo idealista, pero las juventudes son el presente y el motor del desarrollo post pandemia.
- La bandera del cuidado del medio ambiente es muy importante en los nuevos tiempos, ¿cuál es el rol que debe tomar la juventud en torno a este tema?
FACUNDO. Las juventudes ya hemos tomado la iniciativa y tenemos un rol preponderante y fundamental. Somos los protagonistas principales en la preocupación sobre esta temática y es algo que también nos ocupa. Somos y queremos seguir siendo parte de la ideación y ejecución de políticas públicas ambientales. No solamente relacionadas al cuidado de los recursos naturales, sino también otras, como por ejemplo cuestionar a diario nuestros hábitos de consumo, ser conscientes del derroche de energía que producimos, repensar la forma en que nos transportamos, adherir e incentivar el sistema de economía circular y contribuir con pequeñas acciones diarias y cotidianas a generar conciencia y educación.
JANET. Creo que el rol que debe tener la juventud es asumir el compromiso de reestablecer la relación entre naturaleza y sociedad, saber que cada vez son más los/las jóvenes que se comprometen con la temática me deja tranquila. Estamos constantemente capacitándonos y participando de espacios que promueven y educan en el cuidado del medio ambiente. Vuelvo a poner como ejemplo a les jóvenes de Maipú, con el recientemente lanzado programa de “Voluntariado ambiental joven” y la agenda la plantean les jóvenes, repensando continuamente el desarrollo de un futuro sustentable, apuntando al crecimiento de la sociedad tanto desde lo ambiental, como también desde lo económico y social.
JUAN MARTIN. Creo que el debate del medio ambiente es el eje de toda discusión política actualmente, como lo es el feminismo, no puede haber política pública que no sea sostenible, no hay lugar para especular en torno al cuidado del medio ambiente, y es acá donde a mi humilde entender, en base a lo que venimos planteando desde la Fundación Cumplir, si juntamos dos emergencias podemos encontrar una buena salida, el empleo verde. Sin duda muchos dirán que Mendoza necesita cambiar la matriz productiva, no comparto. Soy de los que cree que hay que tener la capacidad de aceptar las cosas que están bien y tener valentía para ir por desafíos más grandes, la industria verde no solo es fundamental, sino que es muy rentable. Entonces, y para ser concreto en la respuesta, el rol de la juventud es defender en Mendoza leyes como la 7722, la deforestación, la tala de árboles, las nuevas formas de consumo, y podría seguir; pero lo importante es desde qué lugar, las ideas y el desarrollo de la industrialización sustentable que trae consigo enormes inversiones, nuevas tecnologías y sobre todo mejor calidad de vida.
- Como joven, ¿Cuáles piensas que son los desafíos de la Juventud pos pandemia?
FACUNDO. Tenemos por delante un enorme desafío. El desafío de romper las viejas estructuras y escribir la nueva historia. Estamos llamados a revolucionar la educación, las formas de relacionarnos, a vivir en una sociedad de tolerancia y respeto por todas las ideas y formas de sentir. Creo que la pandemia es solo la punta del iceberg de una mega crisis, económica, social, política, ambiental y de muchos ámbitos de la vida. También creo que la salida de la pandemia tiene que encontrarnos unidos. He visto un gran espíritu de colaboración y empatía en la mayoría de les jóvenes.
JANET. Los desafíos post pandemia es ser mejores y empáticos en la diferencia, repensarnos y ocuparnos de las dificultades que en contextos como el actual nos han tocado vivir, como las formas de trabajar, de estudiar. Ocuparnos de la salud tanto física como mental, las formas de recrearnos. La importancia de las nuevas tecnologías, lo digital como una nueva costumbre adquirida en nuestra nueva cotidianidad.
JUAN MARTÍN. Romper el statu quo. Sin duda esta pandemia nos demostró la fragilidad del capitalismo y la necesidad de invertir en lo que realmente importa, lo que hoy llamamos esencial. Humildemente creo que les jóvenes debemos fomentar de manera intersectorial y estratégica un nuevo modelo económico basado en la productividad, la sustentabilidad, el valor agregado y la innovación joven. Ampliar aún más el debate en torno a la igualdad de oportunidades entre mujeres y varones para eliminar sesgos de género, combatir la segregación horizontal y la brecha salarial de género. Y por último también, hacerle frente al efecto desánimo de las personas jóvenes que no buscan empleo porque creen que no lo van a encontrar, ante esa situación el “hacer parte” del cambio a las juventudes garantizará el sentido de pertenencia a las políticas y sobre todo nos permitirá que dejen de migrar jóvenes a trabajar en el exterior y se queden a liderar la Argentina del futuro.
- Algo que quieras decir o aportar que no te haya preguntado.
FACUNDO. Quiero invitar a todxs lxs jóvenes a comprometerse y sumarse a un proyecto de sociedad más justa e igualitaria, desde el lugar que quieran y más les guste, llámese partidos políticos, clubes sociales y deportivos, pymes, colegios, startups, organizaciones sociales, pero siempre con ganas de construir y de hacer además de criticar. Como en todos los grandes momentos de la historia de los pueblos, necesitamos unirnos detrás de una idea fuerza, como en el 83 fue la vuelta a la democracia, que logró unir a todo el pueblo argentino.
JANET. Creo que el principal desafío es generar una matriz productiva y diversificada en donde les jóvenes sean también parte del mercado laboral. Nuevas legislaciones en dónde se amplíe la oportunidad laboral no precarizado para las juventudes. Hablamos de mayores oportunidades, de políticas con perspectiva de género, de diversidades, de discapacidad. Todos los desafíos que tenemos como juventudes deben ser la ampliación de derechos y la inclusión real en la sociedad, ya no somos solo el futuro, sino que trabajamos por un presente que acompañe a las y los jóvenes.
JUAN MARTÍN. Poner en valor el trabajo que venimos haciendo con el equipo de nuestra Fundación, donde todos y todas son jóvenes de menos de 40 años, profesionales y por serlo. Es imprescindible contar con instituciones lideradas por la juventud, que no solo hablen de nuestras problemáticas, sino que impulsen ideas y proyectos que permitan generar una sociedad más justa, más igualitaria en términos de condiciones, pero sobre todo con mayor desarrollo. Por otro lado, hablar sobre salud mental es fundamental, el incremento del consumo de ansiolíticos en las juventudes, la depresión y la ansiedad como para nombrar algunas no deben esconderse debajo de la alfombra, tiene que ser tema de debate y sobre todo de políticas públicas que atiendan la problemática. Por último, volver a generar las condiciones para que un joven o una joven pueda proyectar tener su casa, ya que eso significa que realmente hemos apostado al desarrollo de las juventudes, ese es el termómetro que debemos tener. Hasta que eso no ocurra como sociedad estaremos en deuda.